Sabrosas salsas que puedes cocinar en lugar de comprarlas preparadas

Cocina
hace 3 años

Con variedades de salsas hasta el platillo más sencillo adquiere un sabor sofisticado. Incluso típicos alimentos como el pollo y las patatas con estas salsas se convertirán en un delicioso platillo, si hoy lo acompañas con "bechamel", mañana puede ser con una salsa de tomate.

Genial.guru juntó para ti las salsas más sencillas y deliciosas que no requieren ingredientes demasiado caros, los puedes conseguir en el súper más cercano a tu casa.

Bechamel

Bechamel es una salsa clásica que combina con casi todo tipo de comida. Esta delicada salsa se puede añadir a una pasta, usar como aderezo para tus ensaladas y combinar con pescado, mariscos, verduras y pavo, entre otros platillos.

En una olla vierte 2 tazas de leche y caliéntala sin llevarla a ebullición. En una sartén honda derrite 3 cucharadas de mantequilla, añade 2 cucharadas de harina y mézclala bien con la mantequilla. Con cuidado y en pequeñas porciones empieza a verter leche, mezclando vigorosamente para evitar que se formen grumos. Hierve la salsa sin dejar de mezclar, cocina durante 1 a 2 minutos. La salsa debe espesar. Agrégale sal y una pizca de nuez moscada. Retira del fuego.

Salsa de tomate italiana: ideal para preparar pastas y pizzas

Calienta una pequeña cantidad de aceite de oliva en el fondo de una olla grande. Agrega una cebolla finamente picada y 3 dientes de ajo machacado. Fríe durante 7 a 8 minutos. Añade 1 cucharada de orégano, 800 g de tomates enlatados picados, 2 cucharadas de puré de tomate y una cucharada de azúcar. Cocina a fuego lento hasta que la salsa espese. Luego agrega 4 tomates frescos picados, previamente pelados. Sazona con sal y pimienta.

Salsa de ajo

Esta salsa es la campeona en su simplicidad. Pica finamente un manojo de eneldo sin tallos gruesos y aplástalo ligeramente con la hoja del cuchillo para que resalte el jugo. Mezcla el eneldo con 250 g de crema de leche, exprime un diente de ajo (dos o tres, de acuerdo a tu gusto al ajo), mezcla bien la salsa, y agrega sal y pimienta.

Salsa de mostaza y crema: perfecta para el pescado

Vierte en una cacerola 200 ml de crema de leche con 20% de grasa, empieza a cocinar a fuego lento. Añade 1 cucharadita de mostaza antigua (opcional), 1 cucharada de mostaza dijon, 2 cucharaditas de miel, exprime el jugo de un cuarto de limón y mezcla. En una sartén calienta un poco las semillas de mostaza (1 cdta.) y cilantro (1/2 cdta.), una vez que estén dorados añádelos a la salsa también. Cuando empiece a espesar, agrega las hierbas picadas de tu preferencia (eneldo, perejil, etc.), y retira del fuego.

Salsa de queso crema: excelente para pastas y patatas

En una olla mezcla 200 g de queso Philadelphia (en cubos), 10 ml de aceite vegetal y 200 ml de crema de leche. Cocina a fuego medio hasta que hierva, mezcla de vez en cuando. Después de que la salsa empiece a hervir, reduce el fuego y añádele especias a tu gusto: albahaca y pimienta podrían ser una buena opción. Sigue mezclando hasta que la salsa no tenga grumos, agrega 50 g de queso rallado y a disfutar.

Salsa tártara

Otra salsa sencilla y deliciosa que no te quitará mucho tiempo. Necesitarás 6 cucharadas de mayonesa o puedes usar 3 de mayonesa y 3 de crema de leche; si no te gusta esta salsa, sustitúyela por completo con la crema. Pica finamente 100 g de pepinillo y un pequeño manojo de perejil, agrégale un diente de ajo machacado y mezcla todo esto con la mayonesa (o crema). Agrega sal y pimienta y lleva al refrigerador durante una hora. También le puedes añadir el jugo de un cuarto de limón, 1/2 de cucharadita de mostaza y cebollitas. Esta salsa es perfecta para pollo, pescado y mariscos.

Salsa de miel y mostaza: la mejor amiga del pollo 

Mezcla media taza de mostaza, 1/4 de taza de miel y 1/4 de cucharadita de jengibre rallado. Guarda la salsa un tiempo en el refrigerador. Es excelente para acompañar los nuggets de pollo, pollo asado o preparado de cualquier otra manera.

Salsa de vino tinto para la carne

No creas que la salsa contiene alcohol pues en la cocción se evapora y sólo deja una reducción agradable. Calienta 1 y 1/2 cucharadas de aceite de oliva en una sartén. Agrega una cebolla finamente picada (de preferencia chalote, aunque una cebolla blanca también estará bien) y fríe a fuego lento mezclando durante 7 minutos hasta que se dore. Añade 2 vasos de vino tinto y 175 ml de agua, déjalo cocinar durante 10 minutos. Mezcla 40 g de mantequilla derretida y una cucharada de harina para obtener una pasta. Poco a poco agrégala a la sartén, mezclando constantemente. Si estás preparando esta salsa para algún platillo de carne, puedes añadir un poco de jugo de carne, perejil finamente picado, sal y pimienta. Si la salsa te parece demasiado agria, agrégale un poco de azúcar para equilibrarla.

Salsa de hongos

Corta finamente 200 g de champiñones y una cebolla, fríelos a fuego lento durante 15 minutos, debes tapar la sartén para que el líquido no se evapore. Agrega 150 g de crema de leche y sigue cocinando durante otros 5 a 7 minutos, añade hierbas de tu preferencia y un diente de ajo machacado, retira del fuego. Si quieres que tenga una consistencia más uniforme, puedes licuarla. La salsa combina bien con patatas, carne y ravioli.

Salsa barbacoa (BBQ): para los platillos asados

Derrite 50 g de mantequilla a fuego medio, agrégale 1 taza de cebolla finamente picada, fríe durante 4 a 5 minutos a fuego lento. Agrega 200 ml de kétchup o puré de tomate, 1/3 de taza de agua, 50 g de miel, 2 cucharadas de jugo de limón y 1/4 de cucharadita de pimienta molida. Lleva la salsa a ebullición y cocina varios minutos sin tapar para que espese.

Salsa andaluza

Mezcla 200 g de mayonesa, 3 cucharadas de kétchup, 1 cucharadita de coñac, una cebolla finamente picada, jugo de limón al gusto y chile en polvo. Tapa la salsa y refrigérala durante una hora.

Salsa española

Licúa 15 tomates cherry, 1 diente de ajo, 1 manojo de eneldo y 1 manojo de cebollitas. Agrega 1 cucharadita de vinagre balsámico, 1 cucharada de puré de tomate y 1 cucharada de aceite de oliva. Añade sal y pimienta.

Pesto

Licúa 50 g de albahaca, 2 dientes de ajo, 50 g de parmesano (u otro queso duro), 3 cucharadas de piñones, 100 ml de aceite de oliva y sal. El pesto es genial para las pastas pero también funciona como aderezo para algunas ensaladas o simplemente para untar en un pan.

Salsa agridulce: no sólo es para los platillos chinos

Mezcla 1 y 1/2 cucharadas de azúcar, 2 cucharadas de vinagre, 1 cucharada de puré de tomate, 1 cucharada de salsa de soja y 3 cucharadas de jugo de naranja. Mezcla en un recipiente aparte 1 cucharadita de harina de maíz con 4 cucharadas de agua y agrega a la mezcla. Lleva la salsa a ebullición mezclando constantemente. La salsa se puede usar para acompañar los platillos ya preparados, o como caldillo para la carne de cerdo o pollo.

Aderezo italiano para ensaladas

Mezclar en un frasco 2 y 1/2 cucharadas de aceite de oliva, 1 y 1/2 cucharadas de vinagre balsámico, la mitad de un diente de ajo machacado, 1/4 de cucharadita de sal y pimienta al gusto. Tapa el frasco y sacúdelo.

Salsa para la Ensalada César

Bate una cucharadita de mostaza con una yema de huevo y 1 cucharadita de sal. Con cuidado vierte 150 ml de aceite de oliva, bate hasta que obtengas la consistencia de mayonesa. Añade 1 cucharada de jugo de limón, 1 cucharadita de pimienta molida, 2 dientes de ajo machacado, 50 g de parmesano rallado y bate de nuevo. El aderezo sirve no sólo para la Ensalada César sino para cualquier otro tipo de ensaladas; también se usa como salsa para la carne.

Salsa griega tzatziki

Mezcla 125 ml de yogurt natural, 2 dientes de ajo finamente picado, 1 pepino rallado, 1 cucharada de aceite de oliva, 1 cucharada de jugo de limón, perejil finamente picado, eneldo y sal a gusto. Refrigérala para que el sabor de cada ingrediente se incorpore bien.

Salsa de remolacha y rábano picante

Ralla finamente una remolacha mediana cocida, corta finamente un pepinillo y mézclalos con 100 g de mayonesa y 100 g de crema de leche. Añade 2 cucharadas de rábano picante rallado finamente. Esta salsa combina bien con las carnes.

Salsa curry

Esta es una salsa apetitosa que acompaña muy bien a cualquier tipo de carne, pescado y pollo, también se utiliza con el arroz. Se puede servir como salsa o usar como una especie de caldo para preparar algunos platillos de carne y vegetarianos. Corta finamente una cebolla y unos dientes de ajo, fríe un poco y agrégale una cucharada de harina, mezcla bien. Retira la sartén del fuego y vierte en la mezcla 1 taza de caldo de pollo cuidando que no se formen grumos. Añade 2 cucharadas del polvo curry, hierve la salsa durante 5 minutos. Añade una cucharadita de jugo de limón y una cucharadita de mostaza, retira del fuego y agrega 1 cucharada de crema de leche. La salsa se sirve caliente.

Salsa picante turca: para carne y pollo

Esta salsa es muy sencilla y deliciosa. Licúa 2 cebollas, 1 cucharada de puré de tomate o un tomate grande y 1 pimiento rojo. Agrega a la mezcla 2 cucharadas de aceite de oliva, sal, pimienta molida, chile en polvo, 1/2 cucharadita de las semillas de cilantro molidas, cilantro fresco, eneldo, 1 cucharadita de jugo de limón o vinagre (lo que más te guste), mézclalo bien y deja que repose.

Fuente Fuentes, takprosto, аfishaeda, povar, Portada, Prostokvashino
Traducción y adaptación Genial.guru

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