8 Maneras de reducir los gastos sin cambiar el estilo de vida

Consejos
hace 5 años

El dinero puede manejarse de dos maneras: gastándolo todo o administrándolo de manera adecuada, de modo que alcance tanto para viajar, como para hacer regalos y otras cosas agradables. Desafortunadamente, no todas las personas saben cómo administrar sus finanzas. A menudo, incluso aquellos que ganan un buen sueldo sienten que llegan con bastantes dificultades a final de mes.

Genial.guru le encanta encontrar soluciones sencillas, incluso aquellas relacionadas con la administración del dinero. Por eso, recopilamos una serie de consejos que te ayudarán a ahorrar bastante en tu día a día, manteniendo al mismo tiempo tu nivel de vida habitual.

1. Pago automático por diversos servicios

Las facturas de Internet, teléfonos móviles, servicios en la vivienda: en nuestra vida contamos con muchos gastos que se repiten mes a mes. Y con frecuencia, nos acordamos de los mismos solo cuando recibimos los avisos de demora.

Pagar todo por adelantado significa no solo quitarse de encima de una vez por todas esos intereses como consecuencia del pago fuera de término. Muchas compañías ofrecen descuentos y bonificaciones a quienes pagan sus servicios en tiempo y forma. Una vez que se han vinculado todos los pagos mensuales a tu cuenta bancaria, no solo ahorrarás tiempo, sino que también podrás aprovecharte de esos programas de fidelización.

2. No adquirir abonos ni suscripciones

Con una suscripción, cada sesión sale realmente más económica. ¿Pero estás seguro de que acudirás a todos esos entrenamientos ya abonados de antemano? Para una persona que acaba de comenzar a practicar deporte, a menudo resulta difícil acudir a las clases con regularidad. Como resultado, las clases perdidas simplemente se pierden.

Si recientemente has decidido aprender a bailar, nadar u otra actividad física, comienza con sesiones puntuales. De este modo, podrás ver cuántas veces a la semana te sientes cómodo realizando este deporte y puedes decidir si necesitas o no un abono completo.

3. Utilizar análogos gratuitos y de bajo costo de entretenimientos habituales

A la mayoría de las personas les resulta complicado renunciar a su tiempo de ocio habitual por el bien de su economía. Por lo tanto, es mucho más fácil no olvidarse de tus cosas favoritas, sino encontrar un mejor reemplazo para ellas. Por ejemplo, si vas al cine con bastante frecuencia, dedica algo de tu tiempo a analizar los precios de cada cine: muchos de ellos ofrecen descuentos en determinados días de la semana o en algunas sesiones. De esto modo, se puede llegar a ahorrar hasta un 50 %.

Compra entradas para conciertos y festivales con anticipación para ahorrar dinero, acude a talleres gratuitos y otros eventos en lugar de los que son pagos. Así, lo que gastas en tu ocio será más rentable, pero no menos intenso.

4. Confeccionar un armario cápsula

Casi todo el mundo tiene prendas que tan solo se ha puesto 1 o 2 veces, o, quizás, nunca. Durante un año, en vez de comprar este tipo de ropa, se podría ahorrar una cantidad de dinero considerable. Compramos demasiadas cosas, incluso porque simplemente no recordamos bien todas las prendas que ya tenemos.

La solución para este tipo de situaciones no es otra que crear un armario cápsula. Esto te ayudará a reducir la cantidad de ropa y escogerla de tal modo para que cada cosa pueda combinarse bien con otra. Así, siempre tendrás algo que ponerte: ya sea para el trabajo, incluso para una cita. Comprar ropa te será mucho más sencillo y, definitivamente, no perderás dinero comprando prendas que quedarán muertas de risa en tu vestuario.

5. Comprar artículos por Internet

Los centros comerciales hacen todo lo posible para que a sus clientes les resulte agradable pasar su tiempo allí. Debido a tal relajación, la publicidad atractiva y muchas cosas hermosas nos entran por los ojos y acabamos comprando aquello que, en principio, no necesitamos, gastando más de lo que estaba previsto.

Vistos a través de la pantalla del ordenador, tanto la ropa como el calzado, e incluso los propios alimentos, no parecen tan tentadores como en la realidad. Comprando por Internet, resulta mucho más fácil mantener la mente despejada y pedir solo aquello que se necesita. Además, en Internet no hay restaurantes, cafeterías ni cines, así como otros lugares interesantes mientras estás haciendo tus compras. Lo principal es elegir tiendas en línea que te ofrezcan la opción de devolución: la apariencia de las cosas a través de la pantalla no siempre se corresponde con la realidad.

6. Vender aquello que ya no usas

En muchos hogares, uno puede encontrar exprimidores a estrenar, juegos de herramientas, secadores de pelo y otros pequeños electrodomésticos que ya nadie utiliza en casa. Sin mencionar la ropa, los juguetes y otras nimiedades.

Todo esto no es necesario para ti, pero sí puede ser útil para otros. Puedes vender lo que te sobra en mercadillos de segunda mano o por Internet. Realiza una auditoría de las cosas, al menos, una vez al año: seguramente siempre encontrarás algo que ya no necesitas, pero que todavía puede ser utilizado por otra persona.

7. Alquila o compra de segunda mano aquello que solo necesitas temporalmente

Muchas cosas las necesitamos solo por muy poco tiempo. Un carrito para el bebé que se utilizará solo durante medio año, e incluso un juego de mesa al que jugarás una o dos tardes antes de guardarlo durante mucho tiempo en una estantería.

Dichos gastos son bastante fáciles de optimizar: es poco probable que el niño note que se mueve en un cochecito de alta calidad pero de segunda mano. Y puedes jugar a numerosos juegos de mesa con amigos en una cafetería especial, donde no será menos divertido, pero sí mucho más rentable.

8. Utilizar servicios de búsqueda de compañeros de viaje

Para llegar a una ciudad cercana, la gente, o bien compra un boleto de autobús, o va en su propio automóvil. Pero en este caso, también se puede ahorrar dinero.

Los servicios de búsqueda de compañeros de viaje permiten al conductor recuperar parte del dinero para la gasolina juntando a las personas que necesitan ir a la misma ciudad en ese momento. Y para los pasajeros, estos viajes cuestan entre un 30 y un 50 % más baratos que ir en un autobús. Además, casi siempre es más cómodo y mucho más rápido, ya que el conductor conduce sin efectuar paradas.

Vale la pena ahorrar, no solo en compras grandes, sino también en nimiedades, ya que son estas las que conforman la lista de gastos principales. ¿Y tú tienes maneras interesantes de ahorrar en tus gastos del día a día?

Imagen de portada depositphotos

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