10 Partes del cuerpo que podrían desaparecer o cambiar en las siguientes generaciones

El ser humano ha estado evolucionando desde sus inicios como especie, y sin dudas lo seguirá haciendo. Por lo general, no tenemos en cuenta todos los cambios que nuestro organismo ha sufrido a lo largo del tiempo; por ejemplo, el hecho de que alguna vez nuestros ojos estuvieron cubiertos por una capa protectora, o que poseíamos un músculo especial para caminar en cuatro patas. En este artículo te mostraremos qué ocurrirá con ciertas partes del cuerpo conforme el tiempo vaya transcurriendo.

Si pudieras modificar una parte del cuerpo humano, ¿cuál sería? ¿Por qué?

1. Vello corporal

En la actualidad, el vello corporal no tiene la misma utilidad que para nuestros ancestros. Las pestañas, por ejemplo, evitan que el sudor caiga en nuestros ojos, pero en muchísimos animales, el vello regula la temperatura corporal. En nosotros los humanos, esta función se ha ido perdiendo. Por otra parte, nuestra especie ha seguido distintas estrategias cuando necesitó adaptarse a diferentes ambientes.

2. Costilla cervical

Se le llama costilla cervical a una pequeña estructura con forma de costilla que crece en el cuello, a partir de una vértebra cervical. Este sobrecrecimiento, que está presente solo en el 1 % de la población o menos, puede causar algunos inconvenientes. Por lo tanto, se suele remover mediante una intervención quirúrgica.

3. Dedos del pie

Se piensa que nuestros ancestros tenían dedos de los pies mucho más grandes que los nuestros. Así lograban una mayor estabilidad cuando necesitaban escalar árboles o rocas. Hoy en día los dedos aún brindan algo de estabilidad, pero ya no cumplen un rol prioritario en nuestro equilibrio. Algunos científicos sostienen que estos dedos irán “desapareciendo” a medida que la piel vaya rellenando la separación que hay entre ellos.

El dedo meñique del pie, por ejemplo, ha ido volviéndose más y más pequeño a lo largo de nuestra evolución. De todas maneras, muchos animales han pasado por este proceso de “fusión” de los dedos, tanto los de la mano como los del pie.

4. Mandíbula debilitada

En nuestra cara hay 43 músculos que han ido cambiando a lo largo de la historia. Por ejemplo, los de la mandíbula. Algunos humanos muy primitivos se alimentaban a partir de carne cruda o de raíces, por lo que los músculos asociados a la masticación eran poderosísimos.

Sin embargo, la mandíbula de los humanos modernos no es tan fuerte. Hoy en día somos muy meticulosos con la comida. Nos hemos vuelto más exigentes en la manera de alimentarnos; además del gusto, también le prestamos atención a la suavidad y la textura de lo que nos llevamos a la boca.

5. Músculo piramidal del abdomen

El músculo piramidal no se encuentra presente en todas las personas. Se piensa que su función es la de reforzar la llamada línea alba, aunque no está del todo claro. Debido precisamente a esta utilidad difusa y a que no todos lo tienen, es probable que este músculo pueda ir sufriendo cambios evolutivos.

6. Hueso fabela

El hueso fabela se encuentra ubicado en la parte posterior de la rodilla. Sin embargo, se cree que solo lo tiene el 30 % de la población. Es probable que su función haya sido alguna vez la de proteger los tendones que están asociados a la rotación de la rodilla.
Justamente debido a que tan poca gente lo tiene, desde hace mucho tiempo se considera que esta pieza ósea terminará por desaparecer.

7. El decimotercer par de costillas

Menos del 1 % de la población cuenta con un par extra de costillas. Se cree que algunos de nuestros ancestros primates tenían trece pares de costillas; pero este último par fue perdiéndose conforme el tiempo avanzaba.

8. Musculatura muy fuerte

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No hay que entender la evolución como un proceso que siempre se dirige hacia lo beneficioso. En realidad, lo que ocurre es que los organismos se van adaptando a las necesidades que surgen a medida que va pasando el tiempo. Por ejemplo, hace unos cuantos miles de años, los humanos eran cazadores recolectores; es decir, debían lidiar con animales, acarrear peso, subir árboles y realizar muchas actividades que los obligaban a estar en forma. Pero cuando comenzó la agricultura, la vida se fue volviendo cada vez más sedentaria. Entonces, a lo largo de unos pocos miles de años, nuestros músculos fueron perdiendo volumen y tonicidad.

9. Músculo subclavio

Este pequeño músculo sirve de apoyo para estabilizar los brazos y evitar lesiones o sobrecarga de la clavícula; sin embargo, algunas personas no lo tienen, o bien lo tienen solo de un lado del cuerpo.

Se piensa que probablemente cumplía una función más importante cuando nuestros ancestros utilizaban las manos como punto de apoyo para trasladarse. Sin embargo, puesto que los humanos modernos ya no caminamos utilizando los brazos, este músculo no nos resulta de mucha utilidad.

10. La piel de gallina podría desaparecer

Se considera que ese reflejo conocido como “piel de gallina” es un vestigio de la evolución. Nuestros ancestros peludos tenían la capacidad de erizar el vello corporal como una señal de amenaza frente a depredadores o rivales. Nuestra piel continúa erizándose ante ciertas situaciones, aunque nuestro vello corporal haya desaparecido sustancialmente. Es probable que los humanos del futuro ya no puedan sentir la piel de gallina cuando, por ejemplo, escuchen una canción que los emocione.