11 Consejos y datos sobre la “verdadera” comida italiana que pueden resultar inesperados para sus comensales

Consejos
hace 1 año

Cuando hablamos de países famosos por su sazón, pensamos inmediatamente en Italia. El sabor tan característico de sus platillos nos hace agua la boca. Sin embargo, cuando las comidas se hacen tan conocidas que “viajan” a otros países, se adquieren nuevas prácticas que no existen en el lugar donde nacieron; y en ocasiones puede considerarse que van en contra de la tradición culinaria del país de origen.

Tal es el caso de los italianos, quienes en una encuesta reciente evaluaron los “errores culinarios” que cometen los habitantes de otras regiones. Así que quizá el concepto de “comida italiana” que se tiene en un país no coincida plenamente con el que se tiene en Italia.

En Genial.guru queremos mostrarte algunos tips y reglas sobre cómo debería prepararse la comida italiana según los italianos, no para cambiar para siempre la manera en que cada persona elabora estos platillos, sino para compartir otras formas de cocinar y con ello encontrar nuevos sabores.

1. No sumergir la pasta en salsa

Las salsas italianas son deliciosas en todas sus variantes. Dado su gran sabor, nos vemos tentados a servir nuestro plato saturado de salsa. No obstante, en la comida italiana tradicional, la pasta tiene un sabor propio que debe mantenerse al mezclarse con salsa. De hecho, lo más común en Italia es servir un poco de salsa envuelta en pasta y no viceversa. La proporción ideal de acuerdo con el canon italiano es 2 cucharadas de salsa en cada plato de pasta. Es decir, se come pasta con un poco de salsa, y no salsa con un poco de pasta.

2. La salsa casera es mucho más sana y rica que la que se compra en el supermercado

Cuando cocinamos comida italiana, lo más común es comprar una salsa envasada del supermercado, dado que es mucho más cómodo y se ahorra una cantidad considerable de tiempo. Sin embargo, estas salsas están saturadas de grasa, sal y azúcares, además de que no hay manera de conocer realmente la calidad de los ingredientes usados.

La mejor alternativa es tomarse el tiempo de preparar una buena cantidad de salsa durante el fin de semana, guardarla en varios frascos, congelarla y sacar un contenedor cada vez que queramos hacer pasta, lasaña o pizza (esa es la tradición en Italia). De esta forma, llevaremos un mejor control de la calidad de los ingredientes de la salsa y, sin lugar a dudas, quedará mucho más sabrosa que la del supermercado.

3. La pasta se cocina al dente

En Italia la pasta es cosa seria. No solo debe respetarse el sabor, sino también su textura. La expresión italiana al dente significa literalmente “al diente”, y se refiere al estado en el que está completamente cocida, pero aún mantiene cierta solidez. Este punto de cocción implica un mayor contacto con el sabor de la pasta, dado que debe masticarse más.

El punto de cocción al dente varía en función de cada pasta y de cada platillo; por ejemplo, cuando se prepara a la boloñesa, suele cocerse un poco más que cuando se prepara pasta con mariscos. No obstante, en la mayoría de los empaques, el tiempo ideal de cocción al diente oscila entre los 8 y 12 minutos en función del tipo específico, pues el delgado espagueti tarda menos en cocerse que las tagliatelle o los fusilli.

4. No se tira toda el agua de la pasta

Una vez que hemos hervido el tiempo suficiente nuestra pasta, lo normal es colarla y desechar el agua recién hervida en el fregadero. Sin embargo, estamos cometiendo un error, dado que esa agua puede servirnos para dar consistencia y sabor al platillo, una vez que hemos mezclado la pasta con la salsa o los condimentos. La dosis recomendada es una o dos cucharadas de agua por plato.

5. Antes que nada, se prepara un buen soffritto

El concepto de sofrito varía de país en país, pero básicamente es “la base” de la cocina. El soffritto italiano se compone esencialmente de cebolla, zanahoria y apio, en proporción 2-1-1. De acuerdo al platillo o a la región, puede agregarse ajo, romero e incluso tocino o panceta. Esta mezcla es la primera parte de cualquier salsa, sopa o estofado con estilo italiano.

Para prepararla, tradicionalmente se utiliza un cuchillo de media luna, aunque en casa podemos usar un cuchillo común y una tabla. Hay que picar finamente los ingredientes para luego verterlos en una olla o sartén a fuego bajo o medio con aceite de oliva y un poco de sal. Se deja cocer entre 8 y 10 minutos, moviendo la mezcla ocasionalmente con una espátula. Un buen sofrito debe estar dorado, mas no quemado.

6. El pollo no se combina con pasta

Existen muchos ingredientes con los que se combina la pasta, desde albóndigas, camarones y hierbas como la albahaca hasta champiñones y pescado, pero el pollo no forma parte de este grupo, al menos en Italia. En muchos restaurantes del extranjero, suele prepararse pasta acompañada con trozos de pollo, lo cual a muchas personas puede resultarles una mezcla deliciosa. No obstante, para los italianos la combinación de pollo con pasta es un “pecado” culinario comparable a la pizza con piña. ¿La razón? No hay ninguna, simplemente se trata de un asunto de tradición cultural.

7. La pasta y el risotto son platos principales, no complementos

Fuera de Italia, suele servirse un poco de pasta en el mismo plato que la ensalada, o se puede comer un plato pequeño de pasta antes del plato fuerte. Sin embargo, las “leyes” de la cocina italiana indican que tanto la pasta como el risotto son platos principales y deben servirse en un plato exclusivo, no en compañía de otros guisados o ensaladas. Por lo tanto, lo único que puede acompañar a una pasta o un risotto es su respectiva salsa, carne o vegetales.

Solamente hay tres platillos que se combinan con pasta y risotto: la carne a la genovesa, el osobuco milanés y las costolette del priore.

8. Hay que ser cuidadosos con la cantidad de parmesano

Sin duda, el queso parmesano es uno de los más deliciosos del mundo, y por ello muchas personas acompañan su espagueti o sus pennete con una buena cantidad de queso. No obstante, otra regla de la comida italiana es ser bastante prudentes con la cantidad de queso que vertemos sobre nuestros alimentos, dado que para muchos italianos el sabor es demasiado fuerte, lo cual puede difuminar el sabor del platillo original.

De hecho, existen varias preparaciones a las que no se les debe poner nada de queso, especialmente las que combinan pasta o risotto con mariscos. Afortunadamente, la pizza con mariscos está exenta de esta regla.

9. Los utensilios correctos les dan el mejor sabor a las comidas

Hay un sinnúmero de utensilios muy usados en la cocina italiana, como el cuchillo de media luna, el colador de “araña” o la olla-molino. En este caso nos ceñimos a los dos esenciales y que verdaderamente ayudan a preparar los ingredientes y a sacarles el mejor sabor. Por un lado, la olla de hierro fundido es excelente para las pastas y sopas, pues a diferencia de las de material antiadherente, conserva mejor el sabor. Por otro lado, gracias al grosor de sus paredes, la comida se mantendrá caliente por más tiempo, de manera que puede llevarse a la mesa para que cada comensal se sirva la cantidad deseada.

El otro instrumento que no puede faltar es el refractario para hornear, dado que es fundamental para platillos deliciosos como la lasaña y los canelones.

10. El capuchino es el café mañanero, para el resto del día se toma café expreso

Por su docilidad con el azúcar, el capuchino suele tomarse en muchas partes del mundo a manera de postre, y ciertamente este tipo de café proviene de Italia. Sin embargo, no se consume a todas horas del día. La razón es que en este país se suele servir un desayuno pequeño, una gran comida y una cena moderada, por lo que el capuchino, que viene en tazas altas y con leche, no ayuda mucho a la digestión.

En cambio, el café italiano por excelencia es el expreso, que suele servirse a todas horas y especialmente como digestivo después de la comida. Aunque eso sí, en Italia no se lo conoce como expreso, sino simplemente como café, lo cual tiene todo el sentido del mundo, dado que el café americano es simplemente un expreso con agua.

11. No confundir el pepperoni estadounidense con el peperone italiano

Muchos turistas se llevan una gran decepción en Italia cuando al ordenar un alimento con pepperoni, reciben algo con pimiento. Esto se debe a que en Italia no es muy popular el salame condimentado, que proviene de Estados Unidos y que está muy vinculado a la comunidad de italoamericanos.

Por otra parte, peperone es sencillamente la palabra italiana para designar al pimiento.

¿Qué otra regla o tip conoces en torno a la comida italiana? ¿Cuál es tu platillo favorito de este país tan famoso por su tradición culinaria? Cuéntanos en los comentarios y no olvides compartir este artículo en tus redes.

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