9 Joyas famosas que esconden historias tan cautivadoras como su belleza

Arte
hace 1 año

Las joyas son mucho más que simples accesorios. A lo largo de la historia, estas piedras preciosas han servido para demostrar poder, como símbolo de amor y pasión e, incluso, para dar un mensaje. Desde brazaletes personalizados hasta diamantes de muchos quilates, personas de la realeza y famosos no resistieron la brillante belleza de estas gemas.

En Genial.guru, repasamos algunas de las historias extraordinarias que acompañan a estos lujosos objetos dignos de admiración.

1. La gargantilla de Lady Di

EAST NEWS, LFI/Photoshot/REPORTER

La gargantilla formada por siete cadenas de perlas y un zafiro de increíbles dimensiones en el centro es una de las joyas destacadas de Lady Di. En un inicio, el zafiro era un broche que pertenecía a la reina María. Diana tomó la acertada decisión de convertirlo en un collar más moderno.

La difunta princesa brilló con esa gargantilla en innumerables ocasiones. Una de ellas fue durante la cena en la Casa Blanca, en la que bailó con John Travolta. También usó el collar como accesorio junto con su famoso “vestido de la venganza”.

2. El Corazón del Mar

Titanic no solo nos regaló una romántica historia, también una de las joyas más icónicas del cine. Este hermoso collar de diamantes, llamado Corazón del Mar, se roba el protagonismo cuando, al final, Rose lo arroja al océano. Aunque no existe una versión real de su historia, muchos opinan que se inspira en el diamante Esperanza, que perteneció a Luis XIV.

Hacer el Corazón del Mar costó unos 10 000 USD, y no se utilizaron diamantes reales. Sin embargo, fue tan popular que necesitaron hacerse reproducciones de él. Una de estas fue una réplica idéntica, pero hecha con un zafiro de 171 quilates con forma de corazón. Este se compró por más de 2 000 000 USD y lo usó Céline Dion para cantar la canción de la película durante los premios Óscar.

3. El anillo de compromiso de Barbara Sinatra

Barbara Sinatra fue la cuarta y última esposa del famoso cantante Frank Sinatra. Luego de unos tumultuosos 4 años de noviazgo, Frank decidió proponerle casamiento de una manera muy poco convencional. Según cuenta la historia, él arrojó dos grandes diamantes en la cama de ella y le dijo que eligiera el que más le gustaba.

Luego de que Barbara eligiera un diamante de talla esmeralda, Frank hizo que un joyero lo colocara en un anillo de platino. Y, con un toque romántico, el cantante dejó de lado la caja tradicional y prefirió sumergir el anillo en una copa de champaña. El compromiso se hizo oficial y ambos contrajeron matrimonio.

4. Las perlas de la reina Isabel II

Photoshot/REPORTER, AP/East News

Como regalo de bodas de parte de sus padres, la reina Isabel II recibió dos collares de perlas. Sin embargo, estas no eran perlas cualquiera; más bien, formaban parte de la historia de Inglaterra. Uno de los collares, el más pequeño, perteneció a la reina Ana, última monarca Estuardo. El otro era de la reina Carolina, la esposa del rey Jorge II.

Estos fueron exhibidos un día previo a la boda y, un rato antes de caminar al altar, la futura reina se dio cuenta de que estos no habían sido devueltos. Su secretario privado se ofreció a buscarlos y, debido al tráfico, tuvo que correr gran parte del trayecto para llevar los collares a tiempo. La reina Isabel usó ambos en reiteradas ocasiones y se convirtieron en sus accesorios distintivos.

5. El brazalete de las cruces

Cecil Beaton/Victoria and Albert Museum, © Nils Jorgensen/Shutterstock

El siglo XX fue testigo de una de las historias de amor real más controversiales. Esta fue la del rey Eduardo VIII y la actriz estadounidense Wallis Simpson. Debido a que se le prohibió casarse con una divorciada, Eduardo abdicó el trono y huyó con su amada. Durante su boda, ella lució un brazalete del que colgaban 9 dijes de cruces latinas, cada uno hecho de una piedra preciosa diferente.

Este fue un regalo de Eduardo para ella y, en cada dije se escondía una inscripción secreta y personal para la pareja. Wallis utilizó la pulsera en cada ocasión que pudo. La pieza se subastó por más de 5 000 000 USD en el año 2010 junto a otras joyas famosas de la actriz.

6. Las perlas de Grace Kelly

En 1956, Grace Kelly se convirtió en princesa de Mónaco al casarse con el príncipe Rainiero III. Incluso antes de formar parte de la familia real, la actriz destacaba por su elegancia en donde sea que fuera. Cuando se le preguntó qué tipo de joya era su favorita, ella respondió que tanto en la pantalla como en su vida privada prefería las perlas.

Al momento de elegir un presente de bodas, el príncipe, quien escuchó atentamente lo que dijo su prometida, la llevó a la boutique Van Cleef & Arpels, donde eligió el deslumbrante collar de perlas de tres vueltas con un remolino de diamantes. Este se convirtió en un accesorio clásico de Grace, y su hija Carolina le rindió homenaje al utilizarlos durante una aparición pública.

7. El diamante de Tiffany

Courtesy Everett Collection, JB LACROIX/AFP/East News

El diamante de Tiffany es, tal vez, uno de los más conocidos de la compañía. La gran gema color amarillo fue descubierta en Sudáfrica en 1877 y rápidamente fue reconocida como un tesoro. Desde su compra en el siglo XIX nunca se ha vendido y puede verse en una de las vitrinas de Tiffany & Co. en la Quinta Avenida de Nueva York. Pocas veces ha dejado su lugar allí.

La piedra preciosa solo ha sido usada públicamente por tres mujeres. Una de ellas fue la eterna Audrey Hepburn para promocionar su película Diamantes para el desayuno. Luego, el mismo diamante adornó el cuello de Lady Gaga para los premios Óscar del año 2019.

8. El broche de diamantes y esmeraldas de Anita Delgado

Anita Delgado era bailarina y pertenecía a una familia de pocos recursos cuando el príncipe indio Jagatjit Singh presenció una de sus danzas mientras asistía a una boda real en Madrid. Como si se tratara de una versión de Cenicienta, el maharajá quedó perdidamente enamorado de la española y, con el permiso de sus padres, se casó con ella.

Anita viajó a París con su nuevo esposo y allí aprendió todos los modales que eran necesarios para convertirse en princesa. Como un premio por aprender urdu, el príncipe le obsequió a su esposa un broche de diamantes y esmeraldas llamado Belle Epoqué con forma de media luna en el centro. Esta piedra preciosa decoraba un elefante que era muy preciado para el príncipe.

9. El diamante incomparable

El collar de diamantes L’Incomparable fue nombrado en 2015 como el más caro del mundo, con un valor estimado de 55 000 000 USD. Su gema protagonista es el diamante de color amarillo natural con forma de escudo; está unido a una cadena de oro rosa adornada con otros 91 diamantes blancos.

Este diamante posee una curiosa historia. En la década de los 80, una niña lo encontró por casualidad entre un montón de escombros mineros desechados en el Congo Africano. En su estado natural, la gema pesaba 890 quilates. Luego se pulió y se mostró al público en 1984. Desde entonces, se ha exhibido en diferentes museos

¿Qué joyas te gustaría lucir? ¿Qué accesorio posees con una importante historia para ti?

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