10 Mitos históricos en los que seguimos creyendo ciegamente desde la escuela, pero no deberíamos hacerlo

Curiosidades
hace 2 años

Todos obtenemos muchos conocimientos a través de las novelas y el cine, y con frecuencia esto ocurre de forma automática. Pero, posteriormente, descubrimos que la realidad no es como pensábamos. Pues bien, ampliemos juntos nuestros conocimientos y cambiemos nuestra percepción del mundo.

Nosotros en Genial.guru hemos investigado algunas verdades “indiscutibles” que pueden darnos sorpresas. En el bono descubrirás que el “dinero para gastos menudos” de las mujeres en el pasado no significaba lo mismo que ahora.

1. El corsé no es tan aterrador como lo pintan

Los corsés tienen una mala reputación. La protagonista de Piratas del Caribe se desmayó por tener muy apretado el corsé y estuvo a punto de morirse. Sin embargo, Valerie Steele, directora del Museo del Instituto Tecnológico de la Moda, dice que esta ropa interior de los siglos pasados no era tan mala como la gente piensa. Y no provoca desmayos en las personas.

Se cree que usar corsé causa enfermedades graves. Esto no es así. Tampoco hay registro de que a una mujer se le haya quitado una costilla para que le quedara mejor el corsé. Se trata de un mito totalmente absurdo, teniendo en cuenta el peligro de realizar una operación en el siglo XIX.

Por supuesto, no es la prenda más útil para usar en la vida cotidiana. El corsé presiona los órganos internos y debilita los músculos de la espalda. Sin embargo, no es tan peligroso como se suele pensar. No lo apretaban tan fuerte como se mostraba en las películas y las consecuencias perjudiciales de su uso son exageradas. Los tacones, por su parte, afectan de la misma forma que el corsé la ejecución de las tareas domésticas.

2. Las linternas chinas no se usaban para pedir deseos

Actualmente, estas linternas se asocian con algo positivo y alegre, pero en realidad no se inventaron para pedir deseos. En la época de los Tres Reinos, en China vivió un líder militar llamado Kong Ming. Una vez su ejército cayó en una trampa y él, con ayuda de linternas, pidió refuerzos. Por eso las linternas del cielo chinas desde entonces son conocidas como linternas de Kong Ming.

3. Los “pies de loto” eran una costumbre que no solo seguía la nobleza

Se considera que la tradición de los pies vendados en China era practicada únicamente entre los miembros de la clase alta. El hecho es que solo un esposo rico podía mantener a una “esposa sin trabajar”. Pero los pobres también vendaban sus pies, o por lo menos, así era a principios del siglo pasado.

Una abuelita de 83 años que vive en una región de China recuerda: “Cuando tenía 10 años, todas las niñas de mi aldea tenían unos bonitos y pequeños pies de loto. Yo tenía unos pies grandes y normales. Todos se reían de mí y decían que no sabía hacer nada, ni siquiera vendarme los pies”. Y ella también comenzó a vendárselos.

Y con esos pies, las mujeres realizaban trabajos pesados. ¿Qué clase de aristocracia es esta? No obstante, las personas de la etnia hakka (en China hay muchas etnias) se las arreglaron muy bien sin los pies de loto.

4. Los eunucos no solo eran sirvientes del tipo “ve y tráeme esto”

La mayoría piensa que los eunucos eran sirvientes del palacio. Pero en el siglo XV, en China, los eunucos trabajaban como funcionarios. Por ejemplo, ellos cobraban los impuestos en el sector del comercio. Había eunucos diplomáticos y jefes militares. Si una persona alcanzaba un alto rango y reconocimiento, entonces las siguientes generaciones veneraban a sus parientes lejanos eunucos. Los clanes incluso podían reconocer a esa persona como un espíritu guardián de la zona.

5. Europa no era tan monógama como parece

Al parecer, es un hecho innegable que en Oriente prevalecía la poligamia y en Europa, la monogamia. Por lo menos, no había harenes oficiales como en China y Turquía. Sin embargo, aquí hay algunas excepciones que no se suelen contar en la escuela.

En el siglo XIII, el conde alemán Graf von Gleichen partió a una cruzada y fue tomado prisionero. Él escapó con la hija de un sultán turco. El conde obtuvo permiso para casarse con la mujer turca sin tener que divorciarse de su primera esposa. Los historiadores discuten si se trata de una leyenda o no. Sin embargo, en Erfurt se encuentra el sepulcro de piedra del conde y sus esposas. El historiador Nikolái Karamzín visitó el sepulcro. Él escribió lo siguiente: “Vi esta gran piedra y bendije la memoria de los cónyuges”. En la iglesia de Sankt Viti, se pueden ver brillantes vitrales con el conde Gleichen y sus esposas.

Por lo tanto, en el pasado un europeo podía tener dos esposas. En el siglo XVI, el landgrave Felipe I de Hesse, aludiendo a la experiencia de su predecesor, también tuvo dos esposas legítimas:
Cristina de Sajonia y Margarita de Saale. Sus retratos se han conservado hasta nuestra época.

6. Las mujeres chinas podían tener varios esposos

Frecuentemente, los generales y grandes oficiales de China tenían una esposa y muchas concubinas. La poligamia se consideraba inmoral e ilegal entre los han (la principal etnia), pero en otras etnias chinas esta costumbre existía y existe hasta hoy en día, especialmente en las regiones montañosas. Esto se hace para que no haya necesidad de dividir las tierras entre los hijos; de lo contrario, las parcelas serían muy pequeñas y nadie podría alimentarse.

7. Los inodoros de oro aparecieron mucho antes de lo que pensamos

Este elegante objeto es un recipiente, pero no sirve para comer de él. Frente a ti no hay nada más y nada menos que un orinal, que se utilizaba en China durante el régimen de la dinastía Qin.

Si crees que los inodoros de oro y los lujosos excusados fueron inventados en nuestro tiempo, estás muy equivocado. En el siglo XVIII, en China, en la ciudad de Yangzhou, vivió un rico comerciante de sal. Él se convirtió en un verdadero símbolo viviente de la riqueza cuando pidió un orinal de oro. El hombre tenía que recurrir a una escalera para utilizarlo, ya que el orinal era bastante alto.

8. Luis XIII de Francia definitivamente no era un personaje cómico

En general, conocemos a Luis XIII de Francia, a su esposa la reina Ana de Austria y al cardenal Richelieu por la novela Los tres mosqueteros y sus adaptaciones cinematográficas. Allí el rey de Francia se representa como un personaje bastante cómico, un poco aburrido, malhumorado y no muy inteligente, pero que al mismo tiempo sabía que Richelieu realizaba intrigas en su contra.

En realidad, Richelieu fue un buen consejero de la corte y el poder de Luis se fortaleció gracias a él, así como la posición de Francia a nivel internacional. Y la verdad es que Luis no era un hombre sin carácter, dado que en su juventud tuvo que hacerle frente a su madre, María de Médicis. Por cierto, en los retratos oficiales, posaba en trajes negros.

9. Los chinos no solo escriben con caracteres

Al ver la frase “idioma chino”, se nos vienen a la mente sus caracteres. Pero no todos saben que los habitantes de China dominan casi 300 idiomas. El idioma oficial del país es el mandarín o chino mandarín. Pocas personas escriben con caracteres. Por ejemplo, el abecedario tibetano cuenta con 30 letras-sílabas. Más abajo podrás ver un ejemplo de su escritura.

Si consideras que el idioma mandarín es difícil, entonces aquí te damos una información para reflexionar: tienen 4 tonos, y el idioma de los dong tiene 15 tonos.

10. En la época de Jane Austen, las mujeres podían tener una carrera y no solo bordar el punto de cruz

Posiblemente has escuchado lo mucho que se restringían los derechos de las mujeres durante la época de Jane Austen. Una mujer de una familia pobre o sin esposo tenía que trabajar como institutriz o maestra, y esa vida no era sencilla. Pero seguramente cualquier persona ha oído hablar de Madame Tussauds y su museo de figuras de cera. Ella nació en una familia pobre, se volvió exitosa, famosa y su negocio sigue vigente hasta el día de hoy.

Bono: Inicialmente, el término “dinero para gastos menudos” no se refería a los gastos pequeños personales

“Dinero para gastos menudos” (pin money) es un término bastante común. Antes en Inglaterra esta frase hacía referencia al dinero que el papá o el esposo le daban a una mujer para que ella pudiera comprar un sombrero o unos guantes, entre otras cosas. En pocas palabras, era una pequeña cantidad de dinero para gastos personales.

La historia de esta frase se remonta al siglo XVI y está relacionada con el costo de los alfileres (pins), que en aquel entonces eran escasos y costosos. Por lo tanto, hace 500 años esta frase significaba una compra costosa.

¿Qué hecho te ha sorprendido más? ¿Conoces algunos otros mitos relacionados con la historia?

Imagen de portada Gone with the Wind / MGM

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