Los científicos han descubierto que el ayuno prolonga la vida de los ratones en un 30%. ¿Y qué pasa con las personas?

hace 3 años

Todos sabemos que comer en exceso no conduce a nada bueno. Sin embargo, no todo es tan simple. Constantemente se plantean las preguntas: "¿Cuánto hay que comer?", "¿Cómo funciona todo?" Y la más intrigante: "¿Qué tienes que hacer si, de todas formas, quieres comer?" Intentaremos responderlas a todas.

Hoy, en Genial.guru, revelaremos un secreto para tener una larga vida. Desde un punto de vista científico, por supuesto.

Cuando se come en exceso, el cuerpo consume más calorías de las que gasta, y las que sobran se almacenan en forma de grasa. Si esto sucede a menudo, conduce a la obesidad, que a su vez, provoca varias enfermedades. Sin embargo, ¿qué sucede cuando el cuerpo, por el contrario, está desnutrido?

Ya a principios del siglo XX, se descubrió que los animales que comen menos viven más tiempo que sus compañeros que consiguen un equilibrio ideal entre la comida y la energía. De esta manera tan simple, fue posible prolongar la vida de muchas especies hasta en un 30%, desde gusanos hasta monos.

¿Funciona con personas también?

Las guerras del siglo XX nos proporcionaron datos que nadie pidió intencionalmente. Durante la Primera Guerra Mundial, los residentes de Copenhague experimentaron escasez de alimentos durante 2 años: se vieron obligados a comer menos que en tiempos de paz. Parecería que esto debería conducir a una disminución en la población, pero después del fin de las hostilidades, se estimó que la tasa de mortalidad disminuyó en un 34%.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los noruegos tenían poca comida: el número de muertes causadas por enfermedades del sistema circulatorio disminuyó en un 30%.

En un experimento imprevisto, también participó la isla japonesa de Okinawa. Había 5 veces más ancianos que en los países desarollados, e incluso, que en otras partes de Japón. Resultó que la dieta de los residentes (pescado, soja y frutas) contiene menos calorías que en otras partes del mundo globalizado, especialmente en los EE. UU. Sin embargo, en los años 60, los soldados estadounidenses trajeron la comida rápida a la isla, de modo que la nueva generación no puede contar con largos años de vida.

¿Cuánto es “comer poco”?

Lo más importante es no confundir la restricción en comida con el hambre o la desnutrición. Los científicos hablan de una reducción de la dieta solo en un 20-30%. Es decir, una persona debe consumir aproximadamente el 70% de las calorías en un 100% de la energía gastada.

La pregunta lógica sería: ¿cómo alcanzan las fuerzas con este cálculo? A continuación hablaremos sobre que el cuerpo, simplemente, comienza a usar los recursos de manera más eficiente.

Aquí viene la segunda regla: el equilibrio de la dieta. Debe incluir proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, etc. Es muy importante cumplir estrictamente estas dos pautas.

Por ejemplo, los participantes de un proyecto para recrear las condiciones del hambre en la Segunda Guerra Mundial, consumieron un 40% menos de alimentos (un promedio de 1800 calorías por día, mientras se gastan 3000 en una jornada). En este caso, su condición, por el contrario, empeoraba; tenían debilidad, hinchazón y depresión.

Aparte, vale la pena mencionar a las personas que sobrevivieron a cosas tan terribles como 872 días del sitio de Leningrado. En absoluto no es lo que queremos decir con "comer menos", es un hambre severa que lleva a la muerte y afecta poderosamente a los que sobrevivieron por milagro. En la dieta de los supervivientes al bloqueo no había comida saludable, y mucho menos equilibrada. Esta es una situación extrema que, esperamos, nunca vuelva a suceder.

Además, en ningún caso son beneficiosas las enfermedades mentales como la anorexia. Destruyen el cuerpo, la mente y producen terribles consecuencias en los valores de la cultura de masas.

La actriz Lily Collins, en su juventud, sufría de anorexia. Ahora, ella es partidaria de una buena nutrición y un estilo de vida saludable.

¿Cómo entender cuánta energía gastamos?

Dado que los estudios de laboratorio no están disponibles en este caso, uno puede basarse en la propia sensación de saciedad. Haz un seguimiento de la cantidad de comida que necesitas para dejar de sentir hambre y quítale el 20%. De este modo obtienes un equilibrio que debes seguir si decidiste convertirte en un japonés centenario.

Para reducir la cantidad de calorías consumidas, lo mejor es comenzar por carbohidratos. Además de que ya comemos muchos de ellos, con exceso de glucosa, la respiración de las células en el cuerpo humano puede disminuir, lo que las hace más vulnerables. Con proteínas y grasas, no hay tales problemas. Tampoco hay que dejar de consumir todos los carbohidratos.

¿Cómo funciona esto para la extensión de la vida?

No será fácil de explicar, pero lo intentaremos. La restricción de calorías lleva a que una célula permanezca en un constante estado de alerta. Cuando ella carece de glucosa, debe respirar activamente, y al hacerlo, se libera una gran cantidad de especies reactivas de oxígeno que la envenenan y la dañan.

Esto se llama estrés oxidativo. Si es grave, la célula muere. Si es débil, entonces moviliza todos sus recursos para hacerle frente. Para ello, produce antioxidantes que neutralizan las especies reactivas del oxígeno, digiere sus propias proteínas y organelas, lo que le permite deshacerse del daño. Además, los genes responsables de la supervivencia y la extensión de la vida celular comienzan a funcionar.

Cuando viene otro estrés, la célula ya está más preparada y vive más tiempo. Y si esto sucede en cada una de ellas, entonces también se desencadena en todo el cuerpo.

Además, con una reducción en la ingesta dietética, la probabilidad de diabetes disminuye (las células “con hambre” tienen una mayor sensibilidad a la insulina, lo que estimula la captura de azúcar de la sangre). Además, la restricción en los alimentos afecta no solo las células sanas, sino también las tumorales. En las cancerosas, el metabolismo cambia, lo que significa que la probabilidad de supervivencia disminuye.

¿Qué pasa si no puedes comer menos?

De hecho, solo importa un factor: tu voluntad. Es imposible encontrar otras salidas, excepto comer menos. Puede ser muy útil cambiar tus hábitos alimenticios completamente: regresa a la época en que te permitiste comer más de lo que necesitas y cámbialo. Imagínate como otra persona: ligera y saludable, que vivirá mucho tiempo y con menos riesgos de enfermarse. ¿No es maravilloso?

El hábito nunca debería agobiarte. Debes ir desde adentro, como una continuación de tu personalidad.

¿Sientes la fuerza de pararte del lado de los centenarios de la isla de Okinawa?

Imagen de portada eastnews, ambidistribution
Ilustrador Oleg Guta para Genial.guru

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