14 Personas que de repente se dieron cuenta de que su lengua es su peor enemiga

Hace 1 semana

Te crees una persona educada e inteligente, y luego, agitada, le preguntas a la comadrona de dónde sale el bebé. Se mire como se mire, todo el mundo recuerda una situación sobre la que solo piensa "bueno, ¿por qué dije eso?". Y ese es exactamente el tipo de historias que tenemos en nuestra selección.

Trabajo en una cafetería, veo muchas cosas, pero algo así, por la primera vez. Tenemos un cliente habitual, de mediana edad, que suele visitarnos con su esposa (a juzgar por su comportamiento). Hoy ha venido abrazando a una chica joven. La chica dijo: "¡Qué sitio tan elegante! Y huele delicioso...". Y el hombre respondió: "Sí, suelo venir aquí con mi esposa". Silencio, chispas, tormenta, emociones, la chica se deshace de su brazo y se va. El hombre gruñe y corre tras ella. El engaño más corto.
Decidimos contratar a una niñera para nuestros dos hijos. Y, Dios mío, ¡mis amigos me han bombardeado con sus comentarios! Como que no me asusta el hecho de que delante de mi esposo se pasee una chica joven. ¡Seguro que se fijará en ella! No pude soportarlo y respondí: "Que se fije, a mí me sigue resultando rentable". Desde entonces, recibo miradas extrañas. © Autor desconocido / Reddit
Hace poco viajaba en un taxi en completo silencio. Al cabo de un rato, le dije al conductor: "Si quiere, ponga la música que le gusta". Y él me puso alegremente una lista de canciones en su idioma. Y después de cada canción hacía una pausa y me traducía brevemente la letra. © Hrustaleva__ / Twitter

Creo que he hecho algo irreparable. Hace seis meses, mi esposa y yo estábamos en casa de unos amigos, y en un arrebato me puse a demostrarle a uno de ellos que el físico de una chica no es lo principal. Le dije, mira a mi mujer, la quiero más que a nada en el mundo y acuérdate de mi ex, que era guapa y nada más. En casa mi esposa se puso furiosa y un día me dijo: "Sabes, nunca me he sentido tan fea como la semana pasada. Quiero decir, siempre pensé que era guapa". Y eso es todo. Es fría, distante, se enganchó en hacer deporte y leer las redes sociales. Me he disculpado muchas veces, he intentado explicarle que no era mi intención, pero ha sido en vano. No sé cómo recuperarla. © TemppThrowawa / Reddit
Una amiga le ha puesto un nombre muy raro a su mascota. Estábamos sentados los tres: yo, mi amiga y su novio. Yo: "¡Qué nombre más estúpido! ¿Cómo has podido llamar así a esta linda gatita?". El novio de mi amiga: "Es el nombre de mi madre".

Estaba hablando con un amigo sobre el futuro, y admitió que estaba perdido: no sabía qué hacer a continuación. Para mí siempre ha sido un problema encontrar las palabras adecuadas de apoyo. Vi una farola encendida en la calle. Me dio una idea, empiezo mi discurso con una sonrisa de satisfacción (se han encontrado las palabras adecuadas): "¿Ves esa farola encendida? Imagina que es tu brillante futuro...". Y entonces la farola se apaga. Se hace el silencio. Mi amigo dice: "Bueno, gracias". Y así fracasó mi debut como gran orador.
Cuando tenía 15 años, tuve un novio. Nuestra comunicación se reducía a acompañarme hasta mi casa después de una discoteca en un club de pueblo y a bonitos poemas por SMS (por aquel entonces yo acababa de conseguir un viejo teléfono móvil regalado por un familiar).
Mi madre y mi abuela, naturalmente, se opusieron a este giro de los acontecimientos. Inmediatamente empezaron los sermones sobre lo principal: cómo me olvidaría de mis estudios y toda mi vida se iría por el desagüe. Y me remataron con la frase: "Todas tus amigas están sin novios, ustedes siguen siendo niñas, sé como las demás". Reflexioné sobre este hecho durante un par de días, encontré argumentos de peso y acudí a la generación mayor con exigencias: "Vale, déjenme ser como mis amigas. A María la educan estrictamente, pero es la primera fashionista. Olga no está mimada, pero en casa solo hace la limpieza y cocina, ni siquiera sale al huerto. Trabajo igual que mis adultos, me educan de forma estricta, así que tienen que ceder ante mí en algunos aspectos.
Mi madre y abuela lo pensaron... Y me quitaron el teléfono. No fui a discotecas durante un mes, por haber empezado a hablar así.

Acabo de empezar a trabajar en una farmacia. Un joven entró y pidió una prueba de embarazo. Yo estaba contando el cambio y se me escapó: "Buena suerte". Unos cinco minutos después, volvió: "¿Qué querías decir?". Hacía mucho tiempo que no me sentía tan graciosa e incómoda al mismo tiempo.
Me despidieron el mismo día que mi novia tuvo nuestro bebé. Así que decidimos que yo cuidaría del peque y ella seguiría trabajando. Así que han pasado seis meses, estaba en mi primera entrevista después de la pausa laboral. Y la chica se dirigió a mí y me dijo: "Así que has tenido 6 meses libres para cuidar del bebé. Debes de haber disfrutado de tu descanso del trabajo". Sinceramente, me salté: "¡Casi me vuelvo loco! Han sido los seis meses más duros de mi vida". No conseguí el trabajo. © John Smith / Quora

Tengo rastas. Iba a arreglármelas un poco y le dije a mi madre que se hacían con ganchillo. Me contestó: “No vas a ir a ninguna parte, ¿acaso no puedo hacer ganchillo? ¡Tu madre va a hacerlo todo ella misma!”. Me puso en una silla y se fue corriendo a buscar los ganchillos. Estoy sentada. Esperando. Me da miedo.
Fue en primaria. Durante el recreo entró una mujer, hermosa pero con canas. Me pidió que llamara a una compañera y corrí hacia ella: “¡Elena, Elena, tu abuela está aquí!”. Elena me dijo más tarde que era su madre. Todavía hoy me avergüenzo.
Estaba dando a luz a mi primer hijo, ya era el segundo día de parto. Era de noche, solo estábamos la comadrona y yo en la sala. Mi cerebro debió de desconectarse por completo, porque después de otra contracción le pregunté por dónde saldría el bebé. Se rio tanto que el médico de guardia vino corriendo. Cuando dejó de reír, dijo: “Bueno, a ver si te acuerdas, que ya no eres una niña”. Han pasado tantos años y todavía me avergüenzo, pero me hice famosa en todo el hospital.

Una noche estaba cenando en casa de una amiga. Después de la cena, decidí felicitar a su madre por la comida. Y solté: "Gracias, estaba deliciosa. Pero claro, eso es porque tenía hambre". © Carol Bishop DeJong / Quora
Hacía unos 10 años que no veía a una compañera de clase, y una vez me la encontré con un hombre unos 40 años mayor que ella, canoso y desdentado. Y eso que somos treintañeras. Así que después de saludarnos, le dije: "¿Has ido a dar un paseo con tu padre?". Tendrías que haber visto sus caras. Resultó que era su esposo. Nos despedimos crudamente y nos fuimos rápidamente. Han pasado muchos años desde aquel encuentro, y todavía me avergüenzo. © Olga Serova-Konareva / Facebook