17 Trucos un poco locos que nos podrían sacar de una situación de apuro

Consejos
hace 1 año

Cuando éramos niños, a veces, los adultos nos decían que la vida es muy complicada. Aunque, en realidad, eso depende de si eres pesimista u optimista. Sin embargo, existen trucos y consejos que seguramente ayudan a hacer la vida más fácil: aunque algunos de ellos parezcan un poco locos, nos pueden ser útiles en una situación de apuro.

En Genial.guru hemos estudiado a fondo varios trucos y consejos y los hemos publicado en este artículo para que tú también puedas aprovecharlos.

  • Me llamo Francisco. Me cuesta muchísimo memorizar los nombres de los demás. Cuando me encuentro en una nueva compañía donde hay hombres cuyos nombres olvido justo después de conocerlos, simplemente me dirijo a ellos por el nombre de Paco. Entonces me responden: “No soy Paco, soy Pepe.” Y me pongo a reír, diciendo: “Caray, es verdad, Paco soy yo”. Normalmente todo el mundo se ríe y así evito un momento incómodo. © oseledich / Pikabu
  • Todos los años les decimos a nuestros hijos una fecha incorrecta de inicio de nuestras vacaciones. Salimos de casa por la mañana, supuestamente para ir a trabajar, y volvemos por la tarde. De 9 a 18, mi esposo y yo pasamos el tiempo a solas en un hotel, descansando y relajándonos. Durante tres días, de 9 a 18, somos jóvenes, irresponsables y sin hijos. Y al cuarto día, empiezan nuestras vacaciones en familia. © Oídoporahí / Ideer
  • A veces ocurre que tienes que lavarte el cabello por la noche, pero te da pereza, así que piensas: “Me levantaré temprano por la mañana y lo haré”. Obviamente, te levantas con el último sonido del despertador y sales corriendo de casa, pensando: “Me haré una coleta”. He encontrado una solución: antes de acostarme, me aplico un poco de aceite de bardana en el cabello y por la mañana tengo la cabeza tan grasienta que no hay coleta que salve la situación. Se vuelve imprescindible levantarme para lavar el pelo. Como resultado, mi melena luce limpia y bonita. © Oídoporahí / Ideer
  • Para evitar comer en exceso, se me ocurrió el siguiente plan de acción. Pongo la comida en mi plato, luego imagino que tengo que compartirla con un amigo hambriento y, con un ligero gesto, devuelvo al recipiente un tercio de la misma. Después voy a la habitación más alejada de la cocina, me pongo cómodo y como tranquilamente. Me da pereza levantarme para servirme más. Tras unos minutos, me doy cuenta de que, en realidad, estoy saciado. Pero sin sentir que voy a reventar. Funciona. © Oídoporahí / Ideer
  • Una amiga vivió lejos de la casa de sus padres durante unos años y luego volvió a su ciudad natal. Y, por supuesto, sus antiguas compañeras de clase, al toparse con ella en la calle, empezaron a preguntarle: “¿Estás casada? ¿Tienes hijos?”. Eso le molestaba mucho. Así que se le ocurrió la siguiente táctica. A unos les decía, muy convincentemente, que su novio nunca tenía trabajo y que vivían muy mal. A otros, que su esposo era un oligarca del petróleo, ella tenía cinco abrigos de piel en su armario y no sabía cuál ponerse. Se divertía mucho imaginando a dos chismosas encontrarse con dos historias completamente diferentes y pelearse por quién de las dos conocía la verdad.
  • De niña, era muy tímida y tenía miedo de hablar con la gente. Me costaba entablar una conversación, me temblaba la voz y empezaba a tartamudear. Así que veía comedias, anotaba los diálogos y los aprendía de memoria para practicar. También apuntaba los temas de conversación en un cuaderno y les echaba un vistazo. Me consideraban alegre y sociable. © Oídoporahí / Ideer
  • En el transporte público medio vacío, prefiero sentarme al lado de alguien en lugar de ocupar un asiento completamente libre. Prefiero ir con una persona decentemente vestida y que huela bien, una persona que haya elegido yo misma, a que en la siguiente parada me toque algún tipo desagradable. © Oídoporahí / Ideer
  • Aprendí este truco hace muchos años, cuando trabajaba en un periódico estudiantil. Este se imprimía los viernes, pero siempre había personas que, después de que el periódico fuera enviado a la imprenta, llamaban y nos pedían que anunciáramos su evento para el fin de semana. El editor les decía: “Me temo que eso es imposible”. Y dejaban de insistir. Así me he dado cuenta de que esta frase hace que la gente deje de tratar de convencerte cuando no puedes o no quieres hacer algo. © Pat / Quora
  • Este año he asistido a dos reuniones de antiguos compañeros de clase: de la escuela y de la universidad. Y me he dado cuenta de que mucha gente se pone muy tensa porque tiene miedo a la típica pregunta de “¿Dónde trabajas?”. Así que en su lugar opto por preguntarle: “¿Qué has hecho últimamente?”. De esta manera, la persona se relaja y empieza a hablar de lo que realmente le interesa. © Eva Glasrud / Quora
  • Cuando los árboles parecían más altos y el pasto más verde, tenía amistades con músicos informales. Había mucha gente en su compañía, pero yo siempre tenía mala memoria para los nombres. Entonces un amigo mío me dio un consejo. Dijo que cuando veía a una chica y no recordaba su nombre, le sonreía y le decía: “¡Hola, guapa! ¿Cómo estás?”. Ella sonreía por el cumplido, mientras que él salía de una situación incómoda.
  • Debido a una tormenta y un vendaval, me quedé sentada en un café, esperando a que todo termine. Una chica de unos veinte años entró para esperar también a que pase el mal tiempo. Tenía todo su cabello enredado y desordenado. Al principio, me dio vergüenza acercarme a ella, pero luego, cuando ambas salimos al acabar la tormenta, me acerqué y se lo comenté. Buscó su peine, pero no lo encontró. Se acercó a un árbol, arrancó una castaña (con su cáscara espinosa) y... ¡se peinó con ella! Lo hizo con una tranquilidad absoluta, viendo su reflejo en un escaparate. ¡Truco anotado! © Oídoporahí / Ideer
  • Una vez tenía que volver con mi hija desde un taller ubicado en las afueras de la ciudad. La espera de un taxi con silla para niños era de 20 minutos. Mientras que un taxi normal y corriente llegaría en tan solo dos minutos. Teníamos prisa para no llegar tarde al entrenamiento. Así que pedí un coche normal, saqué la silla del mío y la instalé en el taxi. El conductor no me dijo nada. © Fluoxetini / Pikabu
  • Cuando tenía 15 años, mi padre me dijo que tratara cada conversación como si fuera un juego. Te beneficias si durante la conversación aprendes más sobre otras personas que ellas sobre ti. En mi experiencia, esto es muy útil, especialmente si se trata de una charla ligera sobre el tiempo. © Neil Bailey / Quora
  • ¿Qué puedes hacer si preparas un ensayo o un trabajo final y tu profesor te prohíbe colocar las referencias a Wikipedia? Wikipedia suele asegurarse de que toda la información proceda de fuentes fiables. Eso significa que hay que estudiar las notas a pie de página: allí encontrarás fuentes que sí podrás citar. © BaseballImmediate200 / Reddit
  • Para memorizar, por ejemplo, el número de la casa o del departamento de alguien, debes pensar si hay una fecha relevante o, tal vez, un número de autobús que utilices a menudo. Así seguramente no olvidarás este número: una asociación aparecerá instantáneamente en tu cabeza.
  • Soy un chico de 27 años. Me afeito una vez por la semana. Y al pasar los 7 días, como puedes imaginar, tengo una barba prominente. Lo que me ayuda a afeitarme es el acondicionador de cabello. Me lo aplico, lo dejo actuar durante 5 minutos, y es como si hubiera pasado por un baño turco. Mi esposa no lo sabe y se pregunta por qué el acondicionador se gasta tan rápido. © Oídoporahí / Ideer
  • Comprueba siempre si la llamada ha terminado. Y si no te fías de tu interlocutor, no cuelgues de inmediato. Hoy, precisamente de esta manera, al esperar un minuto en la línea, me he enterado de que mi amigo no tenía planes de devolverme el dinero que le presté, pero que ahora estaba muy contento de que yo “haya caído en la trampa”. Bueno, Antonito, ya no habrá más eso de prestarte “unos dólares hasta la paga”. © Juzzzeppello / Pikabu

¿Qué consejos y trucos útiles conoces?

Imagen de portada Oídoporahí / Ideer

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas