26 Maneras de comer rico y gastar poco

Consejos
hace 3 años

Al salir de la tienda con una bolsa de productos, muchas veces sentimos que nuestras expectativas con respecto a la compra no se cumplieron. Después de haber gastado la mitad del salario y haber recibido una cuenta larguísima, nos decepcionamos al descubrir que los productos alcanzarán, como máximo, para una semana y media. Y surge la pregunta: ¿cómo hacer para ahorrar comprando comida y, al mismo tiempo, comer rico? En este artículo encontrarás la respuesta. Y con el dinero ahorrado podrás renovar tu guardarropa.

Los consejos recopilados por Genial.guru te sorprenderán agradablemente por su fácil aplicación. ¡Vamos!

  • Compra en los mercados y regatea. Los días de semana y la noche son el momento ideal para comprar productos a un precio inferior. Mientras que, por la mañana de los fines de semana, los precios generalmente suben.
  • Antes de ir al supermercado, verifica las existencias de ofertas. Puedes rastrearlas mediante aplicaciones especiales en tu teléfono. Y como las promociones se repiten constantemente, no compres los productos que no estén en tu lista. Tendrás la posibilidad de comprarlos la próxima vez.
  • Conoce tus derechos de consumidor y si obtienes un producto de baja calidad, no dudes en devolverlo.
  • Sé inteligente al comprar carnepescado. Es más barato comprar un pollo entero que solo algunas de sus partes. La carne vacuna de bajo costo puede ser un ingrediente clave para una variedad de platos deliciosos, mientras que el valor energético y el contenido de nutrientes serán los mismos que los de un plato de cortes más caros. La cabeza de un pez servirá para una deliciosa sopa o un caldo de pescado. Y con los subproductos puedes cocinar salchichas caseras.
  • Presta atención a la fecha de caducidad de los productos. 1 o 2 días antes de su vencimiento, las tiendas hacen descuentos de hasta 50% en dichos productos.
  • Una pequeña compra al por mayor es rentable. La compra conjunta con un grupo de vecinos, amigos y parientes no solo hará que el proceso sea más divertido, sino que también ayudará a ahorrar.
  • Revisa las etiquetas y compara el peso. ¿Tiene sentido pagar por una marca? Si tú tampoco ves la diferencia, elige un producto similar, que puede ser un 20% más caro, pero tener un 50% más de peso. Muchas veces, el producto tiene un precio más bajo no porque realmente sea más barato, sino porque es su volumen es menor. Por ejemplo, el volumen de un paquete de leche puede ser no de 1 litro, sino de 900, 905 o 950 ml.
  • Agua embotellada. Es más rentable comprar un filtro una vez o simplemente hervir el agua.
  • Compra y cocina exactamente la cantidad que te vas a comer. Hay personas que, si cocinan sopa, hacen una cacerola grande, si hacen chuletas fritas, preparan una sartén llena. Y esto, generalmente, termina con la mitad de lo cocinado dentro de un bote de basura. Y los productos comprados un año por adelantado se echan a perder rápidamente.
  • Cultiva tus propios productos. En el balcón o en el alféizar de la ventana se puede cultivar cebolla de verdeo, tomates (incluso los cherry), distintas hierbas, etc.
  • Mantén el refrigerador en orden. Pon los alimentos que puedan almacenarse por más tiempo más lejos. Y deja más cerca aquellos se haya que “devorar” tan pronto como sea posible. Especialmente si se trata de trozos de diferentes quesos, salchichas y untables que tienen la propiedad de perderse en el refrigerador y, como resultado, deteriorarse.
  • No hace falta comer carne 3 veces por día. Algunos días, reemplaza la carne por otros alimentos. Las legumbres y los lácteos, por ejemplo, tienen la misma cantidad de proteínas, pero a un precio más asequible.
  • No congeles solo las bayas y los vegetales de temporada. También puedes congelar el queso, el puré de papas, la pasta (los macarrones), el pan, el arroz cocinado. Si, por ejemplo, congelas el arroz o la pasta ya cocidos, te ahorrarás tiempo de preparación de una comida completa.
  • Hornea más. Esto no solo te permitirá ahorrará aceite, sino que también reducirá el contenido calórico del plato.
  • No hace falta cocinar la carne y la guarnición por separado. Combina la carne y la guarnición en un solo plato: prepara arroz pilaf o una cazuela.
  • Si te ha sobrado jugo después de freír la carne, úsalo como base para una salsa.
  • Agrega a la carne picada verduras finamente picadas de sabor neutro (calabacín, coliflor, morrón). Así podrás cocinar más albóndigas usando menos carne, y serán más jugosas y más sabrosas.
  • Reemplaza el té en bolsitas por el de hojas.
  • Vierte en un frasco de mayonesa terminada, pero que todavía queda un poco en las paredes, vinagre de vino y tus especias favoritas, agítalo bien y, ¡voilá!: aderezo para ensaladas listo.
  • Usa el agua que quedó después de cocinar las papas como base de una sopa. También puedes agregarla al puré de papas en lugar de la leche.
  • Compra cereales enteros, no en polvo. Es más saludable y más barato.
  • La leche caliente es ideal para una lata de Nutella ya vacía. Solo agítala, ¡y el chocolate caliente está listo!
  • Trata de no tirar comida. El pan duro sirve para hacer crutones o tostadas. La leche agria puede servir como una excelente base para un omelet, un yogur o pan casero. De los trozos de comida que quedaron en el refrigerador, obtendrás ingredientes deliciosos para hacer pizza y empanadas.

  • Yogures. Se pueden preparar fácilmente en una yogurtera, en una olla multifunción o en una simple cacerola.

  • Algunos tipos de quesos caros son fáciles de preparar en casa. Por ejemplo, Philadelphiamascarpone.

  • Prepara tus propios condimentos. En verano, seca las hierbas: serán un delicioso condimento seco y servirán como una excelente adición a tus obras maestras culinarias.

¿Qué consejo te sorprendió más? ¿Qué puedes aconsejar tú?

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