Los científicos definieron 2 principios que te permiten bajar de peso sin siquiera intentarlo

Cuando está por llegar el verano muchos de nosotros buscamos maneras efectivas, y que no nos cuesten mucho trabajo, de bajar algunos kilos que ganamos en los meses más fríos. Y si te resulta difícil cumplir con los planes de dieta y deseas perder peso sin restricciones de alimentos, entonces podríamos tener algo interesante para ti.

En este artículo, en Genial.guru, queremos compartir contigo dos maneras sencillas de iniciar una alimentación que no pondrán a prueba tu autocontrol. Y no te pierdas de la sugerencia que tenemos especialmente para ti, al final del artículo.

1. Cambia tus platos

Existe un término llamado la gastrofísica (física gastronómica). Esta disciplina estudia la forma en que el entorno afecta nuestros hábitos alimenticios. De acuerdo con esto, desde el peso de los cubiertos hasta la forma, el tamaño y color de los platos pueden determinar la cantidad de comida que se consuma.

Primero, deja de lado todos tus platos más grandes y consigue algunos más pequeños. Un estudio reciente mostró que la misma cantidad de comida se ve diferente en un plato grande que en uno de menor tamaño. Si pones una pequeña porción en un plato grande, tu mente te dirá que no es suficiente para sentirte satisfecho, y probablemente agregarás más porciones hasta ver el plato lleno. Esto te conducirá a comer en exceso.

Pero si colocas la porción del mismo tamaño en un plato pequeño, la comida se verá mucho más abundante, por lo que terminarás comiendo menos o lo suficiente para satisfacer tu hambre. En otras palabras, si cambias la medidas de tus platos de 12 pulgadas a 10 pulgadas, disminuirás la ingesta de calorías en un 22%. Esta diferencia en la percepción del tamaño se llama Ilusión Delboeuf.

2. Elige el color correctamente

No es solo el tamaño del plato lo que importa. El mismo estudio mostró que el color también juega un papel muy importante. Para bajar de peso, debes elegir platos que contrasten más con tu comida.

Digamos que tienes un plato blanco y otro rojo y necesitas servir pasta en salsa blanca y salsa de tomate. La investigación demostró que si pones salsa blanca en un plato blanco, es probable que te excedas. Esto se debe a que los colores se mezclan entre sí y la porción no parece tan grande.

Pero si pones salsa blanca en un plato rojo, el contraste será mayor y no servirás tanto. El estudio mostró que cuando el color de los platos no coincide con la comida, terminas sirviendo alrededor de un 30% menos de ella.

En otras palabras, mientras más contraste exista entre tu comida y tus platos, mejor. Puede ser una buena idea cambiar el color de la mesa del comedor, pero si eso no es posible, cambiar el color del mantel puede ayudarte a conseguir también el contraste deseado. Si quieres ir más allá de esto, elige platos azules. Este color se considera un supresor del apetito y ningún alimento natural es azul, por lo que siempre tendrás ese contraste.

Bono

Con este truco, puedes matar dos pájaros de un solo tiro. El truco está en beber al menos un vaso lleno de agua antes de cada comida, o si es posible, 2. El agua llenará tu estómago y probablemente comerás una porción más pequeña.

Esto no solo te ayudará a reducir fácilmente algunas calorías en tu alimentación, sino que además te mantendrá más hidratado, lo que es realmente buenísimo para tu salud en general. Este es un gran hábito para aquellos que se olvidan de beber agua y no logran acostumbrarse a ella.

Beber 0,5 litros (17 oz) de agua también te ayudará a quemar aproximadamente un 30% más de calorías una hora después de cada comida. ¿Suena maravilloso, verdad?

Esperamos que te sean muy útiles estos consejos y si crees que tienes algo importante que agregar, relacionado con tus propios trucos para bajar de peso, o si ya has probado alguno de estos consejos, ¡cuéntanos en los comentarios!