10 Detalles de pinturas famosas que pueden pasar desapercibidas a primera vista

Arte
hace 1 año

La pintura, como una de las bellas artes, es una disciplina que está llena de hermosas imágenes llenas de significado, sentimientos e incluso protesta. A lo largo de los años, los pintores han usado esta forma de expresión para brindarnos obras memorables que son parte del patrimonio de la humanidad. Sin embargo, algunos autores ocultaron detalles que a simple vista podrían pasar inadvertidos.

En Genial.guru, hemos recopilado algunos secretos de las obras más famosas del mundo para conocer los pensamientos de cada autor más de cerca.

1. Gótico estadounidense, Grant Wood, 1930

American Gothic, Gótico estadounidense, es un cuadro de 1930 del pintor Grant Wood. En él, Wood quería representar los roles tradicionales del hombre y la mujer en la sociedad de aquella época. El hombre trae un trinchete que representa el trabajo en el campo y la mujer un delantal que simboliza el trabajo en el hogar. El cuadro es uno de los más famosos del arte estadounidense y ha sido parodiado decenas de veces.

El autor firmó su obra de manera tan discreta que, usualmente, pasa inadvertida para el público. Puede verse sobre la tela de la mezclilla en un tamaño muy pequeño.

2. El entierro del conde de Orgaz, El Greco, 1586-1588

El entierro del conde de Orgaz es una obra que reside en la Iglesia de Santo Tomé en Toledo, España. Es el retrato de Gonzalo Ruiz de Toledo, noble y señor de la Villa de Orgaz, quien era un hombre muy caritativo. Según cuenta la tradición, cuando iban a enterrarlo en el templo, ocurrió un milagro en el que San Agustín y San Esteban lo tomaron en sus brazos y lo colocaron en su sepulcro.

El Greco, a quien fue encargada la obra, pintó el momento desde las perspectivas terrenal y divina, llenándola de personajes de la época. Él no solo se incluyó en la obra y la convirtió en una de las primeras fotobombas de la historia, sino que también pintó a su hijo, quien tiene la fecha de su nacimiento grabada en el pañuelo.

3. La tormenta en el mar de Galilea, Rembrandt, 1633

La tormenta en el mar de Galilea es una obra de Rembrandt que retrata uno de los primeros milagros de Jesús, cuando calmó las aguas en medio de una tormenta. La obra se exhibía en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston, pero fue robada en 1990, siendo uno de los mayores robos de arte de la historia.

En la obra se puede ver a Jesús, sus 12 discípulos y un misterioso personaje, que se cree es el propio Rembrandt viendo hacia el espectador, haciendo también una de las primeras fotobombas de la historia.

4. Arreglo en gris y negro Nro. 1, James Abbot McNeill Whistler, 1871

James Abbott McNeill Whistler hizo varios arreglos o retratos de personalidades de la época, pero el más famoso es este en el que posó su madre. Aunque tiene el estilo muy característico de Whistler, a él le gustaba firmar sus cuadros con su emblema personal, el de una mariposa en un círculo. Aunque en otros es muy claro, en esta ocasión quedó un poco oculto sobre la cortina del fondo.

5. La danza, Picasso, 1925

En esta obra, que el autor realizó cuando tenía 44 años, representó a un grupo de mujeres dentro de una habitación con paredes empapeladas bailando frente a un balcón con vista al mar. Cuando Picasso estaba terminando la obra, se enteró de la muerte de su amigo Ramón Pichot, y decidió incluirlo oculto entre las sombras como un tributo póstumo a su gran colega español.

6. Bodegón con naranjas, Raphaelle Peale, 1818

Raphaelle Peale es considerado el primer pintor profesional estadounidense de bodegones, un tema que se volvió recurrente en la época y que, en principio, solo lo implementaban los principiantes. Peale encontró en este tipo de pinturas una gran aceptación y comenzó a hacerlas casi exclusivamente.

Para poder distinguirse de sus competidores, y como especie de broma, agregó cáscaras de frutas peladas en sus obras. En inglés, pelar una fruta se escribe peel, y era muy parecido a su apellido, “Peale”. Gracias a esto, si vemos un bodegón de esa época con una fruta pelada, podemos estar casi seguros de que es obra de Raphaelle.

7. Melancholia I, Albrecht Dürer, 1514

Esta enigmática pieza de Dürer está llena de secretos; sin embargo, el que más atrae la atención de los que han visto la obra es el cuadro mágico que está en la parte superior derecha.

Si se suman los números en cualquier dirección, la suma da 34. Aún no se sabe a ciencia cierta el significado de este cuadro en la obra, algunos expertos creen que tiene que ver con el planeta Júpiter, ya que al cuadro con números se lo conoce como cuadro de Júpiter. Como todo lo demás de la obra está relacionado con Saturno, sería una forma de equilibrar.

8. La lección de Música, Johannes Vermeer, 1662-1625

Muchos expertos consideran que el trabajo de Vermeer está cargado de sutiles referencias que hacen de su obra muy enigmática. En este caso, la referencia está en la mirada de la chica. A través del espejo, podemos ver que no está mirando el instrumento musical que está frente a ella, sino que tiene su mirada fija en el profesor de música. Este simple detalle cambia todo el sentido de la pintura y la hace fascinante.

9. El viejo guitarrista ciego, Pablo Picasso, 1934

EastNews

Esta reconocida obra del periodo azul de Picasso tiene una pintura de una mujer escondida debajo. En la parte de la oreja se alcanza a ver su silueta. Los investigadores del Instituto de Artes de Chicago, en donde reside la pintura, consideran que el artista no tenía suficiente dinero para comprar más lienzos y los reutilizaba pintando sobre viejos trazos.

10. Retrato de Zacarías, Miguel Ángel, 1508

El techo de la Capilla Sixtina contiene múltiples escenas del libro de Génesis y es considerada una obra maestra de la pintura mundial. Mientras Miguel Ángel terminaba de pintarla, un trabajo que le tomó 4 años, tuvo que soportar al Papa Terrible, Julio II, con quien no tuvo una buena relación.

Como protesta, Miguel Ángel pintó en la mano de uno de los dos ángeles que están con Zacarías un gesto conocido comúnmente como el higo, un insulto de esa época, que era una forma de burlarse de la autoridad y desearle el mal a alguien. Al colocarlo en la pintura que estaba justamente arriba de una de las puertas, estaba destinado al papa, ya que entraría y saldría por esa puerta frecuentemente. La altura y el tamaño del detalle pasan desapercibidos a primera vista.

¿Alguna vez has escondido algún mensaje secreto en un documento de tu trabajo o alguna tarea de la escuela?

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas