¿Quieres estar en el lugar de Meghan Markle? Aquí te presentamos una lista con las cosas que ella tuvo que sacrificar para poder casarse con el príncipe Harry

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hace 3 años

¿Qué chica no ha soñado alguna vez con encontrar a su príncipe azul? Meghan Markle lo consiguió, a pesar de su origen "simple", su matrimonio previo y las "instrucciones" de su ex novio, el cual le dijo que nunca encontraría a alguien mejor que él. Como puedes ver, ese hombre no tenía razón. Pero no hay bien que por mal no venga: en este caso, nos referimos a las diferentes restricciones que rigen la vida de una persona en la familia real.

Genial.guru te contará qué cambios ha tenido que sufrir la vida de Meghan Markle para que ella pudiera convertirse en la esposa del príncipe.

Cancelar sus cuentas en las redes sociales

Todas las cuentas de Meghan Markle en las redes sociales desaparecieron 4 meses antes de la boda con el príncipe Harry. En un mensaje oficial del Palacio de Kensington se anunció que Meghan agradecía a todos sus seguidores por su apoyo, pero que había tomado la decisión de eliminar sus cuentas de Twitter, Instagram y Facebook, porque "desde hace algún tiempo ya no las ha utilizaba".

Probablemente, la verdadera explicación de ese acto se deba a la prohibición para los miembros de la familia real de aparecer en redes sociales. Y esa restricción parece muy lógica si se piensa que con eso se busca garantizar su seguridad. Sin embargo, actualmente no es difícil encontrar las fotografías privadas viejas de la duquesa de Sussex.

Ya no puede tomarse selfies

Ahora, Meghan tendrá que olvidarse de tomarse selfies con otras personas, ya que a la reina no le agradan esas fotografías divertidas e inofensivas. Dicen que la abuela del príncipe Harry considera esa moda como algo "raro" y "vergonzoso".

Por cierto, recientemente Meghan tuvo que rechazar una selfie que un fanático quería tomarse con ella, explicándole que tenía prohibido hacer eso. Sin embargo, tomarse fotos con las figuras de cera de las personalidades reales es legal, así que esa es una opción que pueden aprovechar los admiradores de los miembros de la familia real.

No debe firmar autógrafos

La familia británica real se comunica con mucho gusto con sus admiradores, pero no da autógrafos como otras celebridades, y nuevamente es por un método de seguridad, ya que la gente puede falsificar la firma de la persona y aprovecharse de ella.

La duquesa de Sussex tendrá que seguir esta regla al pie de la letra, aunque el príncipe Harry y ella la han violado una que otra vez. Antes de su boda, ambos firmaron una carta para una niña de 10 años con el nombre de Caitlin Clarke, y Meghan incluso dibujó para ella un corazón y una carita feliz.

Restricciones en la ropa y en el maquillaje

El protocolo real exige que las apariciones ante el público se hagan con una apariencia impecable. Además, el mismo regula detalles tales como el color del barniz en las uñas que deben llevar las damas de la familia real. Una pintura demasiado oscura o muy llamativa, y las uñas largas y artificiales se consideran "vulgares". Por lo tanto, la reina, la duquesa de Cambridge, y ahora Meghan Markle, tienen que elegir pinturas de colores neutrales, cercanos a los naturales.

No puede dar muestras de cariño en público

Posiblemente hayas notado cómo muestran sus sentimientos de manera discreta los miembros de la familia real. Por ejemplo, Guillermo y Kate normalmente no se toman de las manos, y en general no se tocan el uno al otro porque así lo prescribe el protocolo real. Por supuesto, él también tiene excepciones: el beso de la boda, la sesión fotográfica de compromiso o de nacimiento de sus hijos, entre otros. Debido a eso, el príncipe Harry y su esposa tendrán que abstenerse de las caricias ante testigos presenciales.

No debe votar

Poco tiempo antes de casarse, Meghan aceptó la ciudadanía británica, por lo que tendrá la oportunidad de utilizar su derecho de elegir y votar por un político británico. Aunque no existe una ley que prohíba a los miembros de la familia real participar de las votaciones, es bien sabido que no lo hacen para que después no los acusen de imparcialidad con los candidatos.

Tuvo que optar por la religión anglicana

Esta es otra cosa que tuvo que hacer la esposa del príncipe: rechazar su religión. Antes, Meghan profesaba el catolicismo, pero ahora aceptó la religión anglicana, ya que un miembro de la familia real no puede tener un cónyuge que practique otro culto. Ella se bautizó durante una ceremonia secreta en la cual estuvo presente Harry.

Rechazar por completo su carrera de actriz

Por desgracia, ya no veremos más a Meghan Markle en la pantalla, ya que este trabajo es incompatible con su nuevo estilo de vida y obligaciones. La duquesa de Sussex no se entristece por eso: "Yo solamente lo percibo como un cambio... Es nuevo capítulo de mi vida, ¿verdad?", dijo ella en una entrevista para la televisión.

Debe olvidarse de andar sola

Es poco probable que veamos a Meghan teniendo prisa por ir a sus clases de yoga con el tapete bajo su brazo, o simplemente dando paseos sola, como antes lo hacía. Ahora, a todas partes la van a acompañar sus guardaespaldas, y ella no puede negarse a eso, ya que la seguridad de una personalidad real tiene que estar por encima de todo.

Deberá festejar Navidad junto con la reina y otros miembros de la familia

Según la tradición, la familia real pasa las fiestas en Sandringham House, en Norfolk, donde asisten a la misa festiva en una iglesia local de Santa María Magdalena. Meghan Markle ya participó en esa celebración en el año 2017, antes de que se convirtiera en la esposa del príncipe Harry.

Por cierto, a pesar de toda la seriedad del evento, los regalos navideños pueden ser muy divertidos: por ejemplo, el príncipe Carlos una vez recibió como regalo de su hermana, la princesa Anna, un asiento de piel en color blanco para el inodoro.

Bono: cursos obligatorios de etiqueta

Por la insistencia de la reina, la duquesa de Sussex tendrá que participar de cursos de etiqueta real durante 6 meses, donde ella deberá aprender detalladamente las reglas de conducta de los diferentes eventos públicos en los cuales va a participar. La ayudante de la reina, Samantha Cohen, a la cual llaman "Samantha, la pantera" por su carácter duro, va a ser la institutriz de Meghan. Por un período indefinido de tiempo, ella será la secretaria privada de la duquesa para ayudarla a evitar posibles errores.

Un detalle interesante: de acuerdo con el estatus, Meghan Markle tiene que hacer reverencias ante la reina y Felipe, su esposo; el príncipe Carlos, el príncipe Guillermo, y también frente Kate Middleton y a la duquesa de Cornualles,​ Camilla.

Nos parece que Meghan ya se adaptó muy bien a sus nuevas obligaciones ¿Tú qué opinas?

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