10 Historias ocultas detrás de los “looks” más emblemáticos de actrices mexicanas e internacionales

Famosos
hace 1 año

A lo largo de la historia, el cine y la televisión nos han hecho conocer a mujeres maravillosas. Tal es así que adquirieron el atributo de “divas” que traspasan la pantalla, las épocas y nos enamoran con su apariencia y actuaciones estelares. Pero, más allá de lo estrictamente artístico, los looks de estas muchachas esconden algunos secretos y trucos que son dignos de ser contados. Aquí recopilamos varias historias y te las presentamos para que te deleites tanto como nosotros.

1. El vestido rosa que usó María Félix en El rapto

Si bien la cinta de 1954 estaba en blanco y negro, se sabe que el icónico vestido que usó “La Doña” en una de las primeras escenas de la película era color rosa claro. En la parte de arriba tenía un pequeño moño y las mangas abullonadas le daban un toque de estilo y distinción. Abajo, una falda beige de dos capas que se unían en una cintura bien ceñida completaban el look. Lo más interesante de este atuendo, que fue diseñado por el mexicano Armando Valdés Peza, es que la enagua que estaba por debajo fue la misma que la actriz usó el día que se casó con Jorge Negrete.

2. Los tacones de “dos pisos” de Mae West

La belleza y el cuerpo escultural de la actriz fueron, sin dudas, algunas de sus marcas distintivas. Pero un dato poco conocido sobre ella es que medía 1.52 metros, razón por la cual utilizaba unos tacones de “dos pisos” para aumentar su estatura. Esto significa que unía un tacón a una plataforma y ambos quedaban ocultos por sus vestidos largos hasta el suelo. Un zapato con estas características podía llegar a tener un poco más de 22 centímetros de alto.

3. Los zapatos de Marilyn Monroe

Otra de las divas que escondía algunos trucos de belleza en sus zapatos era la famosísima Marilyn Monroe. Contaba con 40 pares de 10 centímetros de altura diseñados por Salvatore Ferragamo. Amaba las creaciones del diseñador y parece que él también disfrutaba de que Monroe llevara sus producciones, pues creó un tacón especial mitad madera, mitad acero para que no la incomodara.

Además, la actriz limaba uno de los tacones de los zapatos más abajo que el otro para tener un ángulo de paso cada vez que caminaba y dar esa sensación de un andar sin esfuerzo.

AFP/EAST NEWS

4. Los accesorios de Elizabeth Taylor

“Nunca estuvo en mis planes adquirir un montón de joyas o un montón de esposos. Para mí, la vida pasó, tal como pasa para todos”, expresó la actriz. Pero lo cierto es que era amante de las piedras preciosas y de los accesorios. Y gran parte de su exquisita colección la obtuvo gracias a sus parejas. Por eso, la mayoría de las joyas que portaba, tenía una historia para contar. Sus extravagantes candelabros de platino, por ejemplo, los consiguió en un viaje a París. Los vio en una vidriera y le rogó a Mike Todd (su pareja de ese entonces) que pararan para poder probárselos. Rápidamente se convirtieron en sus aretes favoritos, a pesar de no estar hechos de diamantes reales.
Sin embargo, unos meses después, Taylor los sintió diferentes al usarlos. Y Todd tuvo que confesar que los había mandado a rehacer con las piedras verdaderas.

5. La raya al medio y trucos de maquillaje de Dolores del Río

Dolores del Río fue otra de las exponentes más importantes de la época de oro del cine mexicano. Muchos mitos de belleza rondaron su figura a lo largo de los años: se decía que comía pétalos de rosa y que dormía 18 horas diarias. Ambos fueron desmentidos por la actriz. Lo que sí es cierto es que, para dar esa apariencia de naturalidad y frescura, Dolores cambió las reglas de maquillaje de la época: se dibujaba labios bien amplios y cejas arqueadas y largas. También fue la encargada de darle vida a la típica raya al medio en el cabello que usamos hasta hoy.

6. El vestido de plumas de Ginger Rogers

La escena en la que Ginger Rogers y Fred Astaire bailan Cheek to Cheek en la película Sombrero de Copa, quizás sea una de las más icónicas del cine mundial. Pero su filmación guarda algunos secretos vinculados con el vestido de la actriz. El atuendo era azul y había sido ideado por Rogers, quien le pidió al diseñador Bernard Newman que tuviera una capa de plumas que acentuara los movimientos. Así es como Newman gastó 1000 USD en plumas de avestruz y las colocó en el vestido. Pero había alguien que no estaba muy contento con esta decisión y ese era Fred Astaire. Cada vez que se movían, el actor y todo el estudio de grabación quedaban cubiertos en plumas. A pesar del incidente, Ginger usó el vestido y este se convirtió en un hit entre los fanáticos.

7. Los escotes sin hombros de Brigitte Bardot

AF Archive/Mary Evans Picture Library/East News, Jonas Gustavsson/Sipa USA/East News

En la actualidad estamos muy acostumbrados a ver blusas sin hombros, pero fue la francesa Brigitte Bardot quien se animó a revivir esta tendencia de la era victoriana y darle su propio toque personal. Tal es así que a este tipo de escote se lo conoce como “Bardot”. La actriz era famosa por utilizar este modelo de blusas con todo, desde faldas hasta pantalones.

8. Un atuendo que ocultaba las clavículas de Audrey Hepburn

Corría el año 1953 y Hubert de Givenchy estaba trabajando en su estudio mientras esperaba su cita con Audrey Hepburn. Cuando llegó, la actriz le pidió que le confeccionara el vestido para la película Sabrina, pero el diseñador se negó porque estaba produciendo su colección. Entonces le ofreció que eligiera las prendas entre varias que tenía colgadas en su atelier. Entre las tres seleccionadas, Hepburn escogió un vestido negro con dos moños en los hombros porque ocultaba a la perfección sus clavículas, una parte de su cuerpo que la hacía sentir insegura.

9. Los sostenes cosidos a los vestidos de Marlene Dietrich

Screen Prod / Photononstop

La actriz tenía un enorme sentido de la estética. “Me visto para la imagen. No para mí misma, no para el público, no por la moda ni tampoco para los hombres”, expresó Marlene en alguna ocasión. Y más allá de sus looks “masculinos” y extravagantes para la época, Dietrich fue una de las primeras en aplicar el truco de coser el sostén al vestido para tener mayor libertad de movimiento,

10. El vestido casi negro de Julia Roberts

El vestido rojo que usó Julia Roberts durante la escena de la ópera en la película Pretty Woman, se volvió tan icónico que llegó a exhibirse en un museo de Londres. Sin embargo, antes de tener ese color, el atuendo estuvo a punto de ser negro. Durante el proceso de creación del vestuario del filme, los productores le dijeron a la diseñadora que la ropa de Vivian debía ser negra. Sin embargo, Marilyn Vance (la vestuarista) se negó y, luego de varias pruebas, logró convencer al equipo de que lo mejor era el rojo.

¿Cuál es ese atuendo de película que amarías probarte? ¿Por qué?

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