14 Clichés de películas de miedo que ya no nos hacen ni parpadear

Arte
hace 1 año

Las películas de terror, además de darnos uno que otro susto, muchas veces nos hacen preguntarnos por qué sus protagonistas parecen no tener ni una pizca de sentido común. Así que en lugar de vivir un rato entretenido con la cinta, terminamos pensando: “¿Otra vez va a pasar lo mismo?”. Mientras esperamos algo que nos sorprenda, estos son los momentos que ya muchos nos sabemos casi de memoria.

1. La casa vieja

Por alguna razón, la familia protagonista ve una casa medio abandonada y que parece estar gritándoles que mejor ni la volteen a ver, y piensan: “Sí, este es el hogar de nuestros sueños”. Pero eso sí, después se sorprenden porque hay diez mil fantasmas que no los dejan dormir ni cinco minutos.

2. El reflejo en el espejo

Pareciera que a los entes de otros mundos que han embrujado la casa les encanta tener una presentación dramática, y hasta son un poquito vanidosos. En las películas no hace falta esa escena en la que el protagonista se está mirando al espejo y de pronto ve a sus espaldas al ser que lo está atormentando. Ahora cuando aparece un espejo ya sabemos que ahí pasará algo raro.

3. El muñeco malvado

Sin duda, el aspecto de este juguete en las películas no es para nada amigable. Si algún padre tiene la ocurrencia de regalarles un muñeco así de espeluznante a sus hijos, es porque quiere provocarles pesadillas. De todas maneras, a más de uno se nos ha pasado por la cabeza la idea de que un atacante del tamañito de Chucky no parece ser algo realmente peligroso.

4. Escuchan un ruido en el sótano o en el ático

Si algo hemos aprendido de las películas de terror, es que sus protagonistas fallaron cualquier examen de lógica que nos podamos imaginar. Y lo comprobamos porque cuando escuchan algún ruido extraño, que claramente es indicador de que hay que correr hacia el otro lado, deciden que es un buen momento para bajar al sótano con una linterna que no ilumina más que una vela. Parece que piensan: “Algo malo podría pasar ahí, mejor voy”.

5. La separación del grupo

Ese razonamiento del grupito de amigos que parecen pensar: “Para qué quedarnos juntos, con mayores probabilidades de sobrevivir, cuando nos podemos separar, perdernos y terminar peor que como empezamos”. Mientras los espectadores estamos girando los ojos porque a los protagonistas se les ocurrió la terrible idea de tomar caminos diferentes, el malo de la historia está bailando de alegría.

6. Los expertos en fantasmas

Ya sabemos que en cuanto el equipo de cazafantasmas llega a la casa, podemos esperar una nueva decoración que incluye candelabros en el piso, camas flotando por el techo, sillas estrelladas contra la pared y más. Eso sí, la mesa en la que todos están sentados apenas tiene un temblorcito que no desconcentra a nadie.

7. Los niños inquietantes

Las películas de terror nos van a presentar a un niño que es amigo de un ser de ultratumba, que sin querer lo invocó o que ya, para abarcar todas las opciones, es el fantasma. La ternura de los pequeños parece querer disfrazar sus diabólicas intenciones, pero lo hemos visto tantas veces que ya sabemos que es mejor cerrar los ojos cuando ellos aparecen en pantalla.

8. Siempre es un caso único

Cuando los héroes, que aquí serían los que forman el equipo de cazafantasmas, llegan al hogar, sí o sí mencionan que están ante un caso paranormal nunca antes visto, que es único en su tipo y, además, muy difícil. No queremos ni imaginar lo que siente la familia en ese momento, pero la mejor opción siempre es huir de ahí lo más pronto posible.

9. Las advertencias

Ya sean escritas en la pared con una sustancia sospechosamente roja o dichas por una vocecita que no sabemos realmente de quién es o de dónde viene, siempre hay señales incesantes de que los protagonistas tienen que salir corriendo, pero ellos simplemente deciden ignorarlas en su intento fallido de tener una vida normal.

10. El auto no enciende

En ese momento de desesperación en que los protagonistas sí tuvieron algo de sentido común y decidieron irse, el auto deja de funcionar. No importa cuánto lo intenten, simplemente no arranca y a veces ni la puerta se puede volver a abrir. Esto nos ha enseñado la importancia de tener una bicicleta a la mano en todo momento.

11. No funcionan los teléfonos

Si algún personaje quería hacer una llamada, hay dos opciones: usa el teléfono más viejito que hemos visto y al que obviamente ya le habían cortado los cables, o su celular de confianza no tiene señal. De cualquier manera, sabemos que intentar comunicarse con el mundo exterior es imposible y ya no hay ni un poquito de sorpresa en eso, seguro que ni WhatsApp les funciona.

12. Viajar a un lugar remoto

Nos podemos imaginar el lugar más alejado de la civilización, completamente incomunicado y que desde lejos se ve que no es confiable, y ahí se irán de vacaciones los protagonistas. Al parecer, todos usan la misma agencia de viajes, que les promete una experiencia de otro mundo y no dudan ni un minuto en pasar la tarjeta de crédito.

13. Solo una chica sobrevive

La única persona que sobrevive a una experiencia de película de terror es la protagonista. A pesar de haber pasado muchísimo tiempo intentando escapar, y de haber tropezado un millón de veces, su último esfuerzo rinde frutos y logra mantenerse con vida. Aunque, eso sí, seguramente con muchos miedos nuevecitos.

14. Las 3 de la mañana

Parece que los fantasmas también tienen un horario laboral de ocho horas y solo se pueden aparecer por las noches. Si vemos una escena con un reloj, lo más seguro es que sea de madrugada y, específicamente, algún minuto después de las 3. No importa qué pase, a esa hora todos los fantasmas arman su espectáculo y los protagonistas, que solo querían tener una noche tranquila, terminan corriendo por sus vidas.

¿Cuál es el cliché de las películas de terror que ya ni de noche te asusta?

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