Personajes mágicos del mundo que les dan regalos a los niños en Navidad

Curiosidades
hace 5 años

Ninguna época del año nos acerca tanto a la magia como la Navidad. Muchos de los recuerdos más felices de nuestra infancia están asociados a esa noche: la familia se reunía anualmente para compartir comida deliciosa mientras los niños esperábamos impacientes la mañana del 25 para encontrar nuestros regalos bajo el árbol. Lo más emocionante del asunto, sin embargo, no era descubrir el juguete por el que habíamos reprimido nuestras travesuras, sino el hecho de que sabíamos que un ser mágico lo había puesto ahí durante la noche.

Genial.guru quiere presentarte a algunos personajes de alrededor del globo encargados de repartir obsequios en Navidad, para que conozcas un poco más de las tradiciones de diferentes países mientras avivas tu espíritu navideño.

1. Santa Claus

Santa Claus o Papá Noel es el personaje mágico navideño por excelencia. Todos los niños del mundo lo reconocen y se emocionan al ver a este ancianito de barbas blancas vestido con su característico traje rojo. Su importancia es tal que, todos los años, el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte se asegura de rastrear su paso alrededor del globo y asegurarse de que todo marche bajo control. Incluso puedes seguir su camino en línea o por teléfono.

2. Strega Befana

La Strega Befana no es más que una clásica bruja de nariz verrugosa, vestido remendado y gorro cónico que vuela en escoba sobre el cielo italiano repartiendo regalos a todos los niños... No has leído mal, ¡es este personaje tan tenebroso el encargado de dar obsequios! ¿Y cómo se llegó a eso? Bueno, según la leyenda, cuando los Reyes Magos buscaban el portal de Belén, perdieron la luminosa estrella guía durante una noche nublada. Al encontrarse perdidos, tocaron a la puerta de la bruja Befana para pedirle indicaciones. Esta les señaló el camino que debían seguir, pero se negó a acompañarlos. Arrepentida por su decisión, decidió armarse con una canasta de dulces y salió en la búsqueda de los hombres, pero no pudo encontrarlos, por lo que, para asegurarse de que el Niño Jesús recibiera sus ofrendas, se dispuso a repartirlas entre todos los niños del mundo. Hasta el día de hoy, la bruja Befana continúa visitando los hogares del encantador país mediterráneo durante las noches del 6 de enero sustituyendo a los Reyes Magos.

3. Sinterklaas

Cada 5 de diciembre, los niños de los Países Bajos son visitados por Sinterklaas, un dulce ancianito de barbas blancas que viaja en un barco de vapor desde España hasta las costas de Ámsterdam para repartir regalos y felicidad a los más pequeños de la casa. Cuando él desembarca, lo hace públicamente, montando un hermoso caballo blanco y seguido de su ayudante Zwarte Piet (Pedrito, el negro), quien carga el saco de juguetes. En la leyenda holandesa, el personaje entra por las chimeneas durante la noche y deposita los regalos en los zapatos de los niños, quienes le dejan como agradecimiento un tazón de speculaas, unas galletitas de canela típicas de la celebración.

4. Ded Moroz

Ded Moroz, o el abuelo de las nieves, es el protagonista de las fiestas navideñas en Rusia y demás países escandinavos de tradiciones ortodoxas. Se trata de un anciano de dos metros de altura con barbas blancas que le llegan hasta los pies. Cada nochevieja sale en una carreta tirada por caballos de su finca en Veliki Ústiug, pueblo que queda a casi 1000 km de Moscú, a repartir regalos a cada niño que se encuentre dentro del vasto territorio. Es ayudado por su nieta, Snegúrochka, doncella de las nieves, ya que ambos están dotados de un poder mágico muy especial: son capaces de congelar todo lo que tocan a voluntad (como Elsa en la película Frozen: una aventura congelada). Si alguien carece de espíritu navideño o presenta actitudes que puedan interferir con la celebración, es posible que sea congelado por el mítico mago blanco en forma de castigo.

5. Olentzero

Ahora volemos al norte de España para conocer a este particular personaje. Él es un carbonero que entrega regalos en los hogares el día de Navidad, en la zona del País Vasco y Navarra. Se suele representar tradicionalmente como un hombre grueso, desharrapado, un tanto manchado por su labor con el carbón y de buen apetito. Posee un profundo simbolismo respecto a la renovación de la vida: su aspecto representa el paso del tiempo al grado de acercarse a la muerte, y su desaparición con la llegada del año nuevo da lugar a una nueva vida, tanto de la naturaleza como la del propio ser humano.

6. Yule Lads

Dicen que dos cabezas piensan mejor que una. Bueno, en este caso, podemos suponer que trece pequeños seres deben ser mejor que uno, dado que de eso trata este grupo de criaturas proveniente de Islandia. Los Yule Lads son hijos de trolls que viven en las montañas, y que descienden ocasionalmente para jugar travesuras o asustar a aquellos chicos que se han portado mal. Visitan los pueblos y ciudades desde el 12 hasta la mañana del día de Navidad. Parece que para enfrentar a los niños pícaros se necesitan seres todavía más traviesos.

7. San Basilio

En las helénicas naciones de Grecia y Chipre, el encargado de repartir los regalos lo hace en Año Nuevo, pero igual se trata de un santo: San Basilio de Cesarea. También llamado “Basilio el Grande”, se trató del obispo de Cesarea en Capadocia, lo que hoy es la Turquía moderna. Se le conocía por su interés de los pobres y marginados por la sociedad. De acuerdo con la tradición ortodoxa, los ejércitos enemigos intentaron destruir Cesarea. Basilio ordenó a la gente que amasara oro para que fuera entregado a los enemigos para que no quemaran la región, pero, finalmente, estos nunca aparecieron, y el metal de alguna manera tenía que ser redistribuido a la gente. Sin embargo, no sabían lo que cada uno había dado, así que el santo creó panes con tesoros en su interior que fueron entregados a la gente de Cesarea. Desde entonces, el 1 de enero, los griegos hacen pasteles de San Basilio (un postre tradicional). Aquel que encuentra una moneda de oro en él es considerado “bendito” y el “hombre afortunado” del año.

8. Hoteiosho

Japón no es una nación en la que uno piense al imaginar una Navidad tradicional, pero esta festividad se ha hecho lugar en este país asiático... Aunque con varias diferencias. Un ejemplo de ello es el encargado de repartir regalos: Hoteiosho. Un monje budista muy rechoncho al que se lo relaciona con temas de la buena fortuna, que posee un par de ojos en su nuca para poder vigilar con mayor atención y detenimiento si los niños se portan bien o mal. Es el producto de una mezcla de culturas: un monje budista inspirado en deidades japonesas que ocupa un lugar ahora en una fiesta occidental.

9. Tomte

Originario de Suecia, el Tomte es un hombre de baja estatura, no muy diferente en ese sentido a un duende o un gnomo (personajes típicos del folclore escandinavo): viste ropas viejas y es algo solitario. Reside en los graneros y las despensas, en donde aprovecha su posición para vigilar granjas y hogares. Se le considera responsable del cuidado de los animales, con especial foco en los caballos. No pide mucho de los humanos, solo una ocasional papilla navideña llamada julegrøt con mantequilla durante la víspera de Navidad.

10. Mikulás

En el centro de Europa, en países como Hungría o Republica Checa, la labor de entregar obsequios entre los niños bien portados corresponde a Mikulás, y este tiende a pasar por los hogares un tanto más temprano que el resto de personajes de este tipo, precisamente en la víspera del 5 de diciembre. Aquellos que deseen recibir un regalo deben pulir bien su calzado, pues es ahí en donde Mikulás lo deposita. Los buenos reciben juguetes, chocolates o dulces, mientras que los malos reciben objetos como cebollas o cucharas. Claro, la mayoría de los niños tienden a tener un poco de ambos aspectos, así que el obsequio a menudo es una combinación de todo.

¿Hay alguna otra figura o personaje encargado de repartir regalos que conozcas? ¿Sabes de otras tradiciones de la época navideña? ¡Cuéntanos en la sección de comentarios!

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