17 Detalles que muy pocos conocen sobre los vestidos de novia y los accesorios de la realeza británica

Famosos
hace 2 años

Las bodas de la realeza suelen estar cargadas de coronas, diamantes, vestidos de ensueño y mucha opulencia. En las revistas y en los documentales, eso es lo que más se admira y se resalta, pero la verdad es que detrás de esas ceremonias perfectas, hay una cantidad abrumadora de secretos que muy pocas personas saben o notaron. Por ejemplo, los aretes que Kate Middleton lució ese día fueron un regalo de sus padres y simbolizan su cresta familiar.

Genial.guru revela para ti algunas peculiaridades ocultas en los vestidos y los accesorios que las princesas de la realeza británica usaron el día de su boda.

1. El vestido de Lady Di casi no cabía en el carruaje

El vestido de novia de la princesa Diana pasó a la historia como uno de los más épicos y elaborados, pues contaba con nada más y nada menos que casi ocho metros de cola y muchos otros metros de tafetán para el vestido en sí. Sin embargo, los diseñadores no tomaron en cuenta las dimensiones de la carroza en la que viajaría la princesa, por lo que el día de la boda, fue demasiado difícil lograr que la prenda nupcial entrase completa sin causarle daños. Cuando Diana descendió del vehículo frente a la catedral, muchos apreciaron las arrugas que se habían formado en la falda y en la cola de su vestido.

2. Kate usó un relleno extra en las caderas

Alexander McQueen, la casa de modas que diseñó el vestido de Kate Middleton, se destaca por darles un corte victoriano a sus creaciones. En el caso de la duquesa, los diseñadores decidieron añadir un relleno extra en la zona de sus caderas y debajo de su abdomen para darle más volumen a la prenda. Cabe destacar que lo hicieron de una forma tan pulcra que muy pocos notaron su presencia.

3. Meghan Markle llevó parte del vestido de su primera cita

Es bien conocida la tradición de llevar “algo azul” el día de la boda. Pues bien, Meghan Markle llevó esta creencia un poco más allá y le dio un significado un poco más personal e íntimo. La novia cosió un trozo de tela azul del vestido que usó en su primera cita con el príncipe Harry dentro de su vestido de novia y se aseguró de que una parte de ese primer momento que pasaron juntos los acompañase a sellar su amor ante el altar.

4. La princesa Eugenia hizo bordar flores simbólicas en su vestido

Para la boda de la princesa Eugenia, los diseñadores Peter Pilotto y Christopher De Vos tejieron diversos elementos en la tela del vestido, los cuales tenían un significado profundo para la novia. Los objetos en cuestión resultaron ser flores, todas con un motivo distinto. La primera era un cardo, por la residencia de la familia real en Balmoral; la segunda era un trébol, por su herencia irlandesa por parte de su madre; la tercera era una rosa de York, en honor al ducado de sus padres; y la cuarta era una hiedra, en tributo a Ivy Cottage, su hogar en el palacio de Kensington.

5. A Lady Di le elaboraron cinco corpiños distintos

A medida que se acercaba la fecha de su boda, Diana no paraba de perder peso, por lo que en cada prueba de su vestido, la prenda le quedaba más grande que la última vez. En los 7 meses previos a la ceremonia, la cintura de Lady Di se redujo 12 centímetros. Ante este imprevisto, los diseñadores hicieron cinco corpiños distintos para adaptarse a los cambios, pero finalmente tuvieron que ajustar la cintura el mismo día de la boda.

6. Los aretes de Kate fueron un tributo a su familia

Ante el compromiso de su hija con el príncipe William, los padres de Kate Middleton mandaron a fabricar un par de aretes en la joyería Robinson Pelham. Los diseñadores se inspiraron en el escudo de la familia Middleton para crear las joyas, por lo que en las piezas que lució la ahora duquesa se puede apreciar una bellota en un roble. Este fue el regalo de bodas que Kate recibió de sus papás.

7. La princesa Eugenia envió un mensaje de amor propio

Uno de los detalles principales en los atuendos reales es el velo que acompaña al vestido de novia; sin embargo, la princesa Eugenia prefirió no usarlo. Su decisión contenía un gran mensaje de amor propio, pues, además, pidió que su vestido tuviese un escote pronunciado en la espalda. Este diseño dejó a la vista la gran cicatriz que le quedó a la princesa debido a una cirugía que se le practicó a los 12 años por su escoliosis.

8. Sarah prefirió entrar a la iglesia con una corona de flores

Si bien la mayoría de las novias reales usan una tiara para fijar el velo el día de su boda, Sarah rompió la tradición al entrar a la iglesia con una corona de gardenias en la cabeza. Ella eligió estas flores por ser las favoritas del príncipe Andrés. Luego de firmar el acta de matrimonio, la novia se quitó la corona de flores y reveló que debajo había una tiara de diamantes, mandada a hacer especialmente para ella a petición de la reina Isabel y el duque de Edimburgo. Así, Sarah simbolizó su entrada a la realeza.

9. Kate les rindió un tributo a otros vestidos de la realeza

Aunque el vestido de Kate Middleton obtuvo muy buenas críticas por parte de los expertos en moda, algunos de ellos también notaron que tenía cierta similitud con otros vestidos de novia de otras bodas reales. El traje al que más se le asemeja este Alexander McQueen diseñado por Sarah Burton es al que vistió Grace Kelly para su boda con el príncipe Raniero de Mónaco. Ambas prendas comparten detalles similares, como el cuello alto de encaje y las mangas largas.

10. La princesa Diana manchó su vestido de novia

Apenas unas horas antes de su enlace nupcial, Diana sufrió un pequeño incidente con su vestido de novia. Y es que mientras se alistaba para salir hacia la catedral, la princesa derramó un poco de su perfume sobre el traje, pero trató de no darle mayor importancia y confió en que nadie lo notaría. En efecto, así fue, porque nunca se supo nada de este detalle hasta que su maquilladora, Barbara Daly, lo reveló en su libro Diana: The Portrait. No obstante, en algunas fotos se notaba que la princesa intentaba tapar la parte frontal de su vestido.

11. La placa del auto de Meghan y Harry era la fecha de su boda

Luego de la emotiva boda de Harry y Meghan, el príncipe Carlos ofreció una fiesta por la noche para una parte muy selecta de sus invitados. Tras la ceremonia, los novios salieron tomados de la mano del castillo Windsor en un Jaguar azul, camino a Frogmore House, residencia del príncipe de Gales. Resulta que la placa del auto en el que salió la pareja fue mandada a hacer especialmente para ese día, y sus números hacían referencia a la fecha de la boda: 19-05-18.

12. El encaje del vestido de Kate fue hecho a mano

Los apliques de encaje que engalanaron el vestido de novia de Kate Middleton en el corpiño y la falda requirieron mucho más trabajo del que podríamos suponer. Según un anuncio del palacio, el encaje fue hecho a mano por la Real Escuela de Bordado usando una técnica irlandesa llamada Carrickmacross, que data de 1820.

13. Sarah evitó repetir la historia de Lady Di

Sarah Ferguson fue la siguiente novia en pasar por el altar luego de la mediática boda de Lady Di. Para entonces, ya habían salido a la luz los pequeños “errores” que se habían cometido durante la boda de los príncipes de Gales; entre ellos, estaba el tema de la tela del vestido. El traje de Diana fue confeccionado con tafetán, una tela con una gran tendencia a arrugarse, y así sucedió. Para evitar repetir la historia, el vestido de Sarah fue hecho de satén, un material más suave, que nunca se arruga y que cae con naturalidad sin formar bultos.

14. El velo de Diana era más largo que la cola de su vestido

Si la cola del vestido de Lady Di era llamativa de por sí, dado el gran largo de ocho metros que la caracterizaba, no llegó ni a compararse con el velo de tul que se ajustaba a la tiara en su cabeza. El día de su boda, la princesa caminó hacia el altar halando un velo de 140 metros.

15. Lo “prestado” de Kate fue un tiara de diamantes de la reina Isabel

Muchas novias reales se han apegado a la tradición de llevar algo prestado el día de su boda. En el caso de Kate Middleton, este objeto no podría tener mayor valor, pues fue la tiara con la que fijaron su velo. La entonces plebeya no quería usar tiaras en su boda, pero como la futura reina de Inglaterra, era inadmisible que no lo hiciese. La joya de la casa Cartier fue un préstamo de la reina Isabel y está compuesta por casi mil diamantes.

16. Meghan le rindió tributo a la Mancomunidad de Naciones en su velo

El día de su boda, Meghan caminó hacia el altar con un velo de casi 5 metros en el que llevaba bordadas todas las flores pertenecientes a la Mancomunidad de Naciones. Meghan reveló después que su detalle fue toda una sorpresa para Harry, pues él no esperaba que su novia incorporara a los países de esa manera tan íntima.

17. Lady Di no usó tacones por respeto a Carlos

La mayoría de las princesas han usado tacones debajo de sus vestidos opulentos para caminar al lado de su príncipe, pero ese no fue el caso de Lady Di. Aunque pocos lo saben, la verdad es que Diana y Carlos medían lo mismo, 1,77 metros, así que la princesa se casó con unos zapatos de tacón muy bajito para evitar verse más alta que él en las fotos oficiales. Por otra parte, y como un detalle romántico, le pidió al diseñador de los zapatos que escribiese las iniciales D y C en las suelas.

¿Cuál de estos detalles habrías usado tú en tu propia boda? ¿Qué tradiciones típicas consideras que deben seguir conservándose dentro del matrimonio y por qué?

Comentarios

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Es verdad que el vestido de Kate se parece mucho al de Grace Kelly

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