Una dieta militar que realmente funciona para vencer el “jet lag”

Cocina
hace 5 años

Con la invención del avión, el mundo recibió una nueva molestia: el jet lag. Para los viajeros que no quieren perderse ni un minuto de disfrutar de su viaje y la gente de negocios que debe estar al 100 % en las reuniones importantes, esta aflicción puede generar grandes inconvenientes. Pero gracias a una serie de reglas simples creadas por Charles Frederick Ehret, un biólogo molecular de EE.UU., ya no hay necesidad de perder buena parte de la estancia tratando de combatir al sueño a base de enormes ingestas de cafeína.

Genial.guru encontró la dieta Argonne Anti-Jet-Lag que ayuda a cualquier turista a adaptarse a las nuevas zonas horarias rápidamente y hacer que la experiencia de un viaje sea mucho más agradable.

Determinación y preparación

La dieta Argonne consiste en alternar una comida abundante y ayuno durante los cuatro días previos a iniciar el vuelo. La comida más importante debe ser el desayuno, ya que este avisa a nuestro reloj interno y a nuestro estómago que el día ya ha comenzado. Al principio, lo importante es saber cuándo es la hora del desayuno en la zona de destino: este marcará el comienzo y el final de cada “día” siguiendo este método nutricional.

Importante: café, té, alcohol y refrescos con cafeína solo se permiten entre las tres y cinco de la tarde. El resto de las comidas puede disfrutarse siguiendo tu horario habitual.

Día 1: comida “abundante”

Durante el primer día es importante consumir alimentos ricos en proteínas. Por ejemplo, el desayuno y el almuerzo deben contener huevos con tocino, queso, carnes, cereales ricos en proteínas, frijoles o guisantes cocidos. A esto, le debe seguir una cena alta en hidratos de carbono, por ejemplo, pasta, panqueques, papas, arroz, pan o un postre dulce. Solo debes consumir cafeína entre las tres y la cinco de la tarde, siguiendo la zona horaria de tu hogar.

Día 2: “ayuno” moderado

El segundo día debes seguir un ayuno moderado: come ensaladas ligeras, sopas livianas, frutas y jugos en cada comida. Trata de consumir la menor cantidad de alimentos ricos en calorías y grasas que te sea posible. De nuevo, ten en cuenta que la cafeína y el alcohol solo están permitidos entre las tres y las cinco de la tarde siguiendo la zona horaria de tu hogar.

Día 3 y 4: más de lo mismo

El día 3 repite tu jornada de comida “abundante” de nuevo. El día 4, ayuno. Este último debe coincidir con el día del vuelo, así que comerás siguiendo este método a bordo del avión. Si el vuelo es largo, procura dormir hasta la hora del desayuno en tu destino, pero no más tarde. Una vez despierto, nútrete de un desayuno rico en proteínas. Mantente despierto y activo y sigue la rutina de las comidas del día atendiendo al horario de tu destino. Si viajas hacia el oeste, opta por bebidas con cafeína solo durante la mañana. No consumas alcohol en el avión.

Adaptación

Termina tu ayuno con un desayuno rico en proteínas siguiendo la rutina horaria de tu destino. Es mejor que comas antes de que salga tu avión, pedir algo a bordo o, al menos, llevar contigo el desayuno preparado. Trata de dormir antes de comer y después del desayuno intenta mantenerte activo. Deja tu luz de lectura encendida.

¿Viajas mucho? ¿Alguna vez has experimentado el jet lag? ¿Tienes otros consejos sobre cómo adaptarse al horario de un nuevo destino? Comparte tus experiencias en los comentarios.

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