20 Empleados de museos cuyo trabajo les enseñó lo que era la frustración
Historias
hace 10 meses
Los recuerdos de la infancia son tan preciados como los viejos álbumes de fotos. Algunos son tan vívidos que, si quisiéramos, podríamos invocar un patronus como en los libros de Harry Potter. Nos enamorábamos de nuestros compañeros de clase, nos hacíamos amigos de los gatos callejeros y, de vez en cuando, decíamos algo que hacía que nuestros padres se llevaran las manos a la cabeza.