14 Momentos incómodos nivel: “trágame tierra y bórrame la memoria”

La vida es el mejor guionista. A veces nos pone en situaciones tan absurdas y vergonzosas que parecen inventadas. Esos momentos en los que uno quiere que la tierra lo trague serían perfectos para una comedia. En el cine nos hacen reír, pero cuando nos pasan a nosotros, solo queremos borrar toda evidencia y fingir que nunca ocurrieron.

• Salí a pasear con mi enorme, aunque miedoso, golden retriever. De pronto, apareció un chico caminando con un yorkshire. Como buena dueña, llamé a mi perro y, por si acaso, le pedí al chico que cargara al suyo, no fuera a ser que el mío se asustara. Él, muy confiado, me respondió que su perro no era agresivo, que no pasaba nada.
  Me quedé tranquila mientras mi golden lo olía. Pero el yorkshire estaba tenso, claramente incómodo. Y, de repente, ¡estornudó!
  Mi grandulón pegó un brinco y salió corriendo, muerto de miedo. El chico no podía dejar de reír, y yo tuve que salir corriendo detrás de mi cobarde. © Karamel / VK
• Hace poco fui al cine con una amiga. La función ya había empezado y las puertas estaban cerradas, pero una empleada nos dejó pasar. Apenas entramos, cerraron la puerta detrás de nosotras y nos quedamos en completa oscuridad.
  — ¿Por qué está tan oscuro? —pregunté.
  — No sé... ponte los lentes mientras. Seguro la escena cambia y ya vamos a ver —respondió mi amiga.
  Nos pusimos los lentes 3D y nos quedamos ahí, paradas en medio de la nada, esperando que algo pasara. Pero la oscuridad seguía.
  De pronto, la misma empleada abrió la puerta y nos encontró paradas ahí, con los lentes puestos, mirando fijamente la otra puerta que, se supone, debíamos abrir. © LOL.Story | Historias graciosas de la vida real / Telegram
• Estábamos haciendo un examen en clase. Al principio, el profesor caminaba entre las filas para evitar que usáramos Google o los celulares. Pero no funcionaba. Hizo varios comentarios, pero nadie le prestó atención.
  Finalmente, se sentó en su escritorio, miró por la ventana unos minutos y de pronto gritó:
  — ¡Ok, Google! ¿Qué clima hace ahora?
  En ese instante, decenas de celulares respondieron al unísono: “Está nublado, 15 grados, con posibilidad de lluvia ligera”.
  Fue una genialidad total. Nadie volvió a sacar el celular después de eso. © No todos lo entenderán / VK

• Iba camino al ginecólogo y me topé con un exesposo. Y luego, con otro. Bueno, el primero vive cerca de esa clínica, pero ¿qué hacía ahí el segundo? Al final, los dos terminaron siguiéndome. Acabamos sentados los tres: uno tenía mi chaqueta y el otro, mi bolso.
  Fui a la recepción y, al volver, noté que todos me miraban raro. Resulta que el doctor me había estado buscando, y estos genios no encontraron mejor idea que decir, al mismo tiempo:
  — Ya viene mi esposa. © LOL.Story | Historias graciosas de la vida real / VK
• Hay una historia de verano que todavía me da vergüenza recordar.
  Estaba en el parque cuando una señora gritó:
  — ¡Quién quiera helado, que venga!
  Como muchos otros, me acerqué. Ella empezó a repartir helado y, cuando llegó mi turno, me preguntó:
  — ¿Y tú quién eres?
  Ahí entendí que todos los que estaban delante eran de su familia.
  Han pasado años, pero todavía me sonrojo al recordarlo. © LOL.Story | Historias graciosas de la vida real / Telegram
• Por la mañana le pregunté a mi esposo:
  — ¿No olvidaste qué se celebra hoy?
  Con toda seguridad, me respondió:
  — ¡Claro que no!
  Y se fue al trabajo.
  Por la tarde volvió con flores, chocolates y una cajita con un colgante. Lo miré y le dije:
  — ¿Y para qué quiere mi papá flores y un dije? Le habría gustado mejor una caña de pescar.
  Se quedó en blanco por un segundo y luego soltó una carcajada.
  Había pensado que era nuestro aniversario. Y sí, es el 15... ¡pero de marzo, no de febrero!
  No se atrevió a preguntarme por miedo a quedar en evidencia.
  Al final, pasamos una noche romántica y felicitamos a mi papá por teléfono. © Mamdarinka / VK

• Estábamos de vacaciones y habíamos alquilado una casa enorme de varios pisos. Éramos unas veinte personas. Mi primo se la pasó casi todo el tiempo encerrado jugando videojuegos. Como era imposible convencerlo de que saliera a convivir con la familia, se me ocurrió una idea: abrir de golpe la puerta del cuarto y gritarle “¡Bú!”.
  Lo hice... pero me equivoqué de puerta.
  En lugar de encontrar a mi primo, me topé con la amiga de mi mamá, que justo intentaba quitarse el traje de baño mojado. Pegó un grito y, del susto, se golpeó la cadera contra un cajón. © drivingriley / Reddit
• Hoy salí del salón de belleza y caminaba hacia mi coche. Noté que varios hombres me miraban. Pensé: “¡Wow! Esta energía femenina está desatada”.
  Pero al cruzar la calle, un desconocido me dijo:
  — Señorita, se le olvidó quitarse los cubre zapatos. @_yanaiam_ / threads

• Hoy fui a un cóctel con código de vestimenta formal. Me puse un vestido largo y tacones altos. Como mido 1.75, claramente destacaba entre los demás. Había una señora muy bajita, con sombrero. Me distraje conversando y, al intentar apoyar mi copa sobre lo que creí que era una mesa, ¡la dejé sobre su sombrero! La señora se había parado justo a mi lado sin que me diera cuenta. Fue muy vergonzoso. Y creo que no supuso que fue un accidente. @ doll_ru_ / threads
• Vivo en una casa con patio. Estaba lavando los trastes y salí a tirar restos de comida. Salí en ropa interior, aunque con camiseta. De pronto escuché ruidos arriba. Levanté la vista y ahí estaban mi vecino y otro hombre, en el techo, quitando la nieve. Los dos me vieron. Lo único que pude hacer fue gritar: “¡Aaaaay!” y correr de vuelta a la casa. @ zhannaleo682 / threads
• Hoy descubrí que mi hija había encontrado mi viejo diario. Me puse nerviosa porque ahí estaban todos mis dramas adolescentes, mis enamoramientos y mis secretos. Ella, muy seria, me dijo:
  — Mamá, ¿es cierto que pensabas casarte con Richard Gere?
  Casi me caí de la risa. ¡Sí, lo pensaba! ¿Y qué? Entonces agregó:
  — No importa, mamá. Papá no es Richard Gere, pero tampoco está tan mal.
  Ahora tengo miedo de que encuentre mis cartas antiguas. ¡Tengo que esconderlas ya! © Mamdarinka / VK

• Cerca de una parada de autobús había una escuela de música y, cruzando la calle, un baño público. Algunos pasajeros pedían: “Bájeme en la escuela” o “Bájeme en los baños”, según a dónde iban. Un día, en plena hora pico, una amiga gritó:
  — ¡Baje en los baños musicales!
  Desde entonces, todo el mundo empezó a llamar así a esa parada. El apodo se esparció rápido, y es que no podía haber una imagen mental más graciosa. © LOL.Story | Historias graciosas de la vida real / Telegram
• Estábamos en el supermercado con mi esposa. Llegamos a la zona de tomates y justo los que queríamos no tenían precio. Buscamos por todos lados: nada de etiquetas, ni un solo empleado cerca. Entonces, en broma, tomé un tomate, lo levanté hacia la cámara de seguridad y dije bien claro:
  — ¿Cuál es el precio?
  Unos segundos después, por los altavoces, una voz entre risas nos anunció el precio. © LOL.Story | Historias graciosas de la vida real / Telegram
• Mi compañero de cuarto pensaba que yo había salido a clases. En realidad, me había quedado en casa porque no me sentía bien. De repente empezó a cantar a todo pulmón una canción de Justin Bieber. Lo escuché un minuto y luego me uní para cantar el coro. En cuanto se dio cuenta de que no estaba solo, lo único que escuché fueron pasos rápidos y una puerta cerrándose. © K1Dicarus / Reddit

Todos pasamos por momentos tan incómodos que dan pena ajena solo de recordarlos. Pero siempre hay valientes que se atreven a compartirlos y hacernos reír con ellos.