11 Mitos sobre las dietas y la alimentación saludable que seguimos creyendo y nos hacen preguntar por qué no bajamos de peso
Contar con una bonita figura y llevar un estilo de vida saludable en nuestros tiempos es algo común en un gran número de personas. Pero no todos pueden acceder a la información correcta de primera mano, cómo hacerlo debidamente sin causar daños a nuestro cuerpo.
En Genial.guru siempre apoyamos la búsqueda de mejorar constantemente, por lo que decidimos poner fin a algunos mitos que nos impiden lograr buenos resultados.
11. Todos los productos se dividen en saludables y nocivos
Entre los productos alimenticios que pasaron la inspección y llegaron a los mostradores de los supermercados no los hay nocivos, simplemente, unos son más saludables que otros.
Lo más importante es adquirir hábitos alimenticios saludables, porque el daño solo aparece cuando se abusa de algunos productos. Por ejemplo, no hay nada malo en comer 2 o 3 lonjas de embutidos en el almuerzo, pero comerte medio kilo ya es otra cosa.
10. Tu dieta requiere superalimentos
Las bayas de Goji, el jugo de noni, la espirulina, las semillas de chía, el asaí y similares generan expectativas demasiado altas en muchas personas. Se cree que estos “productos milagrosos” son capaces de resolver importantes problemas de salud. Pero la misma palabra “superalimentos” no es un término científico y no hay ninguna prueba de sus “superbeneficios” comparándolos con alimentos convencionales.
Estos productos son saludables, pero para cualquier persona lo serán mucho más las verduras, frutas y bayas que crecen en la zona donde vive. Sin embargo, las personas se inclinan más a creer en una mayor eficiencia de los productos exóticos. No se debe olvidar que consumir una gran cantidad de un solo tipo de alimentos nos aleja de obtener todos los nutrientes esenciales que necesitamos.
9. Los productos modificados genéticamente son perjudiciales para la salud
Si los productos transgénicos pasan los controles de calidad durante la fase de su creación, estos no resultan peligrosos. El impacto de estos productos en la salud humana y en el medio ambiente se ha estudiado ya durante más de dos décadas y, según las investigaciones, no conllevan ningún peligro, al igual que los convencionales.
8. Los alimentos sin gluten son más saludables
En los últimos años, las personas que se adhieren a un estilo de vida saludable abogan por consumir productos de panadería sin gluten. Sin embargo, los resultados de diversos estudios confirman que tales productos no son más saludables que los convencionales, e incluso en su base de proteínas resulta inferior a estos. Los que realmente necesitan este tipo de alimentos son personas que sufren alergias graves o intolerancia al gluten, pero son una minoría. Las afirmaciones de determinadas empresas de alimentos de que los alimentos sin gluten son necesarios para todos no son más que una estrategia de marketing en la que muchos caen.
7. Cuanto menos comes, más adelgazas
La falta de nutrientes claves y de forma permanente es muy perjudicial para nuestro organismo. La escasez de alimentos puede conducir a una disbacteriosis del intestino. No se puede renunciar por completo a algunos productos, especialmente los que contienen proteínas. Por ejemplo, la carne contiene uno de los aminoácidos esenciales, triptófano, responsable del buen humor. Pero para que el triptófano sea capaz de llegar al cerebro, el cuerpo necesita glucosa, algo que se encuentra en frutas y dulces.
Una dieta abundante y variada es clave para un buen estado de ánimo y un mayor bienestar. Y es algo que afecta en gran medida a nuestra capacidad de mantenernos en buena forma.
6. Existen alimentos con calorías negativas
No existen alimentos de calorías negativas, ya que para digerir un producto no se pueden necesitar más calorías de las que contienen por sí mismos. De los alimentos como el calabacín, pepino o el apio se puede decir que tienen cero calorías, por lo que pueden consumirse sin ninguna limitación. Pero si añadimos a esto una cantidad ilimitada de alimentos ricos en calorías, el cuerpo almacenará grasa y aparecerán problemas para metabolizarla.
La mejor combinación resulta de comer verduras bajas en calorías y carne magra, pescado o pollo. Esta comida proporciona la cantidad suficiente de vitaminas, minerales y nutrientes para construir el tejido muscular.
5. Los alimentos alcalinos son más saludables que los ácidos
Se estima que los alimentos alcalinos (verduras, frutas, cereales) son más saludables para el cuerpo que los ácidos (carne, pescado, productos lácteos, frutos secos y de panadería), por lo que la dieta debe basarse principalmente en los primeros. Se supone que esta es la mejor manera de luchar contra la alta acidez, perjudicial para el organismo.
En realidad, el cuerpo humano es un sistema que funciona tan bien que no puede ocurrir ningún tipo de “acidificación”. Pero si, sin ninguna recomendación médica, se intenta reducir la acidez del jugo gástrico, solo pueden obtenerse fallos en el funcionamiento del sistema digestivo hasta provocar una intoxicación, ya que el ambiente alcalino no está diseñado para digerir la comida entrante.
4. Existen alimentos milagrosos por los que las personas pierden peso rápidamente
Nutricionistas profesionales afirman que no existen alimentos milagrosos cuyo consumo provoque una acelerada pérdida de peso. Ningún producto es capaz de quemar grasa en tanta cantidad para que una persona empiece a adelgazar. La piña y el café verde contienen una gran cantidad de nutrientes, pero la pérdida de peso no guarda ninguna relación con ellos.
Además, un consumo en exceso de estos productos puede resultar perjudicial. Por ejemplo, se cree que el café verde es mejor para la pérdida de peso que el habitual. Lo atribuyen al hecho de que tostar los granos verdes reduce los niveles del ácido clorogénico, el cual ayuda a descomponer la grasa. Sin embargo, no hay una investigación científica en este campo realmente comprobada, mientras que el consumo del ácido clorogénico en grandes cantidades sí es perjudicial para el cuerpo sin ningún tipo de dudas.
3. Una dieta muy rica en proteínas es ampliamente beneficiosa para el organismo
Últimamente, las dietas ricas en proteínas se han hecho muy populares y muchas personas las siguen de manera constante. La cantidad mínima de hidratos de carbono y fibra dan al cuerpo la posibilidad de quemar energía, obteniéndola del tejido adiposo, por lo que desaparecen rápidamente los kilos de más. Pero esta forma de alimentarse no solo conduce a sufrir problemas con la digestión, sino que también reducen la esperanza de vida e incrementan la frecuencia del desarrollo de diversas enfermedades.
Los expertos recomiendan seguir una dieta con cantidades moderadas de proteínas de alta calidad (entre el 15 y el 20 por ciento del total de las calorías), un contenido relativamente bajo de grasa y una gran cantidad de hidratos de carbono complejos.
2. “Secar” el cuerpo es necesario para todos los que sueñan con una musculatura definida
“Secar” el cuerpo es realmente necesario en los deportistas profesionales, culturistas y competidoras de bikini fitness. Para definir mejor la masa muscular a la luz de los focos delante de los jueces en una competición, se someten a una dieta que casi elimina por completo los hidratos de carbono.
No obstante, para el cuerpo, un régimen de este tipo supone un verdadero desafío. Excluyendo los hidratos de carbono del cuerpo, nos privamos de la principal fuente de energía, mientras que la cantidad de ejercicios físicos en este período de tiempo siempre aumenta. Además, el “secado” daña el cuerpo: provoca cambios hormonales y más adelante puede producir un aumento de peso, pérdida de cabello, deterioro de la piel y depresión.
1. Detox, la mejor manera de empezar una dieta
No hay necesidad alguna de limpiar el cuerpo antes de ponerte a dieta. Nuestro cuerpo cuenta con su propio sistema de filtración que elimina de forma efectiva las sustancias nocivas: el hígado y los riñones. Los riñones filtran nuestra sangre y eliminan cualquier residuo obtenido de la dieta. El hígado procesa los fármacos, deshaciéndose de los productos químicos que llegan al estómago.
Y tú, ¿tienes tu propia fórmula comprobada para mantenerte en forma? Cuéntanos todos los detalles en los comentarios.
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