22 Confesiones de trabajadores de limpieza que revelan lo que nunca imaginamos encontrar en una casa

Esta profesión no solo requiere guantes de goma y productos químicos potentes, sino también nervios de acero y un sentido del humor fuera de lo común. A menudo, enfrentarse al caos ajeno lleva a descubrimientos tan sorprendentes que después de eso ya no puedes ver a las personas de la misma manera, a veces con una sonrisa y otras en completo desconcierto.

• Tengo un trabajo decente, pero no me gusta estar contando cada centavo ni tener que negarme cosas a mí o a mis hijos. Por eso trabajo duro con empleos extra. Entre otras cosas, conseguí un trabajo haciendo limpieza en una fábrica. Es un trabajo sencillo: vas una vez al día, limpias el piso y sacas la basura. Los obreros de la fábrica me miran por encima del hombro, y se nota. Al principio me molestaba, pero luego dejé de prestarle importancia. No voy ahí a ver caras, voy a ganar dinero.
  Un día estaba sentada en mi trabajo principal. Entra un hombre para que le firme unos papeles. Levanto la vista y veo a uno de los obreros de la fábrica. Se le abrieron los ojos y me dice: “¿Lili, eres tú?” Asentí, firmé, puse el sello y se fue. Y desde ese día, la actitud de los obreros cambió por completo. Increíble. © Work Stories / VK
• Cuando era estudiante me tocó trabajar haciendo limpieza. Acordé ir a trabajar por las tardes, no en la mañana. En las mañanas tenía clases. Me entendieron perfectamente. Yo temía que las personas que trabajaban ahí fueran a hacer malas caras o a tratarme con desprecio. Pero no, el equipo era simplemente increíble. Ahora tengo 29 años, y desde entonces no he vuelto a encontrar un grupo de trabajo tan bueno y unido. Cuando me fui, horneé un pastel en casa y pasé a despedirme de todos. Y los chicos me regalaron una pulserita de plata con un dije como recuerdo. Todavía la uso y los recuerdo con cariño. © Work Stories / VK

• Una vecina mayor lleva 6 años trabajando en la limpieza de un gimnasio. Ha encontrado de todo: ropa, zapatos, joyas. Ponía avisos en el vestidor con lo que encontraba y dejaba su dirección. Lo más curioso es que la mayoría de las cosas nunca fueron reclamadas. Lo que más suelen recoger es ropa interior, calzado y relojes. De 14 anillos, solo se llevaron 6. Y ahí sigue una buena cantidad de aretes sin par y cuatro pulseras que llevan mucho tiempo esperando. © Overheard / VK
• Antes trabajaba como terapeuta. Es un trabajo ingrato; casi todos los días alguien se portaba de forma grosera. Un par de veces recibí quejas completamente falsas. Personas a las que fui a ver a domicilio con lluvia o con nieve, aunque solo tuvieran “37 grados de fiebre”, después ni siquiera me saludaban en la calle. No aguanté más y renuncié.
  Ahora la vida dio un giro y me veo obligada a vivir en una residencia estudiantil, donde también trabajo haciendo limpieza. Y resulta que me tratan mucho mejor que en la clínica. Siempre me saludan. Los chicos, si me ven sacando bolsas de basura, se ofrecen a ayudarme a cargarlas.
  No entiendo por qué a una persona que limpia pisos y baños se le tiene más respeto que a alguien que pasó la mayor parte de su vida estudiando para ayudar a los demás. © Overheard / VK

• Mi hermano limpia ventanas. Un cliente no solo iba de habitación en habitación mirando cómo trabajaba. Llevó una silla, la puso a medio metro de la ventana, se sentó y empezó a darle consejos y a señalarle errores en el trabajo. © Roolita / Reddit
• Uno de mis clientes tiene una casa inteligente. En cada habitación hay varios altavoces conectados al sistema. La luz, la calefacción y la televisión se controlan a distancia. En la sala, un verdadero cine en casa: sillones con iluminación y un enorme televisor curvo.
  El “baño” del gato está escondido dentro de un armario empotrado. En la cocina hay una máquina especial para lavar vasos a presión. En el sótano, unos pisos de resina epóxica azul con diseño tie-dye que se ven increíbles. En la regadera hay cuatro tipos distintos de ducha. En todos los baños hay asientos de inodoro con calefacción. Y unos cuadros muy graciosos con frases como “Permanezcan en sus asientos durante la función”.
  Es una familia maravillosa, muy amable y abierta. Por cierto, el padre trabaja en una empresa grande y conocida. Además, ha ganado varios premios Emmy, que están colocados con cariño por toda la casa. Esos, por cierto, no los toco cuando limpio. © Suitable_Basket6288 / Reddit

• Por alguna razón, cada vez que me quito los guantes, me lavo las manos y recojo mis cosas, empieza el típico: “Ay, antes de que te vayas, ¿podrías limpiar un poquito por aquí también?”. Y ese “poquito” siempre resulta ser una tarea larga y pesada que toma, como mínimo, media hora. © Come_tothe_FrogDance / Reddit
• Irónicamente, lo que más me molesta es cuando los clientes limpian antes de que yo llegue. ¡Me arruina la diversión! Ahí estoy, limpiando los estantes y quejándome de que no entiendo por qué me pagan si, de todos modos, hacen la mayor parte del trabajo ellos mismos. Para matar el tiempo, limpio lo más minuciosamente posible, metiéndome en todos los rincones. Amo mi trabajo, y gracias a lo meticulosa que soy, tengo buena reputación. Al final, todos salen ganando. © IMIndyJones / Reddit

• Tengo un cliente que saca la ropa de la secadora y la lanza al suelo del lavadero. La primera vez que limpié su casa, me sorprendí muchísimo. Es ropa limpia, se supone que hay que doblarla. © Nosotrospapayaya / Reddit
• Tengo un cliente que no tiene botes de basura en su departamento. Ni uno solo. De alguna forma logró organizar su vida sin necesidad de acumular basura en ningún lado. Al principio pensé que era una excentricidad, pero en realidad solo es una persona que ama optimizar todo. © False_Lychee_7041 / Reddit
• Tenían un venado. En la casa. Como mascota. © ClermontPorter20588 / Reddit

• Limpié la casa de una pareja. En general, eran personas bastante normales. La única peculiaridad era que la esposa tenía una habitación llena de zapatos. En esa habitación había repisas por todo el perímetro, donde se almacenaban cientos de pares de tenis de todos los colores. Perfectamente limpios y ordenados. Una vista fascinante. © Unknown author / Reddit
• Limpié la casa de una pareja que tenía una casa enorme. Vivían solo ellos dos y sus dos gatos. Se escribían tarjetas de felicitación en nombre de sus gatos para cada ocasión especial, y luego las colocaban con mucho cuidado sobre la mesa del recibidor. Además, tenían dos de todo: dos refrigeradores, dos estufas, dos lavadoras y dos secadoras. © MissManson14 / Reddit

• En una de las casas donde trabajo hay una llave especial para agua de té. Está integrada en el fregadero de la cocina y sirve agua a la temperatura perfecta. Lo que más me asusta es que no tengo idea de cómo limpiarla. Tiene su propio mini calentador bajo el fregadero, así que siempre hay agua caliente en ella. Y eso, en mi opinión, crea un ambiente ideal para que se reproduzcan bacterias si pasa mucho tiempo sin usarse. © FreeJD78 / Reddit
• Ayer estuve limpiando un departamento de renta temporal. El huésped dejó el congelador lleno de comida: carne molida, costillas, una pechuga de pavo entera, cuatro bolsas de verduras, dos envases de helado sin abrir y una caja de caramelos de fruta. Pregunté qué debía hacer con eso, ¡y al final todo fue para mí! © charliensue / Reddit

• Hice una limpieza profunda en un baño. Estaba cubierto de manchas amarillas y anaranjadas. Parecía que nunca lo habían limpiado antes. La tina y sus bordes estaban cubiertos con una costra de agua dura. Di lo mejor de mí y, cuando terminé, todo quedó blanco como la nieve y la llave brillaba.
  Pero el dueño de la casa dijo que me había saltado algo. Me mostró moho debajo del sellador de la bañera. Le expliqué que, lamentablemente, nuestra empresa no usa productos químicos agresivos contra el moho, y que, en realidad, debería quitar el sellador viejo, tratar el moho con químicos y volver a sellar las juntas. Pareció entender y estar de acuerdo con lo que le dije.
  En cuanto crucé la puerta, me dejó una calificación de 1 sobre 5. Entre sus comentarios puso: “No limpió el moho” y “Después de la limpieza, los botes de champú estaban húmedos”. Por suerte, mi jefe entiende estas cosas. Pero es muy frustrante cuando uno se esfuerza tanto y recibe este tipo de trato. © DarknBallen / Reddit
• Mi clienta tiene 88 años. Cuando fui a su casa por primera vez, noté de inmediato que tenía notitas pegadas por todas partes. Pero hubo una que se me quedó grabada: “La señora de la limpieza vendrá a la una. Se llama N. ¡Sé amable con ella!”. Y la verdad, era un encanto de persona. © Competitive_Mode5692 / Reddit

“Te amo, abu”.

• Fuimos a limpiar una casa enorme. Salió una mujer y dijo: “Chicas, dejen sus teléfonos, estamos en propiedad privada”. Bueno, está bien, lo entregué. Y ahí empezó lo más divertido. Entramos en la casa y fue surrealista: algunas habitaciones estaban hechas un caos. Basura por todas partes, cosas tiradas, el piso pegajoso, los muebles como si una horda de niños con chocolate y mermelada hubiera pasado por ahí. Pero el resto de las habitaciones, impecables. Sofás blancos, todo perfectamente ordenado. La luz colocada de tal forma que parecía un set de grabación.
  Y entonces entendimos a quién le estábamos limpiando. Era una influencer, de esas que tienen su perfil lleno de publicaciones sobre lo buena ama de casa que es y cómo le da tiempo para todo. Después entré a su cuenta, vi las fotos. Y claro, ahora entendí por qué nos quitaron los teléfonos. La diferencia entre la imagen y la realidad era demasiado grande. Se puede con todo, sí, pero solo si tienes un equipo entero con trapos y trapeadores detrás, como nosotras. © Not everyone will understand / VK
• La licencia por maternidad significa conocer gente nueva todos los días en el parque. Así fue como hicimos amistad con otra mamá. Ella venía de un lugar muy alejado. Se mudó a la capital y empezó a trabajar en limpieza. Pero no porque le gustara limpiar, ¡tenía un plan perverso!: conseguirse un hombre rico. ¡Y le funcionó! Yo pensaba que eso solo pasaba en las telenovelas. Pero no, también pasa en la vida real. Su esposo le regaló un departamento por el hijo. © Work Stories / VK

• Fui a casa de una señora para una limpieza de prueba. Me recibió con una actitud altanera y me dio un recorrido por toda la casa, mostrándome lo lujoso y refinado que era su estilo de vida. Luego me pidió que doblara una enorme montaña de ropa y, de paso, revisara los bolsillos. Aclaró que no tenía idea de lo que podía haber en ellos. Se fue.
  Empecé a ordenar la ropa. En uno de los bolsillos encontré veinte dólares. Los puse aparte. Unos segundos después, la señora entró de repente. Preguntó: “¿Y cómo va todo?”, temblando de los nervios.
  Le entregué el billete. Juro que nunca en mi vida había visto a alguien tan decepcionado al recibir dinero. Luego dijo que no haríamos buen equipo, me hizo un cheque por unos 10 dólares y me pidió que me fuera. ¿Qué fue eso? ¿Tenía ganas de gritarle a alguien? © amitoughenouss / Reddit
• Me dedico a la limpieza. Fuimos a un servicio. No es que estuviera todo sucio, pero había cosas tiradas por todos lados. Y de pronto el cliente dijo: “En realidad, no necesito tanto la limpieza. Pero pagaré 50 euros por cada documento que encuentren. Perdí el pasaporte y la licencia en algún lugar del departamento”. © Natalia Kadulina / VK
• Fuimos a hacer una limpieza. Todo parecía normal hasta que entramos a la última habitación. Y ahí estaba: una enorme caja fuerte de metal que llegaba hasta el techo. Nos quedamos en shock: ¿cómo íbamos a limpiar si ni siquiera se podía entrar? La dueña, genuinamente sorprendida, dijo: “Pues muévanla y limpien”. Nuestras chicas, delgadas, se miraron entre sí, y se fueron del servicio. © Natalia Ermolaeva / VK

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