18 Secretos de viaje que pocos conocen revelados por un pasajero frecuente de vuelos

hace 11 meses

Viajar en avión es una experiencia que puede ser placentera o terrible, todo depende de cómo sepas viajar. Para hacer tu vida mucho más fácil te preparamos algo de información curiosa con la que puedes tener un mejor vuelo o al menos saber con certeza lo que está pasando en cada momento.

1. El color de los asientos

Es posible que hayas observado que la mayoría de los aviones cuentan con asientos de color azul. No existe un enigma detrás de esto: las aerolíneas eligen este color debido a su efecto calmante. Se cree que brinda tranquilidad a los pasajeros y ayuda a relajarse, incluso a aquellos viajeros más ansiosos. Sin embargo, hay también una razón práctica adicional: las manchas, la suciedad y los arañazos son menos evidentes en el tejido azul oscuro.

2. La información en el pase de abordar

Es recomendable evitar desechar tu tarjeta de embarque en espacios públicos, ya que contiene información confidencial valiosa, como tu nombre y número de viajero frecuente. Esto podría otorgar a alguien la posibilidad de revisar tus reservas, modificar tu asiento e incluso cancelar tus vuelos. Por lo tanto, es aconsejable llevar la tarjeta de embarque a casa después de haber abordado el vuelo y eliminarla de manera segura utilizando una trituradora de papel.

3. Advertencias en el pase de abordar

Si en tu tarjeta de embarque encuentras las letras SSSS o S, debes estar preparado para someterte a controles de seguridad adicionales. En su lugar, es posible que observes un patrón similar al de un “tablero de ajedrez”. Además, si tienes cualquiera de estas indicaciones, es probable que tu equipaje de mano también sea sometido a una inspección minuciosa.


4. Razones para una inspección minuciosa

¿Cuáles son las razones por las que puedes ser seleccionado para un control secundario? Algunos de los factores incluyen hacer una reserva de viaje de ida o pagar en efectivo por el boleto. En ocasiones, la elección es completamente al azar.

5. Aborda al final

“No es necesario apresurarse. El consejo de los viajeros expertos es ’siempre abordar al final’. De esta manera, evitas perder tiempo haciendo fila y encuentras menos personas en la pista y en el pasillo. Además, reduces el tiempo que pasas en el avión. De todas formas, nadie ocupará tu asiento”.

6. Excepto si tu equipaje de mano es voluminoso

Si llevas contigo una bolsa de mano grande, puede resultar más conveniente evitar abordar al final. De lo contrario, es altamente probable que encuentres todos los compartimentos superiores llenos cuando llegues a tu asiento. En consecuencia, tu bolsa podría terminar en otra parte del avión y tendrás que esperar a que los demás pasajeros desembarquen para poder recuperar tu equipaje.

7. El personal a bordo controla el baño

Antes de despegar o aterrizar, los asistentes de vuelo suelen activar un interruptor en la puerta del baño para evitar su apertura. Del mismo modo, un sobrecargo puede abrir la puerta cuando alguien se encuentra dentro simplemente levantando el letrero de “baño” y girando la manija hacia la posición de desbloqueo.

8. Hay algo peor que las turbulencias

Los pilotos no muestran preocupación por las turbulencias, ya que son conscientes de que hay algo mucho más peligroso: las corrientes de aire ascendentes. En la mayoría de los casos, las turbulencias solo provocan un descenso de unos pocos metros, aunque puedan dar la sensación de caer desde la cima del Empire State Building. Si las turbulencias son lo suficientemente fuertes como para que los pilotos indiquen a los auxiliares de vuelo que se sienten, el avión puede descender entre 3 y 6 metros. Las turbulencias extremas en condiciones de aire claro son poco comunes. Sin embargo, las corrientes de aire ascendentes representan una gran masa de aire que se eleva, ya sea como parte de una tormenta u otro fenómeno meteorológico. Los pilotos no las detectan en sus radares durante la noche. Cuando el avión se encuentra con una de estas corrientes, se experimenta como si se pasara por encima de un gran bache a una velocidad de 804 km/h. Además, las corrientes de aire ascendentes son extremadamente peligrosas, ya que pueden impulsar al avión a alturas peligrosas.

9. Los aviones son más seguros de lo que crees

Los aviones modernos tienen un sistema especial que detecta otros aviones, montañas y diferentes objetos sólidos en su trayectoria. A 16 km de distancia de otro avión, una voz en la cabina comienza a corear “tráfico, tráfico...”. 8 km más cerca, la misma voz empieza a darles indicaciones a los pilotos. Los aviones pueden funcionar con un solo motor, ¡incluso durante el despegue y el aterrizaje! Que los dos motores fallen simultáneamente es casi inaudito. Pero incluso así, un avión no caería del cielo como una roca. Los pilotos tendrían hasta 20 minutos para encontrar un lugar adecuado para aterrizar.

10. Pierdes parte del sentido del gusto en las alturas

La forma en que se presuriza la cabina tiene un gran efecto en las papilas gustativas: ¡se pierde hasta un 30 % de la capacidad de saborear alimentos dulces y salados! En otras palabras, no es que la comida del avión no sea sabrosa, sino que no se siente su sabor. Esa es la razón principal por la que las empresas de servicio de comidas de las aerolíneas añaden sal y especias adicionales a los platos que cocinan. ¿Pero sabes qué puede ayudarte? Unos auriculares con cancelación de ruido. Por alguna misteriosa razón (que probablemente tenga una explicación científica), ¡anular todo ese ruido alrededor puede ayudar a tus papilas gustativas!

11. Cada sonido tiene un significado

Cada uno de esos “bips” que escuchas durante el vuelo tiene su propio significado. En la mayoría de las aerolíneas, un “toing” poco después del despegue indica que el tren de aterrizaje se está retrayendo. Tres “bips” seguidos significan más urgencia que uno solo. Un timbre alto-bajo informa a los miembros de la tripulación que sus compañeros los necesitan en otra parte del avión.

12. Elije el asiento sabiamente

Si experimentas ansiedad al viajar, te recomendaría que selecciones un asiento ubicado en la zona central de la cabina. Esto se debe a que las turbulencias suelen tener un mayor impacto en la parte delantera y trasera del avión, mientras que la región situada sobre las alas, que corresponde al área central, tiende a experimentar menos movimientos bruscos. Al elegir un asiento en esta área, podrás disfrutar de un vuelo más tranquilo y con menos turbulencias.

13. Los pilotos no comen lo mismo

Los pilotos y copilotos comen cosas diferentes. La razón de esta precaución es muy sencilla: ¡imagina que ambos pilotos coman el mismo plato y se intoxiquen! En este caso, ¡ninguno de los dos podrá controlar el avión! Si igual quieren comer lo mismo y no aceptan otra cosa, hay una red de seguridad. Los pilotos no se alimentan al mismo tiempo. Si el que ya comió sigue sintiéndose bien varias horas después, el otro piloto puede atreverse a probar lo mismo.

14. Este es el lugar más sucio del avión

¿Qué dirías si te preguntaran cuál es el lugar más sucio del avión? Nop, ¡no es el asiento del inodoro! Ni siquiera está en el baño. Los auxiliares de vuelo advierten que hay que tener especial cuidado con los reposacabezas, los compartimentos de los asientos, las bandejas ¡y los cinturones de seguridad! Los experimentos han demostrado que un tercio de los cinturones tienen levadura y moho. La mayoría de las bandejas están cubiertas de bacterias. Los compartimentos de los asientos también son asquerosos. Pero los reposacabezas son los más sucios de todos. En la mayoría de los casos, los auxiliares no tienen tiempo suficiente para cambiarlos o desinfectarlos entre los vuelos.

15. Anuncios de la cabina

Si el capitán anuncia que está terminando unos trámites, significa que está ocupado revisando el itinerario de vuelo o esperando a que el personal de tierra prepare la bitácora del vuelo. Se trata de un diario que contiene el registro oficial del viaje.

16. Los dormitorios de la tripulación

Algunos aviones, sobre todo los que recorren largas distancias, tienen dormitorios secretos para que los miembros de la tripulación puedan dormir. Estos cuartos, llamados “Compartimentos de Descanso de la Tripulación”, están situados en la parte trasera del avión o detrás de la cabina. Pueden tener hasta 10 cómodas camas para que los auxiliares de vuelo descansen.

17. Las ventanas son más resistentes de lo que crees

Las ventanas del avión están hechas de metacrilato superresistente que puede soportar fácilmente las altas velocidades. Y los cristales tienen una forma especial, de modo que la presión que hay dentro de la cabina los empuja contra el cuerpo del avión. En otras palabras, ¡es muy poco probable que las ventanas de los aviones se rompan! Antes, ¡las ventanas eran cuadradas! Pero la presión se acumulaba en las esquinas, que eran puntos débiles por excelencia. Esto significa que cada ventana cuadrada tenía cuatro puntos débiles. Por lo tanto, eran propensas a estrellarse bajo la enorme tensión de las grandes alturas. Por suerte, la fabricación de ventanas de avión curvas resolvió este problema de una vez por todas. Esa forma distribuye la presión y reduce la probabilidad de que se produzcan grietas o cualquier otro daño.

18. ¿Y si nos cae un rayo?

Los aviones suelen ser golpeados por los rayos: al menos una vez al año o una vez por cada 1000 horas de vuelo. Hoy en día, es totalmente seguro: la carga eléctrica simplemente atraviesa la carcasa de aluminio del avión. No le causa ningún daño. Pero ¿sabes que los aviones no solo son alcanzados por los relámpagos, sino que también los provocan? Cuando un avión atraviesa una nube, la fricción entre su fuselaje y el aire crea electricidad estática. A veces, puede provocar un rayo.

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