11 Explicaciones científicas de por qué vivimos bajo el dominio de los gatos, y no al revés

Animales
hace 7 años

“El gato intenta mantenerse en tu regazo incluso cuando tú te levantas de la silla. Hasta los últimos minutos tiene la esperanza de que tu conciencia despierte y te sientes de nuevo”, pareciera que esta frase revela toda la profunda naturaleza felina. Pero ellos, perfectamente conscientes de su deleite, se comportan así sin ninguna razón aparente.

Genial.guru recopiló sorprendentes hechos sobre los peludos felinos que no solo te darán una sorpresa, sino también te mostrarán que, como dice ALF, la vida sin gatos sería aburrida y deprimente.

11. El “miau” felino no significa nada

Los gatos no tienen su propio idioma. Posiblemente en algunos casos pareciera que su “miau” pronuncia alguna frase muy profunda, pero, en realidad, el maullido es solo un sonido para atraer atención. Inicialmente, este estaba destinado para que los gatitos tuvieran la oportunidad de llamar a su madre, pero los gatos adultos salvajes nunca maullaban.

Los gatos dosméticos llegaron a la conclusión de que su “miau” no solo funciona con su madre, sino también con su dueño. Entonces, ellos entendieron que, si cambiaban la entonación de dicho “miau”, podrían lograr cualquier objetivo e incluso manipular exitosamente a las personas. Cabe destacar que los gatos domésticos al comunicarse entre sí nunca maúllan.

Pero si eres de las personas a las que les gusta maullar en respuesta a su gato, ver su rara reacción y adivinar qué acabas de pronunciar, date cuenta de que solamente has pedido a tu gato que te preste atención. Ahora, él, confundido por lo que ha escuchado, te está viendo pensando si ha sido real o necesitas de su ayuda.

10. Los gatos tienen una vista corta, pero no del todo

En la revista Pop Sciense, Nickolay Lamm en su investigación descubrió y demostró cómo los gatos ven el mundo: ellos tienen un grado más amplio de visión que el de una persona que se orienta perfectamente en la oscuridad, pero para esto, ellos tuvieron que sacrificar la percepción de los colores, por lo que los ven menos intensos. Otro sacrificio es la dificultad del reenfoque de un objeto cercano a uno lejano y al viceversa. Por lo tanto, los animales callejeros, por lo general, para que sea cómodo cazar son longividentes, mientras que los domésticos que consideran innecesario cazar son cortos de vista (pero es insuficiente: no pueden enfocar el objeto que está directamente frente a su nariz).

Para fines ilustrativos de lo mencionado, vamos a ver la misma imagen con los ojos de ser humano (en la parte superior) y de gato (en la parte inferior).

9. No tienen horario de día y de noche

Los gatos domésticos viven sin horario, simplemente tienen 24/7. Ellos no tienen determinada la noche, duermen durante todo el día y cuando quieren. Por lo tanto, si tu gato pensó que a las 3 de la mañana él es capaz de realizar aventuras increíbles, no es porque sea un animal nocturno o cambió su horario, es porque simplemente así lo quiso él.

8. Los gatos domésticos se originan de este gato del desierto

Conoce a un Felis silvestris lybica o gato del desierto. Esta raza salvaje de gatos durante 130 mil años tranquilamente habitó entre los arbustos de Haloxylon en el desierto cerca de los estanques, laderas y montañas. Aproximadamente hace 10 000 años, en el Oriente Próximo, 5 representantes de esta especie fueron domesticados y es precisamente desde ese entonces que el gato salvaje se convirtió en la primera mascota.

7. Tienen su propio calendario

El período promedio de vida de los gatos es de 14 años, los vagabundos no más de dos años. Aunque también hay longevos, por ejemplo, en el Libro Guinness de los récords está inscrito el gato Creme Puff, el cual vivió hasta los 38 años. Para hacer una analogía entre la vida humana y la del gato, existe una tabla condicional:

6. Los gatos frecuentemente piden que les abran la puerta, aunque no entren, a propósito

No es que los gatos necesariamente quieran entrar por esta puerta, sino que ellos necesitan controlar este territorio. Si la puerta está cerrada, entonces detrás de ella hay algo desconocido, lo cual oculta potencialmente una multitud de peligros. Pero con la puerta abierta todo se ve, y tranquilamente puede seguir sentado en la primera habitación. “Gracias, humano, por haberme abierto la puerta, ahora regresa a tu lugar”.

5. Los gatos participaban en las guerras

El premio por el método más sofisticado para el uso de gatos en acciones militares lo reciben los persas, ya que ellos se cubrían con gatos como un escudo vivo durante los ataques contra los antiguos egipcios. Para los egipcios, los gatos eran un animal sagrado; no podían hacerle daño a este escudo y, consecuentemente, no atacaban.

Durante guerras menos originales, los gatos se utilizaban como detectores vivos de la calidad de aire: por ejemplo, en la trinchera, ellos podían de antemano alertar sobre un ataque con gas que se acercaba. Su vocación principal en estos días tan difíciles era la ayuda psicológica para los soldados. Estas pequeñas criaturas peludas les recordaban la paz, su hogar, la comodidad, y eran la esperanza de regresar a los tiempos tranquilos.

4. Los gatos necesitan olfatear la comida por un largo tiempo antes de decidir rechazarla

Es una imagen bastante frecuente: los gatos huelen la comida y deciden si vale la pena comerla o no. Incluso si el gato es callejero y tiene hambre. Parece que este animal es muy exigente, pero no es así. Lo que pasa es que el gato no puede ver lo que está ubicado justo frente a su nariz (mira el punto sobre la visión), por eso necesitan comprobar qué comida se encuentra delante de él y qué temperatura tiene. La temperatura de la comida debería ser aproximadamente la misma que la de su cuerpo (38–39 °С).

3. Los gatos pueden soñar

¿Has notado que las personas durante el sueño mueven los globos oculares? A veces hablan o incluso hacen gestos. Si medimos la actividad del cerebro durante el sueño, se ve que este órgano funciona intensamente. Tales mediciones fueron realizadas con los gatos: su cerebro funciona casi con la misma intensidad. Además, los gatos mueven sus orejas y bigotes durante el sueño y también pueden producir sonidos.

Todo esto demuestra que estas criaturas peludas también pueden ver sueños. Incluso intentaremos suponer cuales:

2. Los gatos amasan la superficie con sus patas por una razón

A lo mejor todos han visto cómo lo gatos a veces hacen un masaje peculiar a una persona, a otro gato, a la alfombra y a otras criaturas y superficies. Se ve raro, ¿verdad?

Resulta que es un movimiento reflexivo que provienen de la infancia, así es como los gatitos masajean al abdomen de su mamá para la regulación del flujo de leche. Al madurar, ellos así se comportan en momentos agradables cuando se sienten protegidos y cómodos.

Por lo tanto, si tu gato te está masajeando con sus patas, ¡entonces te quiere! Si amasa tu cobija peluda, significa que le gusta. Está clara la lógica.

1. Y lo más importante: ¿cómo perciben los gatos a los humanos?

El libro del famoso zoólogo, John Bradshaw, sobre las peculiaridades de la cosmovisión de los gatos, Cat Sense, dio respuesta a una pregunta que tortura a todos: ¿cómo perciben en realidad los gatos a los humanos? Resulta que los gatos tratan al ser humano como si fuera algo entre una madre sustituta y simplemente un gato grande. Además, para ellos somos un gato bastante tonto, ya que nuestro comportamiento les parece raro y bastante ilógico: nosotros pasamos los días sin rumbo, no cazamos y a menudo los molestamos con objetivos incomprensibles, además, nos dejamos manipular fácilmente. Una madre grande que lo cuida, pero con una deficiencia mental.

Nos gustaría terminar todo con un pequeño cuento de Karel Čapek, Desde el punto de vista del gato, el cual confirma muy bien el último punto.

Aquí está mi humano. No le tengo miedo. Es muy fuerte, porque come mucho, come de todo. ¿Qué estás tragando? ¡Dame! Él es feo porque no tiene pelo. Tiene poca baba y tiene que lavarse con agua. Maúlla duro y de manera constante. A veces maúlla cuando duerme. ¡Ábreme la puerta! No entiendo cómo él pasó a ser el amo, tal vez comió algo extraordinario. Él mantiene mis habitaciones limpias. Toma una garra negra con su pata y rasca con ella sobre hojas blancas. No sabe jugar a otras cosas. Duerme por las noches y no en los días; no ve nada en la oscuridad; no conoce ningún placer, ya que no le gusta la sangre, no sueña con la caza y las peleas, no canta al mimarse. A menudo, por las noches, cuando yo escucho voces misteriosas y mágicas, cuando veo cómo todo cobra vida en la oscuridad, él está sentado delante de la mesa inclinando su cabeza, rasca, rasca con su garra negra sobre las hojas blancas. No imagines que estoy pensando en ti; yo solamente estoy escuchando el apacible crujido de tu garra. A veces el crujido se detiene: pobre tonto no puede inventar otro juego y siento lástima por él. Bueno, me acercaré a él y le maullaré discretamente con una languidez desgarradora y dulce. Después, mi Humano me levantará y sumergirá su rostro en mi cálido pelo. En estos minutos, por un momento, se nota un resplandor de una mejor vida, él con placer suspirando, maúlla algo casi agradable. Pero no te imagines que estoy pensando en ti. Tú me has hecho entrar en calor y otra vez me voy a escuchar las voces de la noche.

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Es agradable conocer a quien comparte por propia desición y tiempo indeterminado su mundo incondicional. Gracias.

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