Le dicen a una mamá que deje de postear fotos de su hijo y su reacción no tiene desperdicio

Historias
hace 9 meses

En estos tiempos modernos, las redes sociales se han convertido en una herramienta mágica de comunicación que todos utilizamos para conectarnos. Compartir fotos de nuestros pequeños tesoros para que nuestros amigos y familiares puedan disfrutarlos es algo que muchos hacemos. Pero, en el caso de esta joven mamá, compartir las fotos de su querido hijo se ha vuelto algo diferente, y ella está decidida a hablar sobre ello.

Natasha es una joven madre que se aventura con valentía en la hermosa travesía de la maternidad. Al igual que muchas mamás orgullosas, le encanta compartir fotos y videos de su adorado hijo Raedyn, de un año, en las redes sociales.

Sin embargo, lo que la hace única es la manera en que maneja los comentarios crueles y el acoso en línea que recibe constantemente debido a la apariencia de su hijo. Pero Natasha se mantiene firme y les responde a sus detractores: “No me rendiré... La apariencia única de mi hijo no define su valor, es sencillamente perfecto”.

El pequeño Raedyn nació con el síndrome de Pfeiffer, una condición que puede afectar su cráneo, rostro y extremidades. Pero para Natasha, su hijo es un tesoro perfecto y es por eso que comparte con cariño momentos especiales de él siempre que puede.

Desafortunadamente, la crueldad de los trolls en línea no es lo único a lo que enfrenta. Natasha también ha tenido que lidiar con comentarios insensibles en la vida real. Ella dijo que, en público, las personas a veces se acercan con preguntas inapropiadas como: “¿Por qué tu hijo se ve así?”. Para ella, esta no es la manera adecuada de tratar a alguien.

La joven madre confiesa que esto puede resultar agotador, especialmente cuando está en público. Le cuesta entender por qué la gente está tan obsesionada con la apariencia de su hijo. Ella les recalca, una y otra vez: “Mi pequeño vive una vida tan plena como cualquier otro niño. Puede tener una apariencia diferente, pero eso no lo hace menos merecedor de amor y aceptación”.

Además, agregó con determinación: “Mi hijo merece una vida repleta de alegría y cariño, y no dejaré de luchar por ello”. Para ella, es importante que todos entiendan que ella es una mamá y su hijo es un bebé, por lo que son una familia como cualquier otra. “Espero que llegue el día en que el mundo aprenda a aceptar a las personas con discapacidades, sin juzgarlas por su apariencia”.

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