10 Secretos para aplicar la base de maquillaje (Y el rostro quedará como si pasara por Photoshop)

Consejos
hace 5 años

Uno de los errores más típicos que suelen producirse con el maquillaje es el “efecto máscara”: un rostro demasiado plano o, por el contrario, con un exceso de contouring. Es fácil equivocarse al aplicar una base de maquillaje, pero es difícil no percibirlo, ya que un error así puede arruinar la imagen más sofisticada. ¿Tu interlocutor te lleva mirando fijamente durante varios minutos? Quizás le hayas gustado. Pero todo puede resultar mucho más prosaico: tienes una mancha de base de maquillaje en el cuello.

Genial.guru recopiló para ti los 10 errores más comunes con los que el tono del rostro nunca se verá como una mujer de una portada de revista.

1. Utilizar la brocha inadecuada

La calidad de la aplicación de la base depende directamente, no solo del producto en sí mismo, también de la brocha que se utiliza. Fíjate en las herramientas que cuentan con un pelo grueso y denso, y lo más importante: artificial. Este tipo de brochas son ideales para texturas cremosas. Distribuyen la base de una manera más uniforme y no absorben demasiado producto.

Te puede servir una legendaria dúo fibra, una tipo “espátula”, “brocha gorda” o una kabuki con un corte plano.

2. Ignorar la hidratación

A veces, disponer de tres minutos es un verdadero lujo. Especialmente por la mañana, cuando cada segundo cuenta. Pero si un peinado descuidado se puede disimular con unas trenzas, la ausencia de humectación afectará tanto el aspecto como la juventud de la piel.

Además, se verá muy poco atractivo: la base de maquillaje enfatizará la descamación y convertirá el rostro en una máscara.

Adquiere el hábito de aplicarte la crema de día inmediatamente después de lavarte la cara por la mañana. Así, a la hora de aplicarte el maquillaje, este tendrá tiempo para absorberse completamente. Y no te olvides de exfoliar a tiempo las células muertas con un scrub.

3. Renunciar a la base de maquillaje

El mayor error en el uso de la base de maquillaje es la ausencia de esta. Especialmente si al mismo tiempo se aplica cosmética decorativa.

Asegúrate de que el rostro adquiera un tono uniforme. Si tu piel es casi perfecta, puedes limitarte a aplicarte el polvo o un fluido ligero. Pero no dejes la cara al desnudo por completo. A pesar de la creencia generalizada de que la base sobrecarga la piel, esto no es más que un mito. Estos productos protegen de manera eficaz el rostro de los factores externos.

4. Aplicar capas de maquillaje

En los videotutoriales de los maquilladores, estamos acostumbrados a ver el kit completo: crema, primer, base de maquillaje, rubor, bronceador, resaltador, polvo y ¡listo!: el maquillaje “natural” se ha completado. Pero en la vida real, un contouring gráfico y las multicapas quedan fuera de lugar, incluso si se emplean cosméticos profesionales de elevada calidad. En el maquillaje diario será suficiente con una ligera capa de rubor.

La aplicación descuidada de la siguiente capa puede mover la anterior. Aplica el rubor por encima de la base de maquillaje en una capa fina con un cepillo suave y esponjoso. De este modo, el maquillaje no quedará con manchas ni se verá con “calvicies”.

5. Aplicar la base de maquillaje en vez del corrector

A simple vista, puede parecer que la base de maquillaje y el corrector tienen objetivos idénticos: disimular las imperfecciones. ¿Vale la pena entonces adquirir ambos productos o sería más lógico aplicar la base por todo el rostro, especialmente, si este no presenta imperfecciones notorias?

Muchas mujeres consideran erróneamente que tienen una piel problemática y, debido a 5–10 “manchitas”, la cubren completamente con una base densa. Los artistas del maquillaje recomiendan aplicar por toda la cara una capa mínima de esta y para los pequeños defectos, optar por un corrector puntualmente. Incluso si presentas una piel problemática, con esto será suficiente para nivelar su tono.

Además, incluso la base más densa no ocultará las imperfecciones, ese no es su cometido. Para disimular los enrojecimientos, las ojeras azuladas o verdosas, existen correctores apropiados de diferentes tonos: desde el durazno hasta el morado. Así, el tono verde disimulará esos enrojecimientos, el lavanda hará frente al tono amarillento, mientras que el albaricoque refrescará la piel gris y cansada.

6. Elegir la base que coincide con el tono del rostro

La piel del rostro, con más frecuencia que otras zonas del cuerpo, se ve expuesta a procedimientos cosméticos: peelings, exfoliantes y similares. Debido a esto, el bronceado de verano desaparece de manera irregular, por lo que la cara se vuelve más clara que el cuello y las orejas.

Eligiendo una base, guíate por el tono de tu escote. Probablemente, necesitarás un producto varios tonos más oscuro que el color facial verdadero. En este caso, no se verá demasiado blanco, de manera antinatural. Si optas por una crema del mismo tono que el cuello, puedes cometer un error, ya que esta parte del cuerpo recibe sombras desde muchos ángulos.

7. Elegir el tono de la base bajo la influencia de una luz artificial

Con la iluminación artificial en una tienda, la base de maquillaje puede verse muy diferente a si estás en la calle, o incluso bajo una luz diferente.

Para no errar con el tono, aplica el producto del probador y evalúa su color cerca de una ventana. Si esto no fuera posible, sal al exterior. Además, tómate tu tiempo paseando por las tiendas para ir viendo cómo la base se comportará sobre tu piel: algunos productos pueden oxidarse, por lo que el rostro adquiere un tinte rojizo desagradable.

8. Olvidarte de difuminar la base

Un difuminado descuidado puede arruinar incluso un maquillaje perfecto. Presta especial atención a los bordes del cuello y las orejas, la “zona muerta”, donde la visibilidad es limitada.

Para obtener un difuminado ideal, utiliza una esponja húmeda pero bien escurrida para el contorno del rostro. Así, la capa resultará ser lo más ligera y natural posible, sin rayas ni manchas.

Evita que la base llegue a la línea de crecimiento del cabello: eliminar el pigmento será muy complicado.

9. Utilizar productos con brillo a diario

La sutil frontera entre un esplendor delicado y brillo fuera de lugar no es tan fácil de encontrar. Te pasas un poco recogiendo el producto con la brocha y, ¡ya está! El rostro brilla como una guirnalda de un árbol de Navidad.

Especialmente, muchas mujeres “brillantes” aparecieron en las calles de las ciudades grandes, y no tanto, después de que se pusiera de moda el strobing. Esta técnica permite aportar relieve al rostro sin recurrir a un contouring notorio. Sin embargo, en el día a día, es mejor renunciar a las texturas demasiado brillantes.

10. Utilizar agua micelar por debajo de la base de maquillaje

Algunas mujeres utilizan agua micelar por la mañana para limpiar y tonificar su piel. Sin embargo, si planificas aplicarte luego la base tonal, déjala para retirar el maquillaje y cuidar de tu piel por la noche.

Las micelas que contienen estos productos no solo absorben la grasa y la suciedad, sino también las partículas del maquillaje. Debido a esto, la base puede aplicarse de manera irregular. Para refrescar tu rostro, utiliza un tónico tradicional.

¿Cuáles son los secretos de la aplicación de la base de maquillaje que conoces tú?

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