10 Cosas que no puedes hacer por tus hijos

Consejos
hace 3 años

A veces el deseo de los padres de facilitar la vida a sus hijos cruza todos los límites. Nosotros, los adultos, no podemos vivir la vida de nuestros niños. Nuestra tarea es ayudarlos a crecer y adquirir experiencias. Y es importante no llegar demasiado lejos.

Genial.guru ha recopilado una lista de cosas que nunca debes hacer por tus hijos. Toma esto en cuenta y tus niños te agradecerán.

1. Hablar por los niños

Cuando le preguntan a nuestro bebé: "¿Cuál es tú nombre?" y felizmente respondemos por él, bueno, en este momento comienza todo. Sería genial si esto terminara en cuanto el chico aprende a hablar. Pero no, a veces respondemos también por nuestros hijos adolescentes: en una fiesta, en una tienda e incluso en casa.

¿Y cuál es el resultado? Con nuestras propias manos le quitamos a nuestros hijos la oportunidad de aprender a responder por ellos mismos. Puedes sugerir qué decir si el niño pregunta. Pero no es necesario para nada que tomes la iniciativa en tus propias manos.

¿Qué hay que hacer? La próxima vez, cuando tengas la tentación de decir algo por tu hijo, intenta contenerte y cederle la palabra.

2. Tratar de convertirte en su amigo

Muchos de nosotros queremos ser amigos de nuestros hijos, sus mejores amigos con quienes no van a tener secretos. Este deseo de los padres es completamente entendible. Pero profundicemos. ¿Qué es un amigo? Es una persona que está con nosotros en igualdad de condiciones, en el mismo nivel. Sí, puedes contarle todo, pero es una tontería esperar que él te cuide la espalda.

Los padres tienen un rol diferente. Son los mayores que cuidan y aman. No son necesarios los intentos de ser mejores amigos, deja que tus hijos busquen compañeros entre las personas de su misma edad. Y que vengan a sus padres en busca de amor y apoyo incondicional cuando sea necesario.

¿Qué hay que hacer? Abandonar las relaciones de amigos y crear una relación basada en el respeto mutuo y el apoyo.

3. Querer

Sabemos bien que el brócoli es más útil que los dulces, y las nuevas zapatillas son más necesarias que las muñecas. Por eso estamos dictando a nuestros niños, explícita o implícitamente, cómo y qué deberían querer. Como en un chiste: "Mamá, ¿yo tengo hambre?" "No, hijo, tienes frío".

¿A que llevan tales intentos? A suprimir su propio "yo", sus deseos y metas. Y también al hábito de sentirse como una víctima sin voluntad, y si el niño tiene temperamento, provocará a una rebelión natural contra ti y el mundo entero.

¿Qué hay que hacer? Busca las necesidades y deseos del niño. Y si es necesario, enseñarle hábitos útiles, hazlo sin violencia, no a través del "hay que", sino a través del "está bien".

4. Servirse a sí mismo

Un niño de 2 o 3 años ya puede quitarse y ponerse mucha ropa, lavar una taza que usa y poner pantalones sucios en el lavarropas. Además, a esta edad, los niños tienen un gran deseo de hacer todo ellos mismos.

¿Y qué hacemos? Los vestimos durante muchos años, argumentándolo con que estamos apurados o con que "él no sabe cómo hacerlo". Le damos de comer con la cuchara, prohibiéndole comer solo y descubrir gustos diferentes. Prohibimos la actividad propia. Y luego nos sorprende que el adolescente no quiera ayudar a su madre y que es desordenado.

¿Qué hay que hacer? Siempre que sea posible, permite que el niño se sirva a sí mismo.

5. Elegir sus gustos

A menudo, inconscientemente, tratamos de imponer a los hijos nuestras preferencias musicales, de libros, estilo en la ropa, etc. Y parece ser una buena intención, pero al final borra la individualidad del niño. Y en muchas ocasiones causa una protesta justa y el deseo de hacer lo contrario.

¿Qué hay que hacer? Escuchar nuestra música y ver nuestras películas favoritas, y hablar con nuestros hijos sobre sus ídolos.

6. Controlar sus gastos

En la vida de cada niño, tarde o temprano, llega el momento en que empieza a tener dinero en el bolsillo. Pero de ninguna manera tienes que controlar y organizar el interrogatorio sobre cuánto dinero le queda y menos revisar sus bolsillos y bolsos. De esta manera la confianza muere en un instante.

En general, ¿nos importa cuánto dinero le queda a nuestro hijo? Déjale ahorrar para comprar algo importante o gastar en menudencias.

¿Qué hay que hacer? Enséñale al niño los conceptos básicos de la educación financiera y déjale que disponga de su propio dinero.

7. Elegir sus pasatiempos e intereses

La madre quiere que su hija toque el violín y está dispuesta a llevarla a las clases tres veces por semana. Y el padre insiste en que su hijo se entrene todos los días para jugar al fútbol. Y la mayoría de las veces, los padres inconscientemente intentan imponer a los niños un pasatiempo de moda o sus propias ambiciones no realizadas.

¿Qué hay que hacer? Sé paciente y observa al niño, tomando nota de sus propios intereses e inclinaciones. Pregúntale qué le gusta, qué prefiere. Y luego ayúdale a desarrollarse en el ámbito de sus intereses.

8. Atribuirse a sí mismo los logros

Las "instamadres" llenan sus redes sociales con cientos de fotos con las firmas "Comimos", "Empezamos a gatear", "Aprendimos a usar el orinal". Por supuesto, en muchos casos existe una ayuda de los padres, ¡pero aun así no son los logros de la madre, sino del niño! ¿Qué significa "nosotros"?

A medida que el niño crece, la situación se vuelve aún más grave. Y ahora los padres ya pueden jactarse de que "nosotros" nos hemos graduado o conseguimos un trabajo. Es fácil adivinar que es muy molesto para los niños.

¿Qué hay que hacer? Festejar los logros de los niños, apoyarlos, pero no confundirlos con tus propios logros.

9. Elegirles regalos

Cuando un niño ya puede hablar, tiene el derecho de elegir lo que quiere recibir como regalo. Y no es necesariamente que sea una camiseta o un juego para el desarrollo.

Por supuesto, este enfoque no siempre nos conviene. Pero les dará a nuestros hijos lo principal: la capacidad de elegir, tomar decisiones y ser responsables de las consecuencias. En la vida adulta estas habilidades no serán superfluas.

¿Qué hay que hacer? Permite que el niño, dentro de los límites de lo posible, elija sus regalos y sus compras.

10. Meterse en su vida privada

Esto se aplica especialmente a los padres de adolescentes. Los hijos tienen sus amigos, compañías, primer amor. Todo esto es normal y natural. Las preguntas como "¿Quién es este chico?" solo causarán irritación y distanciamiento.

Al mismo tiempo, muchos chicos compartirán sus cosas más íntimas con sus padres si se sienten seguros.

¿Qué hay que hacer? En lugar de interrogarlos, deja que tu hijo tenga espacio personal. No preguntes, si no está listo a dar más detalles. Y, por supuesto, de ninguna manera te metas en la correspondencia de tus niños.

Y tú, ¿qué secretos de educación practicas?

Ilustrador Igor Polushin para Genial.guru

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