Cosas que hay que dejar de hacer para ir con menos frecuencia al hospital

Consejos
hace 3 años

Cuando se les pregunta a las personas qué hábitos consideran "dañinos", es probable que la mayoría responda: fumar, consumir alcohol, alimentarse con comida rápida, y tener un estilo de vida sedentario. Eso es cierto, pero también hay cosas que no son tan comunes y que también dañan nuestro cuerpo.

Si te resulta difícil concentrarte en algo y olvidas las cosas, piensa en la frecuencia con la que tomas café. Quizás se deba precisamente a eso.

En Genial.guru encontramos 10 hábitos diarios que, a primera vista, parecen inofensivos, pero que pueden enfermarte y obligarte a ir al hospital.

1. Tomar bebidas de latas

A mucha gente le gusta tomar bebidas de latas. Pero antes de hacerlo, sería mejor imaginar cómo ese recipiente fue transportado en un camión polvoriento, en dónde se encontraba, qué puede haberse vertido sobre él, y, lo más importante, cuántos microbios se encuentran ahora en su tapa. Los efectos de dicha suciedad pueden ser erupciones en los labios o problemas alimenticios. Muchas veces culpamos de eso a los alimentos que consumimos, pero, en realidad, todo puede deberse a una lata con refresco. Lo mejor es beber de un vaso, y si no tienes uno a mano, al menos a través de un popote.

2. Poner un bolso en una silla o cama

Al regresar a casa, una mujer generalmente tira su cartera sobre una silla o cama. Luego se cambia de ropa, ordena las compras, se lava las manos, y se sienta en el mismo lugar en donde estaba su bolso. Y no siempre lo hace vestida, por cierto. Tal negligencia puede provocar erupciones y otras sorpresas desagradables en partes delicadas del cuerpo. El mayor peligro lo causan las carteras de cuero, ya que su estructura esponjosa proporciona las condiciones ideales para el crecimiento y la reproducción de las bacterias.

3. Usar corbata habitualmente

Los investigadores estadounidenses dicen que una corbata apretada presiona la vena yugular, con lo que aumenta la presión en el fondo del ojo. Esto puede llevar al desarrollo de un glaucoma y, posteriormente, a la ceguera. También se descubrió que las mismas se lavan muy raramente, por lo que acumulan una gran cantidad de bacterias que son portadoras de infecciones. Esa es una buena razón para usar corbata con menos frecuencia y lavarla más a menudo.

4. Tomar café de vasos de plástico

Ahora se puede comprar café delicioso y de calidad en cada esquina. Casi siempre es vendido en vasos de plástico que además de despedir un aroma delicioso, también desprenden un químico tóxico llamado bisfenol A, que afecta negativamente el crecimiento y la recuperación de las células del cuerpo, la concentración, el nivel de energía y la función reproductiva. Mientras más caliente esté la bebida en un recipiente de ese material, más bisfenol habrá.

Si quieres dar a luz a niños sanos y pasar menos horas en la clínica de salud para mujeres, pero sin despedirte de tu bebida favorita, consigue una taza térmica.

5. Elegir entre ensalada y hamburguesas

Vale la pena señalar que las ensaladas son muy, pero muy diferentes, y, en algunos casos, pueden ser más grasosas que una hamburguesa. Se trata principalmente de aquellas que tienen mucha mayonesa, papas y verduras encurtidas. Entonces, si tienes que elegir entre una ensalada rusa y una hamburguesa de pollo, te aconsejamos que te inclines por la segunda opción. En un buen bocadillo de ese tipo hay vegetales frescos y carne verdadera sin aditivos, y en contenido calórico está en el mismo nivel que una ensalada.

Para no visitar a un nutricionista con frecuencia, trata de considerar cualquier plato a través del prisma de los ingredientes que incluye. Si la composición de una ensalada incluye queso, carne, y una salsa grasosa, ¿será mucho más saludable que una hamburguesa?

6. Hacer todas las tareas domésticas

Los médicos estadounidenses descubrieron que las tareas diarias, como limpiar la casa, causan un aumento de presión. Al mismo tiempo, el daño principal no está relacionado con ordenar en sí, sino con la preocupación y la ansiedad de cómo llegar a hacerlo todo, y con el resentimiento hacia tus seres queridos si todas las tareas hogareñas caen solo sobre tus hombros.

Antes de pensar que tienes hipertensión e ir a la farmacia en búsqueda de medicamentos, analiza cuántos de tus pensamientos y preocupaciones se deben a las tareas domésticas. Hay una única salida: divide las responsabilidades familiares por igual.

7. Contactar al doctor "Google"

Según una investigación médica, el 80 % de los usuarios de Internet intentan diagnosticarse a sí mismos. La red no es la fuente de información más confiable. En lugar de consultar a un médico, una persona intenta descubrir qué le sucede y, a veces, pierde un tiempo valioso. Además, después de leer los resultados de Google, la gente se convierte en hipocondríaca y comienza a creer que el síntoma más leve es un signo de una enfermedad muy grave.

8. Sustituir el azúcar con edulcorantes artificiales

Los refrescos dietéticos no guardan relación con un estilo de vida saludable. Las personas que hacen esa "dieta", a menudo sufren de obesidad, diabetes, y enfermedades cardíacas. Los investigadores consideran que muchos sustitutos del azúcar no son menos nocivos que ese producto en sí, especialmente si contienen aspartamo, sacarina, sucralosa, y acesulfamo de potasio. Por lo tanto, es mucho mejor elegir cosas dulces útiles y naturales, por ejemplo, la estevia.

Por dulzura, la estevia supera a la sacarosa en 15 puntos. A diferencia del azúcar común, proporciona al cuerpo carbohidratos por mucho tiempo. Es rica en vitaminas y microelementos, y también es el sustituto natural del azúcar más bajo en calorías.

9. Respirar incorrectamente

Resulta que hay al menos 25 tipos diferentes de respiración. Los bebés respiran correctamente con mayor frecuencia, pero la mayoría de los adultos lo hacen mal, con lo que dañan su cuerpo. Las personas generalmente respiran solo con el pecho, y esto limita el flujo de oxígeno hacia la parte inferior de los pulmones.

Si la sangre no recibe suficiente oxígeno, las grasas no se queman, lo que significa que no puedes deshacerte del exceso de peso. Además, la falta de aire afecta negativamente el trabajo del sistema cardiovascular. En este caso, los productos de descomposición de las células no se queman por completo, el cuerpo recibe la sangre ligeramente enriquecida con nutrientes, y en nuestro organismo gradualmente se acumulan las toxinas.

Es mucho más útil respirar con el estómago, y hacer una breve pausa entre una inspiración y una exhalación.

10. Usar mal el inodoro

Los científicos han demostrado que sentarse en el inodoro es perjudicial, y es más natural defecar en cuclillas, ya que genera menos tensión. Como resultado, se reduce el riesgo de padecer hemorroides o diverticulosis.

Es difícil seguir este consejo en una gran ciudad, pero hay una alternativa: cuando vayas al baño, pon los pies sobre un banco pequeño para que el ángulo entre el tronco y las caderas sea de aproximadamente 30 °. Tales soportes pueden ser comprados en tiendas, y también puedes usar un banco común. Además, deshazte del mal hábito de sentarte en el inodoro con un teléfono durante mucho tiempo, porque eso no mejorará tu salud.

¿Hay algún otro mal hábito poco conocido que no hayamos nombrado y que tú conozcas? Cuéntanos en los comentarios.

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