3 Recetas de vinagretas que le salvan la vida a cualquier ensalada
Para muchos la ensalada no es más que un tortuoso paso hacia una vida más saludable; consideran incípidas las lechugas y los vegetales y huyen cuando pueden de esta preparación.
Para otros, en cambio, se trata de las recetas más llamativas y variadas que el ser humano puede crear; cuando hablan de ensaladas la imaginación no tiene límites, ya que pueden combinar millones de ingredientes, sabores y texturas para conseguir una novedosa preparación.
Cualquiera que sea tu caso, este artículo es para ti. Si las ensaladas no son tus favoritas, con estas vinagretas encontrarás la reconciliación con el verde y no dejarás de comerlas; y si amas comer vegetales, agradecerás estas exquisitas mezclas que resaltan el sabor natural de los ingredientes de una ensalada.
Genial.guru te invita a conocer la vinagreta asiática, la francesa y la frutal, tres increíbles recetas que prueban que comer saludable sí puede ser delicioso.
Asiática
Esta vinagreta es ideal para ensaladas con lechugas variadas (mezclas asiáticas, rúgula, germinados, espinaca o lechuga corriente); vegetales como pimentón, zucchini, champiñones, orellanas (setas) o tomates; y frutos secos como maní, nueces del Brasil o macadamia. Su textura es consistente y copiosa haciéndola ideal para darle cuerpo a la combinación de ingredientes que hayas seleccionado, y su color oscuro puede ser usado para decorar los bordes de los platos de comensales saludables.
Para prepararla necesitarás:
- Jengibre.
- Salsa soya.
- Aceite de ajonjolí.
- Aceite de girasol.
- Hierbabuena.
- Sal.
- Pimienta negra.
Una vez que tengas los ingredientes sólo debes seguir estos pasos:
- Raya el jengibre para conseguir finas tiras.
- Pica la hierbabuena hasta que quede en trocitos muy pequeños.
- En un recipiente de fondo redondo mezcla los filamentos del jengibre, la salsa soya, los trozos de hierbabuena, la sal y la pimienta (al gusto) hasta conseguir una textura homogénea.
- Sin dejar de batir, agrega poco a poco los dos tipos de aceites (ajonjolí y girasol), hasta que éstos emulsionen y se incorporen a la mezcla incial.
- La vinagreta debe quedar con una textura homogénea, no deben separarse los aceites de los demás ingredientes, y por esto es muy importante mezclar primero todos los elementos sin óleo y, posteriormente, sin dejar de batir, los aceites.
Francesa
Esta vinagreta es una de las más versátiles del mundo, su sabor y textura se adaptan a casi cualquier ensalada, ayudando a acondicionar y resaltar los sabores naturales de todas las verduras y variedades de lechugas que existen. Si aún no tienes una receta propia, te recomendamos que añadas esta vinagreta a una mezcla de lechugas lisas con frutos secos y trozos de queso.
Para prepararla necesitarás:
- Mostaza de Dijon (o de preparación a la antigua), es importante que no incluyas mostaza americana amarilla, porque su sabor es muy diferente del tradicional.
- Aceite de oliva.
- Vinagre de vino tinto.
- Una pizca de azúcar.
- Sal.
Cuando tengas los ingredientes comienza la preparación:
- En un recipiente de fondo redondo mezcla el vinagre, la mostaza, la sal y el azúcar hasta conseguir una textura homogénea.
- Sin dejar de batir, añade poco a poco el aceite de oliva hasta que éste emulsione y se incorpore al resto de ingredientes.
- La vinagreta debe quedar con una textura homogénea, no deben separarse el aceite de los demás ingredientes, y por esto es muy importante mezclar primero todos los elementos sin óleo y, posteriormente, sin dejar de batir, el aceite.
Frutal
Esta vinagreta es ideal para ensaladas que incluyen frutas dulces como fresas/frutillas, mango o manzana. También va muy bien con espinacas y nueces, ya que su sabor dulce contrasta con los matices naturales de estos ingredientes.
Preprarla es muy fácil, sólo debes tener:
- Vinagre de fruta (manzana).
- Mostaza (puede ser de Dijon o americana).
- Mermelada de algún fruto rojo (fresa/frutilla, mora, arándanos, agráz).
- Aceite de girasol.
- Sal.
- Una pizca de pimienta verde o rosa.
Cuando tengas estos ingredientes inicia la receta:
- En un recipiente de fondo redondo mezcla el vinagre de fruta, la mostaza, la mermelada, la sal y la pimienta hasta conseguir una textura homogénea.
- Sin dejar de batir, agrega poco a poco el aceite de girasol hasta que éste emulsione y se incorpore al resto de ingredientes.
- La vinagreta debe quedar con una textura homogénea, no deben separarse el aceite de los demás ingredientes, y por esto es muy importante mezclar primero todos los elementos sin óleo y, posteriormente, sin dejar de batir, el aceite.
Ahora no tienes excusa para dejar de comer ensalada o probar nuevas recetas para enriquecer tu conocimiento culinario. Comienza a practicar con estas recetas de vinagreta y poco a poco llegarán a tu mente miles de nuevas ideas para acompañar vegetales y frutas todos los días.
Foto de portada: Topwithcinnamon