Qué pasaría si algunas especies desaparecieran del planeta (nueva selección)

Animales
hace 3 años

Podemos imaginarnos a todos los seres vivos que habitan el planeta Tierra como una enorme red, en la que cada uno de ellos aporta algo valioso. Si uno de ellos falta, aunque sea el más pequeño y aparentemente insignificante, todos los demás se ven afectados. Como por ejemplo, las abejas. Así como ellas, también existen otras especies fundamentales para la vida.

Genial.guru investigó y descubrió que hay más animalesvegetales que colaboran para que vivir en la Tierra sea posible, incluso para la humanidad. Conocerlos es un gran incentivo para seguir cuidando la salud de nuestro planeta.

1. El plancton interviene en procesos vitales para la vida, como la producción de oxígeno

Se llama plancton a un conjunto de microorganismos que viven en la superficie del agua del océano, aunque también habitan en aguas dulces. Sirven de alimento para grandes variedades de peces, crustáceos, aves y otros animales marinos, como la ballena. Existen cuatro tipos de plancton: fitoplancton, de carácter vegetal; zooplancton, de carácter animal; bacterioplancton, formado por bacterias y virioplancton, formado por virus.

Estos cuatro tipos cumplen un papel fundamental para mantener en equilibrio la vida en todo el planeta. Por ejemplo, sirven como indicadores de la calidad y nivel de contaminación de las aguas, pues son muy sensibles a cualquier cambio en ellas. Incluso actúan como descomponedores, participando en ciclos biogeoquímicos como del carbono, el azufre y el nitrógeno. Pero, más importante aún, el fitoplancton produce más del 50 % del oxígeno que hay en el planeta, resultado del proceso de fotosíntesis que estos microorganismos realizan para subsistir.

2. Los montículos donde viven las termitas son “islas de fertilidad”

Unas de las cosas que destacan en la sabana africana son los nidos de termitas. Dentro conviven millones de estos insectos que cavan intricados túneles debajo de la tierra. Los científicos observaron que hay un relación entre estos nidos y el desarrollo de la vida en este tipo de ecosistemas. Resulta que esos túneles que las termitas hacen, ayudan a aumentar los nutrientes de la tierra y canalizar el agua.

En una investigación se descubrió que donde se encuentran uno o más termiteros, se forman “islas de fertilidad”, es decir, hay mayor concentración de plantas y animales. Cerca de esos montículos las plantas crecen más rápido, los herbívoros y depredadores abundan y hasta crece el índice de reproducción. Sin ellos, el paisaje y la vida de la sabana no sería lo mismo.

3. Los murciélagos ayudan a controlar plagas y favorecen el crecimiento de las plantas

Alrededor de los murciélagos se crearon ciertas leyendas que les generaron mala fama. Lo cierto es que hay más de mil especies de murciélagos habitando en el planeta. Y la gran mayoría de ellos son esenciales para la biodiversidad en diferentes aspectos.

Algunos de estos animalitos se alimentan de polenfrutas, siendo importantes polinizadores y dispersores de semillas. De hecho, alrededor de 500 especies de flores dependen de los murciélagos para ser polinizadas. Los que se alimentan de anfibios, pequeños mamíferos e insectos, ayudan a controlar las plagas que afectan a los cultivos y al hombre (como el mosquito causante del dengue, por ejemplo).

4. Las ranas son esenciales dentro de la cadena alimenticia

Donde haya una población de ranas abundante, existe un equilibrio biológico a su alrededor. Es que estos pequeños anfibios son realmente importantes dentro del ecosistema en donde habiten, generando también una mejor calidad de vida en todo el planeta.

Desempeñan un papel clave en la cadena alimenticia, pues sirven de comida a otros animales. Su alimentación a base de insectos garantiza el control de plagas perjudiciales para los cultivos del ser humano. Incluso, los renacuajos que crecen en el agua, la filtran y la convierten en potable. También podrían ser necesarias para combatir enfermedades, ya que las toxinas presentes en algunas especies de ranas se están investigando a fin de crear diferentes fármacos con potencial terapéutico.

5. Las ballenas, peces y vertebrados marinos influyen en los efectos del cambio climático

La inmensa variedad de especies que habitan en los océanos tiene un rol muy especial para el resto de los seres vivos de la Tierra. No solo son fuente de alimento, también ayudan a estabilizar el clima. Los peces como tiburones, sardinas y atunes, además de los vertebrados marinos (tortugas, aves y mamíferos marinos) regulan la cantidad de dióxido de carbono al absorber el 30 % de este gas presente en la atmosfera, evitando su acidificación.

Pongamos por caso a las ballenas de gran tamaño como la azul, la franca y la jorobada. Estos animales acumulan enormes cantidades de dióxido en sus cuerpos. Cuando mueren de forma natural, sus cuerpos se hunden y ese gas se va con ellas, quedando almacenado por años y años. Un grupo saludable de ballenas puede atrapar cantidades importantes de gases efecto invernadero, lo que ayudaría a mitigar las consecuencias del cambio climático.

6. Las lombrices de tierra modifican el suelo, mejorando su calidad

Así como se les ve, las lombrices de tierra no parecen tener influencia en el medio que las rodea. En realidad, no es así. Su presencia hace que los suelos donde habitan estén mejor preparados para el crecimiento de las plantas. Las lombrices tienen la capacidad de adentrarse muy profundo en la tierra. Eso hace que el suelo se airee, quede suelto y lleno de nutrientes, apto para el cultivo.

En las zonas donde las lombrices son abundantes, estas procesan hasta 250 toneladas de tierra al año por hectárea. Su impresionante trabajo subterráneo interviene en las propiedades biológicas, químicas y físicas del suelo, modificando su estructura y acelerando la descomposición y el reciclado de nutrientes. Así que donde haya lombrices, hay una saludable vida vegetal.

7. Los primates promueven la regeneración de los bosques

En la actualidad existen 504 especies de primates repartidas en todos los continentes del planeta. Los hay tan pequeños que solo pesan 30 gramos, como el lémur de Madagascar, hasta los más grandes de 200 kilos como los gorilas.

Ellos contribuyen a la biodiversidad y regeneración de los bosques, manteniendo la salud del ecosistema donde habitan. Dependiendo de su alimentación, los primates ayudan a polinizar las flores y dispersar semillas, que en un futuro se convertirán en árboles y arbustos, quienes a su vez intervienen en la captura del carbono, disminuyendo los efectos del cambio climático.

8. Las aves son indicadoras de la salud del ecosistema

No es posible imaginar un mundo sin aves. Ellas proporcionan belleza y alegría al ambiente, pero hacen mucho más que eso. Son vitales para la ecología. Por ejemplo, las aves sirven como dispersoras de semillas, ayudando al crecimiento de las plantas, llegando a transformar paisajes enteros.

Algunas especies, como los colibríes, polinizan las flores y otras, como las zancudas, distribuyen los huevos de peces que se pegan a sus largas patas promoviendo una buena población en el medio acuático donde se alimentan. Otras ayudan a controlar las plagas al alimentarse de insectos dañinos para el ser humano o recoger la carroña. Su presencia es una indicación de que el ecosistema a su alrededor está sano.

9. Las mariposas son importantes polinizadoras

Las mariposas son fundamentales para el crecimiento de las plantas, y por ende, de la agricultura, pues son importantes polinizadoras. De hecho, ciertas flores solo pueden ser polinizadas por una especie concreta de mariposa.

Donde haya una abundante población de mariposas, habrá una saludable población de otros animales que se alimentan de las orugas. Por eso, su presencia ayuda al ser humano a estudiar cómo impacta el cambio climático en el planeta.

10. Los hongos ayudan a enriquecer el suelo, favoreciendo el crecimiento de las plantas

Los hay venenosos, alucinógenos y también comestibles. En realidad, no importa de qué tipo sean, los hongos son esenciales para la vida, pues su presencia garantiza una saludable población vegetal. Su principal función es la de descomponer la materia orgánica, liberando sustancias nutritivas que enriquecen los suelos, que son aprovechados por otros organismos vivos.

Se cree que el 80 % de las plantas vasculares están ligadas a los hongos. Sin ellos, no podrían enfrentarse a las inclemencias del clima y sucumbirían a las sequías, al ataque de las insectos o bacterias. Algunas especies de insectos, como las termitas (quienes también son vitales para el ecosistema), necesitan de los hongos para conseguir su comida. Y en otros casos, ayudan al control de plagas al parasitar insectos dañinos para el ser humano.

11. Las garrapatas ayudan a controlar la población de otros animales

Ciertamente, no se piensa en las garrapatas como elementos beneficiosos dentro del medio ambiente. Más bien, se las considera una plaga que hay que erradicar. Sin embargo, en la naturaleza juegan un rol importante al servir como alimento de diversas especies de aves, anfibios y reptiles.

Su presencia también es útil como indicadora de buena salud del ecosistema, pues un aumento de ellas equivale a una disminución de depredadores de presas pequeñas. También ayudan a mantener controlado el número de animales salvajes.

¿Cómo puedes tú colaborar para cuidar el medio ambiente? ¿Cuál es tu animal favorito y cómo crees que influye en el ecosistema?

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