Cada cuántos días hay que cambiar las toallas del baño, y qué pasa si no las lavamos

Consejos
hace 11 meses

“Si uso la toalla para secarme después de bañarme, entonces no puede estar sucia, porque cada vez que la uso estoy limpio”. Parece una deducción lógica imbatible, sin embargo, no puede ser más errónea. La realidad es opuesta a este pensamiento aparentemente lleno de sentido común. Lo único cierto es que no lavar con frecuencia las toallas de la ducha y del tocador puede ser más peligroso de lo que ahora mismo piensas.

¿Son peligrosas para la salud las toallas sucias?

Las toallas son el lugar ideal para que los microorganismos, hongos y bacterias se multipliquen, ya que allí encuentran las condiciones perfectas para sobrevivir y desarrollarse: humedad, pH neutro, temperatura cálida, oxígeno y nutrientes en forma de células muertas y secreciones corporales. Aunque la mayoría de estos microorganismos también están presentes en nuestra piel, al encontrar un lugar adecuado para reproducirse pueden causar problemas cutáneos e infecciones.

Según el microbiólogo Jason Tetro, autor de The Germ CodeThe Germ Files, las toallas deberían lavarse al menos una vez a la semana, debido a los niveles de microbios que pueden crecer en ellas. Los estudios muestran que en ese tiempo pueden crecer cientos de miles o incluso millones de microorganismos, lo que puede ser suficiente para transferirse a nuestra piel y causar mal olor o infecciones.

La dermatóloga Kristina Collins, fundadora de Austin Skin en Texas, afirma que nuestros cuerpos están cubiertos de un microbioma robusto de bacterias, levaduras y hongos, y al secarnos con una toalla transferimos estos microorganismos, junto con células muertas, de la piel a la superficie. Por lo tanto, las personas que sufren de acné o foliculitis pueden empeorar sus síntomas e inflamar o infectar los poros al usar toallas sucias.

¿Con qué frecuencia deberías cambiar y lavar tus toallas?

La respuesta no es igual para todas las toallas, ya que no todas se desgastan ni se usan de la misma manera. En general, se recomienda lavar las toallas corporales y faciales después de tres o cuatro usos. Sin embargo, si padeces acné o eczemas, es aconsejable lavar fundas de almohada, sábanas, toallas y otros tejidos que entren en contacto con la piel con mayor frecuencia para evitar la propagación de bacterias.

Es importante prestar atención a la higiene de las toallas de mano en el baño, ya que pueden albergar bacterias peligrosas, como la E. Coli del tracto gastrointestinal. Por lo tanto, se recomienda lavarlas cada dos días, aproximadamente, para evitar la propagación de bacterias. En cuanto a la frecuencia de cambio de toalla en el baño, hay opiniones encontradas.

Según Javier Sola, experto en alergología del Hospital Ramón y Cajal, es recomendable cambiarlas al menos una vez a la semana. Por otro lado, Philip Tierno, experto en microbiología de la Universidad de Nueva York, sugiere lavar las toallas después de tres usos y señala que el olor es un buen indicador de que la toalla debe ser lavada, ya que indica la presencia de microbios en ella.

¿Cómo cuidar las toallas después de la ducha?

Para prevenir problemas, es importante tomar algunas precauciones con nuestras toallas. En primer lugar, es recomendable extenderlas bien para que se sequen completamente. Si es posible, es preferible tenderlas al aire libre. No es conveniente colgar una toalla húmeda en la parte posterior de la puerta del baño, ya que tardará más en secarse y puede convertirse en un caldo de cultivo para bacterias y moho. Para acelerar el proceso de secado, se puede colgar en un tendedero.

Otra norma fundamental es no compartir nunca nuestra toalla con otras personas. Aunque es fácil hacerlo con las toallas de baño, es recomendable que cada miembro de la familia tenga la suya. En caso de que compartan una toalla de manos, es importante lavarla con mayor frecuencia y, si alguien tiene algún problema de piel, se debe procurar que utilice una toalla diferente al resto de la familia.

Para lograr que nuestras toallas queden en perfectas condiciones, lo ideal sería lavarlas a una temperatura superior a 60ºC, lo que nos asegura eliminar cualquier microorganismo presente. Sin embargo, si tememos que las toallas se estropeen, podemos agregar algún producto desinfectante como vinagre blanco o lejía.

Es importante lavar las toallas del baño después de cada cuatro usos para asegurarnos de su higiene completa. En el caso de las toallas del gimnasio, es recomendable lavarlas después de cada sesión de entrenamiento, ya que además de estar en contacto con el sudor, han estado en contacto con otras bacterias.

Una recomendación para lavar toallas de color y blancas es utilizar detergente biológico, el cual incluye enzimas para remover manchas de proteínas y grasas. Además, se puede usar blanqueador óptico y agentes blanqueadores para mantener brillantes las toallas blancas.

Hay que tener precaución con el uso excesivo de suavizante, ya que reduce la capacidad de absorción de las toallas. Para mantener la suavidad y esponjosidad, se recomienda secar las toallas en la secadora, asegurándose de agitarlas bien antes de colocarlas. Es importante no secar las toallas en el radiador para evitar que se resequen y se endurezcan.

¿Cómo limpiar la alfombrilla del baño?

A pesar de que suele ser un elemento olvidado, esta superficie recibe cientos de bacterias y alberga más humedad que una toalla, ya que es donde posamos nuestros pies después de la ducha diaria. Prendas húmedas y con gran superficie son un paraíso para el crecimiento microbiano, por lo que estudios han demostrado la presencia de miles de bacterias y hongos en las alfombrillas de baño de felpa.

Para limpiar la alfombrilla, lo más recomendable es lavarla con agua caliente una vez por semana. Además, se puede utilizar un desinfectante que contenga peróxido de hidrógeno o agentes no blanqueantes como el ácido cítrico, si la textura lo permite.

La limpieza y el orden en el hogar es algo a lo que todos aspiramos. Y si nos enfocamos en la pulcritud, claro que no solo debemos tener en cuenta el lavado habitual de las toallas, el aseo de las sábanas es igual de importante, y por razones similares.

Imagen de portada anthonypaz / Freepik

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