20 Dueños de mascotas que no escatimaron en originalidad a la hora de nombrar a su peludito

Cuando una mascota llega a nuestro hogar, el amor nos inunda y un nuevo desafío nos espera. Pero también tenemos que tomar una decisión importante: ponerle nombre. Para algunos, puede ser un pleito familiar, pero para otros es una tarea sencilla, ya que le ponen lo primero que se les cruza por la cabeza, lo que puede resultar en un nombre inesperado y épico.

En Genial.guru creemos que los peluditos son un integrante más de nuestra familia, por eso compartimos contigo estas historias de dueños que decidieron que sus animalitos tuvieran un nombre único, y lo lograron.

• Mi hijo Sergio ha tenido tantos gatos que se le acabaron los nombres, así que a los últimos tres que le quedaron los llama por su color, Amarillo, Gris y Peludo, porque también es gris, y necesitaba diferenciarlo del otro Gris. Esperanza Reyes / Facebook
• Mi gata se llama Yoya, Yoyita, porque cuando la rescatamos era redondita y chiquita como un yoyo, estaba dentro de una cajita de papas fritas, era diminuta, puro hueso. La otra se llama Barriga, porque es gordita. Adriana Estela Olivares / Facebook
• Conocí un perro salchicha que se llamaba Mortadela. Natalia Aldana Ochoa / Facebook
• Cuando era niña mi papá me compró un perrito negro que en la cadera tenía una gran mancha blanca y le puso “Sincalzones”. Cuando se salía, gritaban: “¡Se salió Sincalzones!”. Andrea Anayatzin Viveros / Facebook
• Nuestra perra se llama Millie, pero mis hijos le dicen Miliosa o Millie Wonka, porque es de color chocolate. Yoleidys Chamorro Parilla / Facebook

• En un taller mecánico que conocí, acogían a perritos de la calle y todos tenían nombres como Tornillo, Radiador, Allen, Tricket y otros similares. Maricela García / Facebook
• Mi gata se llama Mía. Cuando la llevé a casa le puse de nombre Dear Prudence (sí, como una canción de The Beatles), pero mi mamá le cambió el nombre y la bautizó como Mía, y así se quedó porque decía que el anterior no era nombre para una gatita. Kelly Saavedra / Facebook
• El gato de mis hijas se llama RanaPerro. Porque brinca como rana y muerde como perro. Karmen Karillo / Facebook
• Mi gato se llama Kimawari. Jimawari en japonés significa girasol, y como es amarillito le pega muy bien, solo le cambié una letra. Karin Scharrig / Facebook
• Tuve un gato al que le pusimos “Bolis” porque era muy bólido. Tuve otra gatita rescatada de la calle y le puse “Pechuqui mamá” porque había tenido muchos partos. Ernestina Amador / Facebook

• Mi hijo siempre les ponía nombres poco comunes a nuestros gatitos. Recogimos uno muy muy delgado y lo llamó “Puro peyeyo”, porque era pellejo y huesos. También tuvimos una gata que no les temía a los perros, y si entraban a la casa, los sacaba casi montada en sus lomos, entonces la llamamos “Pepa Tota Rotwailer”, era el terror de los vecinos caninos, sin importar su tamaño. Carmen Vargas / Facebook
• Uno de mis perritos se llamaba Bombero, porque subía con mucha agilidad ese tipo de escaleras. Rosy Cruz / Facebook
• Conocí un perrito al que llamaban “Comovoz”, obviamente generaba risa y mal genio. Eli Barragan / Facebook
• Mis mascotas se llaman: Bongo Pecioso, Thiana Betsabeth, Sia Termópilis, Rhaegar Esperancito, Demy Emperatriz y Sheldon Koothrappali. Ivan Ordoñez Arcos / Facebook
• A uno de mis muchos gatos lo nombré “CUÁL”, y era muy divertido si alguien preguntaba por su nombre. Amelia Muñoz / Facebook
• Tenemos un gato de nombre Néstor y ese es “normal”, pero luego llegó otra gatita que se le parece mucho y nos dio flojera buscarle un nombre, así que le pusimos X2. También rescatamos una a la que le falta una manita, y de cariño (y porque tampoco le pusimos otro nombre) la llamamos Tripiecito. Lorena Cruz Martz / Facebook

¿Cómo se llaman tus mascotas? ¿Cuál es el nombre de animal más increíble que hayas conocido?