20 Cosas que seguimos haciendo mal todos los días sin siquiera darnos cuenta

Consejos
hace 1 año

Los pequeños detalles nos definen de muchas maneras. Por ejemplo, en algunos países, es común comer y ver la televisión al mismo tiempo, mientras que en otros países, comer requiere de un estado total atención. Por otro lado, en países como GreciaTurquía está estrictamente prohibido tirar el papel de baño en el inodoro. Apenas pensamos en estas cosas porque las encontramos muy comunes, pero resulta que podríamos haber estado haciendo las tareas cotidianas de una forma incorrecta todo este tiempo.

1. Tomar un vaso de agua después de una gran comida

Aunque la teoría popular de que el agua diluye los jugos gástricos es un mito, beber un vaso de agua fría podría no ser la mejor idea, especialmente después de una gran comida. Es cierto que el agua puede ayudarte a bajar de peso, ya que te hace sentir menos hambre, pero después de comer un gran plato, ingerir un vaso de agua puede provocar una sensación de hinchazón. Beber agua lentamente también puede ayudarte a evitar gases y eructos causados por tragar aire al ingerir líquido.

2. Beber agua helada

El agua potable podría ser la cosa más natural del mundo y, por supuesto, un vaso frío de este líquido es la cosa más refrescante durante el verano, ¿qué tan malo puede ser? Pero según un estudio, beber agua fría empeora los síntomas de problemas digestivos como la acalasia. Aunque el agua fría no te enfermará, podría contraer los vasos sanguíneos.

3. Almacenar tomates en el refrigerador

Es una antigua pregunta: ¿debería mantener los tomates en el refrigerador o en la encimera? Esto depende de qué tan maduros estén; idealmente, debes hacer ambas cosas. Su temperatura ideal de almacenamiento es de alrededor de 12 °C. Sin embargo, el refrigerador evitará que los tomates maduros desarrollen moho porque la mayoría de estos aparatos tienen una temperatura de 1,6 °C, lo cual hace que los tomates maduros pierdan su sabor. Afortunadamente, dejar que este vegetal maduro repose durante un par de días en la encimera después de refrigerarlo le devolverá su sabor.

4. Lavarse la cara con agua helada o muy caliente

Aunque puede parecer práctico lavarse la cara mientras te duchas, si lo haces con agua caliente, podría ser contraproducente. Por un lado, puedes hacer que tu piel produzca más grasa para compensar la falta de esta y, finalmente, se vuelve seca. La mejor manera de lavarse la cara es con agua tibia o incluso fría después de la ducha, ya que hará que la hinchazón desaparezca.

5. Descargar el inodoro con la tapa abierta

Una cosa tan simple como descargar el inodoro con la tapa cerrada podría tener un impacto dramático en tu salud. Cuando presionas el botón para descargarlo, es básicamente como si tu inodoro estuviera estornudando (los expertos lo llaman “penacho de inodoro”). Dado que las bacterias pueden arrojarse hasta más de 25 cm por encima del inodoro cuando se descarga con la tapa abierta, incluso tu cepillo de dientes corre el riesgo de contraer salpicaduras de materia fecal.

6. No almacenar las hierbas según su tipo

Si pensabas que todas la hierbas frescas deberían almacenarse de la misma manera, pues resulta que es un poco más complicado que eso. Hierbas resistentes o robustas (como el orégano, romero, tomillo, etc.) se conservan mejor en una jarra con sus tallos en agua. Puedes optar por guardar el frasco en el refrigerador. Sin embargo, las hierbas tiernas o frágiles, como el cilantro, el perejil, el apio (solo tallos y hojas) o la menta se guardan mejor en bolsas de papel en el refrigerador o envueltas en papel y en una bolsa de plástico.

7. Tomar una ducha caliente por las mañanas

Otra eterna pregunta es si es mejor ducharse por la mañana o por la noche. Tomar una ducha matutina claramente te despierta. Pero para tener efectos positivos, es mejor darse una ducha algo más fría, o al menos tibia. Sin embargo, si prefieres ducharte por la noche, esto no solo ayudará a relajarte antes de acostarte, sino que también puede ayudarte a mantener un ambiente más limpio en el hogar. En este caso, puedes usar agua tibia, pero nunca demasiado caliente, esto para evitar resecar tu piel. Un buen balance podría ser tomar 2 duchas cortas al día a diferentes temperaturas.

8. Recalentar en recipientes de plástico

Dependiendo del tipo de plástico que estés usando, calentarlo en el microondas podría liberar varios químicos en los alimentos que estás calentando. Aunque algunos plásticos se consideran seguros para calentar, podría ser mejor tomar las debidas precauciones si no estás seguro de la composición exacta de los envases. Incluso los plásticos aprobados no garantizan alimentos libres de químicos después de calentarlos.

9. No lavar las latas antes de abrirlas

A pesar de la creencia común, lavar el pollo crudo puede ser contraproducente, ya que puede contaminar otros alimentos, utensilios y encimeras. Sin embargo, la gente casi nunca lava las latas, y, cuando lo hace, no lo hace correctamente. Por ello se recomienda lavarlas para que las partículas nocivas no caigan en los alimentos, especialmente si se trata de una lata de refresco, por ejemplo, ya que se pone directamente en la boca.

10. Usar teflón a altas temperaturas

Las sartenes antiadherentes pueden convertirse en un problema de salud si no se usan de la manera correcta. Calentar el teflón por encima de los 260 °C (por ejemplo, al precalentar o al cocinar un filete) podría provocar la liberación de partículas y gases potencialmente dañinos. Esto, por supuesto, no significa que no puedas usarlo, sino que no puedes usarlo para todo. Cuando cocines carne, por ejemplo, elige sartenes de hierro fundido. También puedes optar por la piedra de granito para temperaturas medias y altas, pero presta atención para que su revestimiento permanezca intacto.

11. Comer demasiado rápido

Comer lentamente para ser plenamente consciente de tu comida es una costumbre japonesa que podría ser parte de lo que les ayuda a mantenerse delgados. Resulta que comer despacio puede ayudarte a comer menos, ya que el devorar los alimentos nos hace comer en exceso porque a nuestro cerebro le toma 20 minutos registrar lo que contiene nuestro estómago. Los palillos chinos también juegan un papel crucial en este asunto.

12. Mirar televisión mientras comes

En caso de que nuestro punto anterior no te haya estresado lo suficiente, es importante estar consciente de la comida que ingieres. En otras palabras, comer cuando estás distraído podría conducir a la obesidad, de acuerdo con Harvard, porque te hace comer más.

13. Beber café justo después de despertar

Un estudio sugiere que el momento en que tomas café puede tener un impacto en tu intolerancia a la cafeína. El cortisol, la llamada “hormona del estrés”, es responsable de mantenerte alerta. Hay alrededor de 3 picos diarios de producción de cortisol; uno de ellos es justo después de despertarse. Si tomas café durante esos picos, tu cuerpo podría acostumbrarse a crear menos cortisol.

14. Comer una hamburguesa en línea recta en lugar de en círculos

La ciencia ha encontrado la mejor manera de comer una hamburguesa y no es la forma en que normalmente lo hacemos. La forma correcta de comer es dividir visualmente la hamburguesa en 8 partes y girarla en lugar de comerla “linealmente”.

15. Sostener la hamburguesa con demasiada fuerza

Otro problema con respecto a comer una hamburguesa es sostenerla con demasiada fuerza porque hacerlo de esta forma podría hacer que el bollo se aplaste, derramando su contenido. Teóricamente, como se muestra arriba, los pulgares y los meñiques deben estar en la parte inferior de la hamburguesa, y los 3 dedos centrales de cada mano deben estar en la parte superior; pero debes sostenerla con ambas manos, lo que complica comer tus papas fritas.

16. Comer Pringles usando un papel A4

Probablemente hayas estado comiendo mal las papas Pringles, pero no te preocupes. Aparentemente, el embalaje de las Pringles no solo está diseñado para evitar que las papitas se desmoronen durante el transporte. De hecho, doblando una hoja de papel A4 por la mitad y simplemente insertándola en el recipiente, puedes sacarla y meterla sin que se rompan las papitas.

17. Pelar plátanos al revés

Si alguna vez has visto cómo los monos pelan los plátanos, es posible que hayas notado que lo hacen de forma ligeramente diferente a la nuestra. Pero no necesitas ser tan desordenado al respecto. Es solo que pelarlo al revés es más fácil porque lo pelas de manera más limpia. Entonces, la próxima vez que comas un plátano, dale vuelta y pellizca la punta para pelarlo.

18. Comer comida china para llevar sin convertirla en un plato

La patente original para la ahora clásica caja de comida para llevar se presentó en 1894 y, desde entonces, básicamente se ha mantenido igual, lo que demuestra que su diseño está muy bien pensado. Está destinado principalmente para contener líquidos, pero también sirve como plato, si sacas el mango de alambre para desplegar la caja.

19. Disolver el azúcar en un movimiento de agitación circular en lugar de lineal

A pesar de que la agitación circular es la forma más popular de disolver el azúcar en una taza de té, la forma correcta de hacerlo es en un movimiento lineal. Esto ayuda a reducir las salpicaduras y te permite disolver los cubos de azúcar más rápido.

20. Tirar el papel higiénico en el inodoro cuando viajas al extranjero

Tirar el papel higiénico en el inodoro puede parecer la cosa más obvia del mundo, pero depende de dónde lo estés haciendo. Por ejemplo, en países como Grecia, Turquía y Bulgaria, el papel higiénico debe ser desechado en un contenedor ubicado al lado del asiento del inodoro. Esto se debe a que no todos los sistemas de alcantarillado están equipados para hacer frente al papel higiénico, incluso si este es altamente degradable en el agua.

Ten en cuenta: este artículo se actualizó en febrero de 2023 para corregir el material de respaldo y las inexactitudes fácticas.

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