13 Sutilezas en las que no piensan las personas al soñar con dejar sus trabajos e irse a vivir a unas islas paradisíacas

hace 3 años

Muchos encuentran tentadora la idea de dejar todo e irse a vivir a un lugar con verano durante todo el año. Cambiar lo gris por colores brillantes, las rigurosas semanas por una eterna fiesta, los rostros apagados de los compatriotas por las sonrisas de los locales, ¿acaso no suena como a un sueño? Podría parecer que la vida en los trópicos no tiene desventajas y está llena por completo de lados positivos, pero ¿realmente es así?

Hay quienes realmente dejan todo y se van. Pero las islas paradisíacas durante unas vacaciones y las mismas islas para una residencia permanente son “dos cosas completamente diferentes”. Cuando pasa la primera euforia, comienza la vida “tropical” habitual, y no a todos les agrada. Después de unos meses ves a los adeptos del downshifting buscando boletos de avión en Google para regresar a casa. Y la razón no es que extrañen la comida de mamá (aunque, por supuesto, estas cosas pasan). Muchos autores de Genial.guru han practicado el downshifting, y por eso saben de primera mano que las cosas no siempre salen bien.

Empieza a parecer que todos los días son iguales

El “día de la marmota” pasa imperceptiblemente. Al principio, todo parece nuevo e interesante. Los adeptos del downshifting estudian el nuevo lugar con entusiasmo, se relajan bajo el Sol y, después de unos dos o tres meses, son capturados por los pensamientos de que hoy se encuentran haciendo lo mismo que ayer, anteayer, hace 3 días y una semana. Ante la falta de un pasatiempo, amigos y trabajo es muy difícil escapar de la monotonía.

  • ¿Por qué nos fuimos de Tailandia después de vivir 5 años allí? Aparecieron nuevos horizontes, posibilidades y aptitudes. Comprendimos que aún éramos demasiado jóvenes para pasar 24 horas lidiando con problemas ajenos y demasiado viejos para estar día y noche en la playa y las discotecas. Para desarrollarse se necesita esfuerzo y superación; de lo contrario, existe el riego de estancarse profundamente en un pantano paradisíaco y después decirse a uno mismo con frecuencia que un buen clima y ecología determinan nuestra felicidad, algo que no es del todo cierto.
  • Bali está lleno de personas religiosas, locas por el yoga y los chakras iluminados. Esto es normal. El empuje hacia el vegetarianismo y la apertura a los chakras aparece aproximadamente después de medio año de residencia, porque todo lo demás está en completa degradación.

Falta de comunicación con personas, estimulación intelectual y cultural

La probabilidad de que un adepto del downshifting encuentre verdaderos amigos entre la población local es nula. Se pueden tener conocidos (principalmente entre los trabajadores del sector de servicios), pero es poco probable que puedas hablar con ellos sobre tu libro o película favorita.

  • A pesar de que me encanta Tailandia, hay algo sin lo que no puedo estar por mucho tiempo. Me hace falta comunicación intelectual con personas fuera de Internet, y todos mis intentos por encontrar verdaderos amigos, en los cuales yo pudiera confiar, no tuvieron éxito. Frecuentemente era engañada por los tailandeses y farangs. Todo el tiempo miraba a mi alrededor, y no confiar en las personas es algo que me agota.
  • Alrededor hay buenas y dulces personas. Con ellas puedes platicar, sentarte a tomar té, jugar algo o ir a algún lugar a pasarla bien. Pero es totalmente imposible hablar de algo más profundo que las últimas noticias, en el caso de los hombres, o cómo combinar mejor el color de la ropa en el caso de las mujeres. ¡Es como un tipo de hambre intelectual!
  • Yo regresé porque comencé a extrañar la sensación de ser una “persona normal” y no un farang. Quería hablar con la gente sin tener dudas de que en realidad me entendería. © xandreu / thaivisa

Es imposible asimilarlo

Puedes vivir en cualquier estado del Sudeste Asiático por 10 o 20 años, aprender a la perfección el idioma, obtener una ciudadanía e incluso casarte con un ciudadano de ese país, pero nunca serás parte de los suyos.

  • Por mucho que lo intentes, nunca podrás integrarte por completo. Siempre serás un “cajero” andante, e incluso después de vivir en la isla por 5 años intentarán sacarte algo de dinero como en los primeros días. Además, las palabras “mister, un masaje” y “mister, ¿quiere un taxi?” te perseguirán a donde sea que vayas.
  • Es una pena que, para muchos vietnamitas, los europeos solo signifiquen una palabra: dinero. Así, nosotros no solo nos convertimos en un blanco principal de los estafadores, sino también atraemos demasiado la atención de los ciudadanos, incluso si tienen buenas intenciones. © Thomas Griffin / Quora

Tienes que respetar las costumbres de los demás

Para los recién llegados, no siempre es claro qué puede causar rencor o disgusto en la población local, y muchas reglas y tradiciones, por el contrario, les causan disgusto a ellos. Sin embargo, en un país ajeno, a veces tienes que ocultar tus emociones muy en el fondo.

  • Tendrás que luchar en tu interior contra el deseo de enseñarles a los indios las reglas de etiqueta, o, mejor dicho, la simple cortesía. Ellos se meterán sin hacer fila fingiendo que no te han visto, pisándote y mirándote con su mirada vacía. Si no puedes ver cómo la mitad de las personas a tu alrededor en una cafetería comen con las manos y cómo, de manera apetecible, meten la mitad de su mano en su boca, entonces tendrás que cocinar en casa (por siempre).
  • En Bali nadie ha escuchado sobre los derechos del consumidor. No importa si no esperas que te regresen tu dinero, incluso pedir que te cambien una cosa que no funciona o es inadecuada por otra puede ser muy problemático. Así que, si arruinaron una obra de construcción, contrato, un lote de pieles o simplemente tu estado de ánimo, lo máximo que escucharás es un: “Lo siento, jefe”.
  • Sinceramente me disgusto cuando veo cómo limpian, construyen un mueble, cómo cuidan el jardín, cuelgan un cuadro o cocinan. En casa, yo siempre discutía con papá acerca de un trabajo ideal. Me parecía que era demasiado exagerado. Pero en la India lo extraño tanto.

Los extranjeros siempre pagan más

“Turista local (adulto): 40 baht.

Turista local (niño): 20 baht.

Turista extranjero (adulto): 400 baht.

Turista extranjero (niño): 200 baht”.

En los mercados, taxis, tuk-tuks y, en ocasiones, en algunos restaurantes se aplica una política doble de precios. Llega a ser ridículo: en el menú en idioma local se muestra un precio, y en el menú en inglés otro. Por las entradas a los parques nacionales y museos, los turistas prácticamente siempre pagan unas cuantas veces más que los locales. Por ejemplo, la entrada al Parque nacional Udawalawe, en Sri Lanka, para los habitantes locales cuesta 60 rupias, y para los extranjeros, 2 720 rupias, es decir, ¡45 veces más!

A muchos seguidores del downshifting, esto les parece injusto. Un usuario en Twitter publicó: “Yo le doy empleo a 60 tailandeses, pago todos mis impuestos en Tailandia, gasto una gran parte de mis ingresos en el país, estoy casado con una tailandesa. ¿Y qué es lo que recibo? Tengo que pagar 400 baht en lugar de 40”. Luchar contra eso solo altera tus nervios y, por lo general, no tiene sentido. La mayoría, o bien tolera las órdenes existentes, o se va.

En situaciones controvertidas, la ley siempre está del lado de los habitantes locales

Ante los ojos de la justicia, los intereses de los extranjeros son irrelevantes. En cualquier accidente de tránsito, discusión con un escrupuloso arrendador, taxista o vendedor, por defecto, el culpable es el extranjero. En Internet pueden encontrarse varios ejemplos de lamentables historias sobre la pérdida de un negocio debido a esto, y las sociedades de expatriados en redes sociales frecuentemente hacen colectas de dinero para contratar a abogados que puedan liberar de las rejas a algunos desafortunados adeptos del downshifting.

Por desgracia, en ocasiones, el sistema de justicia en el Sudeste Asiático se enfrenta con aquellos que llevan una vida tranquila y respetuosa con la ley. Un extranjero que terminó dentro de una prisión en Phuket escribió en Internet: “Cuando te sumerges en esta esfera jurídica, te das cuenta de que todo el tiempo estás caminando por un campo minado. Grandes condenadas les esperan a las personas que se tomen una selfi con una estatua de Buda, y los turistas se verán en la necesidad de pagar sobornos en cientos de miles de baht para no ir a la cárcel por fumar un cigarrillo electrónico, usar walkie-talkies, filmar la naturaleza con una cámara profesional, poseer corales o alimentar a los peces en las reservas naturales”.

El Sudeste Asiático no es apto para los amantes de los paseos a pie

Moverse a pie en prácticamente cualquier ciudad tropical en Asia es incómodo e incluso peligroso, pero a muchos les causa temor manejar debido a un caótico e impredecible movimiento. Hay personas para las cuales son más cómodas las caminatas a pie, y también hay quienes consideran que la seguridad al manejar es tan crucial que al vivir un par de meses en Tailandia, Indonesia, Vietnam o India, ellas optan por buscar países más cómodos para los peatones.

  • ¡Bali es uno de los lugares en donde, si no andas en motocicleta (o auto), entonces no puedes hacer nada! Todo está lejos de todo. No hay un transporte público como al que estamos acostumbrados, los taxis son costosos, e ir caminando de un lugar a otro es igual de problemático incluso al intentar ir a la tienda más cercana: hay pocas aceras, y caminar por un camino estrecho en donde, por un lado, circulan los automóviles, y, por el otro, hay una zanja apestosa es algo espeluznante.
  • El tránsito en Vietnam es algo horrible, especialmente en Hanói. En general, esas personas no están sujetas a las reglas, se estacionan y avanzan por la zona de peatones. Cruzar la calle no es una tarea sencilla. © John Costello / Quora
  • Antes pensaba que en la capital de mi país había un tráfico horrible, pero estaba equivocada. Todos manejan como quieren. No se detienen en los semáforos, pasos peatonales, nadie te cede el paso. Frecuentemente tocan el claxon. Nosotros dos dimos cuenta de que “eres más audaz” entre más rápido llegues a tu lugar de destino. Cuando manejas, con frecuencia estás rodeado de motocicletas que andan de un lado para otro. Y, lo más importante, ¡no conocen las luces intermitentes! Ellos sacan su mano por la ventana o el pie de la motocicleta y dan la vuelta.

No puedes huir de los encuentros con la naturaleza salvaje

Al decidir mudarse, muchas personas no toman en cuenta la fobia a los insectos, arañas, serpientes y demás. ¡Pero deberían hacerlo! En ocasiones, la razón de una marcha anticipada de los trópicos se debe al pánico a los insectos.

  • Hay cucarachas del tamaño de una caja de cerillos por todos lados, incluso se meten hasta en los armarios. A veces, cuando sacas unos calzoncillos, de ellos cae una cucaracha. Te pones a pensar profundamente y no sabes si ir a lavarlos primero o vomitar. No puedes dejar nada en la mesa, ni siquiera agua. A veces, los bichos se ahogan en la alberca, y, en ocasiones, incluso en compañía de una rata suicida.

Puedes olvidarte del ocio cultural y las actividades sociales

Muchos subestiman la falta de atracciones culturales en los trópicos. Si en casa podías ir a teatros, galerías, reunirte todos los días con tus amigos en cualquier bar para jugar algo o ir a un partido de tu equipo favorito, en un paraíso tropical, en el mejor de los casos, solo podrás ir a un centro comercial con cine y ver películas en inglés.

  • En Tailandia me hace falta el deporte. En casa, yo apoyaba al equipo local, y extraño eso. Aquí no puedo hacer ejercicio. Intenté ir a los partidos de fútbol de la Liga de Tailandia, pero extraño a mi equipo. © FreedomDude / thaivisa
  • La primera vez que fui a Varkala (Kerala, India) por dos semanas, simplemente me enamoré del lugar, por eso decidí regresar y vivir un par de meses allí. Renté una casa junto con una pareja del Báltico. Por las mañanas iba a la playa, durante el día trabajaba, y, por lo general, comía en cafeterías. Pero esas eran todas mis atracciones. No había a dónde más ir. Thiruvananthapuram está a 60 km; tiene museos, zoológico y un par de templos interesantes que examiné la primera vez. Si no hubiera sido por mis vecinos, con quienes jugaba a las cartas por la tarde, no sé cómo habría llegado hasta mediados de marzo.

Los servicios médicos que no se incluyen en la póliza de seguro son muy costosos

La póliza de seguro turístico te ofrece atención en clínicas en situaciones extremas, pero no cubre una visita habitual a un médico si de pronto tienes un dolor de espalda o por la agravación de una enfermedad crónica. En tales casos tendrás que soportar el malestar o utilizar servicios médicos de paga, los cuales pueden ser muy costosos.

  • Una chica del departamento vecino se rompió la mano. Ella estaba nadando en el mar, en aguas poco profundas, cuando una ola la hizo girar y golpearse con el fondo. El doctor le mostró una radiografía y le dijo que tenían que operarla. Al enterarse de que no tenía seguro, le ofreció una alternativa si no conseguía pagar: colocarle un vendaje funcional para que fuera a su país y se operara allí. Sin embargo, la cirugía tenía que hacerse en los siguientes cinco días. El problema es que ella tenía un bebé lactante del cual nunca se había separado. La operación se asignó para el día siguiente, y costó 50 000 rupias. Además, tuvo que pagar 400 rupias por la radiografía, y otras 400 por el vendaje funcional, aparte de otras 1 000 rupias de la medicina.
  • Mi esposa se bronceó y cerca de la medianoche su temperatura subió a más de 40 ºC, así que fuimos al hospital. Revisión, muestras de garganta y medicina (antibióticos, aerosol para la garganta, antipiréticos y analgésicos). En total, la cuenta fue de 250 USD.

“Medicina: 2 639 baht. Análisis clínicos: 1 380 baht. Servicios de enfermería: 400 baht. Servicios médicos: 250 baht. Revisión de un doctor: 1 000 baht”.

La nostalgia por casa resulta ser más fuerte de lo que podrías imaginar

Llega el momento cuando todo lo negativo de lo cual tratamos de escapar se desvanece y en la mente aparece algo agradable: un paseo por el parque en otoño, iluminación navideña en la plaza central de la ciudad, tu cafetería favorita... A esto se agrega la inminente nostalgia por amigos y familiares. A pesar de que regularmente puedes hablar con ellos por videollamadas e intercambiar fotografías en los chats familiares, eso no reemplaza la plena comunicación.

  • Una de las razones por las cuales yo pensaba en regresar a casa era la ausencia de amigos. Todos los expatriados con los que me he encontrado son un poco locos: o les gusta tomar mucho, o son arrogantes hombres de negocios que alardean de lo increíble que viven. En casa tengo a mi familia y amigos, lo que hace que la idea de volver sea tentadora. © Marcel1 / thaivisa

Echarás de menos los productos habituales

Actualmente puedes comprar productos europeos en muchos lugares turísticos, pero hay algo que únicamente está disponible en tu país de origen (y, por alguna razón, eso es lo que más quieres): frambuesas frescas, fresas, grosella espinosa, sazonadores, pan y chocolates.

  • En la India, por las noches soñaba con algunas cosas sencillas a las que en mi país no prestaba atención. Por ejemplo, crema, galletas, pan negro y fresas. Hay cosas que pueden prepararse y cocinarse ante un ferviente anhelo, pero yo, por ejemplo, no me atrevería a comer un hígado en Khajuraho, India.
  • La comida europea en Bali es muy costosa en comparación con los productos locales. Los quesos se cobran por su peso en oro, y no hay requesón ni productos de leche agria, únicamente puedes comprar yogur sin sabor y pan blanco. Por un par de paquetes de trigo sarraceno te recibirán en el aeropuerto y te llevarán a donde quieras. La cerveza local es bastante mala, y los vinos son demasiado caros. En general, para tener una vida confortable es necesario cambiar muchos gustos y hábitos alimenticios.

No todos pueden soportar el clima caluroso y húmedo

  • Antes de mudarme a Sri Lanka no sabía que podías broncearte en tan solo 10 minutos. Resultó que tenía una piel bastante sensible, algo que nunca noté al vivir en Europa. Incluso después de estar un corto período de tiempo bajo el Sol, en mi cuerpo apareció cierto sarpullido. Tuve que irme de la costa hacia las montañas.
  • Me fui, y ahora puedo salir a la calle durante el día porque en el cielo no se encuentra esa enorme cosa amarilla de forma circular que hace imposible la presencia afuera, especialmente desde abril hasta junio. © thejcb / thaivisa

Un café que se humedeció y se convirtió en una piedra pegajosa en tan solo un día.

  • Después de vivir durante una semana en Ko Pha Ngan (Tailandia), sorprendentemente encontré un hongo dentro de la lente de mi cámara. Tuve que visitar otra isla para que me la limpiaran. Durante la temporada de lluvias, los hongos aparecen en donde sea, literalmente en solo un par de días. Nuestros documentos, cosas de invierno, bolsos de piel, zapatos e incluso almohadas se cubrieron de un esmalte verde. Es una cosa muy dañina por la cual nuestro hijo comenzó a toser. Si no guardas bien la sal y el azúcar, se convierten en una pasta, y si dejas la bolsa de café abierta durante toda la noche, se convertirá en una piedra.
  • Al final no logré acostumbrarme al calor y al montón de mosquitos. Tenía que bañarme en repelente, pero de todos modos les parecía delicioso. Me harté de bañarme luego de cada salida a la calle para después aplicarme repelente nuevamente. © roger long / thaivisa

  • En 4 meses y medio, incluso en un buen estuche, en unos lentes Armani comenzó a crecer moho. Al llegar a Sri Lanka me sorprendió cómo se echan a perder las cosas. En tres meses, todo se cubrió de moho en un espacio cerrado. Tienes que lavar todo. © victoria.planetter / Instagram

Nosotros no estamos tratando de alejar a nadie de una vida en los países cálidos. Para muchas personas, un viaje largo se convierte en un incentivo, ayuda a cambiar las cosas y a ver nuevos horizontes. Otras, finalmente decepcionadas, regresan a lo anterior. Estaremos muy contentos si nuestro artículo ayuda a alguien a reflexionar bien acerca del traslado a los trópicos. ¿Alguna vez has pensado en el downshifting? ¿Has vivido tal experiencia? Cuéntanos a nosotros y a nuestros lectores.

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