Los científicos revelaron 8 consejos para ayudarte a abandonar fácilmente los productos dañinos

Consejos
hace 3 años

El científico Steven Whitherly estudió el fenómeno de la comida y llegó a una conclusión sorprendente: nuestro propio cerebro nos hace consumir alimentos dañinos. Por otro lado, el escritor y activista de alimentos saludables, Michael Pollan, en su libro “El dilema de los omnívoros” dice que la razón de nuestro amor por la comida rápida se basa en la gran contradicción entre la lógica de la naturaleza y la producción industrial de alimentos. En sus publicaciones e informes, los investigadores no solo comparten sus observaciones, sino que también brindan excelentes consejos sobre cómo superar los antojos que sentimos por esos productos prohibidos.

En Genial.guru hemos recopilado los mejores consejos de investigadores y dietistas, los cuales te ayudarán a estar un paso más cerca de la vida saludable que tanto deseas. Al final te contamos por qué a la gente le gusta comer comida chatarra y qué trucos ingeniosos usan los fabricantes para aprovecharse de eso.

1. Tómate un minuto para estudiar la etiqueta

Michael Pollan aconseja evitar productos con ingredientes cuyos nombres no puedan pronunciar los alumnos de tercer grado. La forma más segura de comenzar a comprar alimentos menos nocivos es obtener más información sobre lo que realmente estás comiendo. Si cavas más profundo y descubres la composición de tus comidas favoritas, esa información te puede sorprender para mal.

Las papas fritas no siempre están hechas con patatas, y la mitad de la pasta de chocolate y nueces que tanto amamos es puro azúcar. A las salchichas y a los chorizos, a menudo, se les agrega el aditivo alimentario E320 (butilhidroxianisol), que sirve como antioxidante y es un carcinógeno potencial. Y la vitamina D3, que se puede encontrar en la etiqueta de los yogures, se obtiene a partir de grasa de oveja.

2. Tres colores en un plato

¿Has notado que los productos saludables, a menudo, tienen colores más brillantes, mientras que los alimentos dañinos no se distinguen por una gran cantidad de tonos (a menos que contengan colorantes)? Nuestra visión percibe los bollos, papas fritas, galletas y fideos instantáneos casi como un solo producto y, por supuesto, eso nos hace requerir una ración suplementaria.

La Profesora del Departamento de Ciencia de Alimentos y Nutrición, Susan Bowerman, dice que demasiadas personas hacen una dieta "beige" de bizcochos, copos y galletas. Pero necesitamos ver productos de al menos tres tonos diferentes en nuestros platos. Por lo tanto, en lugar de ir a buscar otro panecillo, agrega colores brillantes: una manzana roja jugosa o una banana bien amarilla.

3. Regla de los 5 ingredientes

Si se incluyen más de cinco ingredientes en la etiqueta de un producto, es una señal de que el mismo es un alimento procesado. La regla "menos es más", en este caso, funciona sin reservas.

Evita productos que contengan ingredientes que no hayas escuchado y que no usarías en tu casa. Emulsionante nutricional, lecitina, estabilizador... ¿qué son? Muchos de los aditivos se utilizan para extender la vida útil del producto, pero incluso en ese caso siempre puedes encontrar análogos seguros y naturales: sal, vinagre, ácido cítrico, y miel.

También evita los productos en cuya etiqueta el azúcar figure entre los primeros tres ingredientes.

4. Cuenta hasta 10 antes de meter un producto dañino a tu carrito de compras

Michael Pollan aconseja hacerse una pregunta antes de comprar: "¿Tu bisabuela consideraría esto como una comida?". Por ejemplo, ¿comería una gelatina chillona en un envase de plástico? Además, el dietista recomienda no comprar un producto si viste su publicidad en la televisión. El hecho es que la mayor parte de la publicidad de alimentos en los medios promueve el consumo de comida chatarra y alcohol.

Además, durante la compra, intenta visualizar la composición de ese producto. Cómo lo cocinaron, cuánta azúcar, potenciadores del sabor y conservantes fueron agregados, cuánta grasa se usó... Y ahora devuelve ese paquete de salchichas al estante.

5. 20 minutos para comprar alimentos saludables para aperitivos

Caminando por el mercado o en un supermercado, reabastece los productos útiles. Frutas, verduras, bayas, nueces, yogur natural, hierbas frescas: la elección de alimentos que tu cuerpo te agradecerá es bastante amplia.

Si estás acostumbrado a masticar algo a cada rato, los palitos de apio vendrán al rescate: nunca engordarás con ellos. Y para no sentirte como un conejo y obtener más placer de la comida, puedes cocinar una salsa ligera para acompañarlos.

Mantén los alimentos saludables en el lugar más accesible: en la parte delantera y central de la heladera, en una cesta en la cocina, en los estantes y cajones de tu escritorio. Siempre ten verduras y frutas a mano para poder comerlas.

6. Media hora para crear postres sabrosos y útiles

El mayor problema que todos enfrentan, probablemente, es la ansiedad por comer dulces. No es tan fácil renunciar a un pedazo de pastel o un bizcocho delicioso. Pero los productos ricos en carbohidratos pueden ser reemplazados por análogos dietéticos, e Instagram está lleno de páginas sobre nutrición saludable con recetas detalladas de esos platos. Hay muchos postres deliciosos con los que puedes mantenerte delgado.

Prepara helado casero. Coloca unas bayas en el congelador y luego cómelas después de una cena como un postre dulce. También puedes hacer barras de granola en casa: procesa dos tazas de avena, una manzana grande, una pera o una banana, un puñado de frutos secos y nueces. Coloca esa pasta sobre una bandeja para hornear y cocínala a 180 °C hasta que aparezca una corteza crujiente alrededor de la masa. Ahora no necesitas ir en búsqueda de unos panecillos.

7. Mastica 32 veces

Hace más de cien años, Horace Fletcher presentó un concepto increíble: una persona puede perder peso masticando los alimentos más de 32 veces. Los científicos japoneses han estudiado detalladamente ese hábito y han llegado a la conclusión de que es indispensable para la salud y la longevidad.

La falta de masticación de alimentos conduce a la aparición del síndrome metabólico, aumento de la presión arterial, diabetes y obesidad. Cuanto más se preste atención a la trituración de la comida, más fácil le resulta al cuerpo digerirla.

Si puedes masticar más tiempo y más diligentemente, comerás menos. Intenta hacerlo lentamente y conscientemente. Muerde 32 veces, traga, y recién después de eso toma otro bocado.

8. Fotografía tu comida

Un grupo de investigadores de la Universidad de Wisconsin en Madison, dirigidos por Lidia Zepeda, hace una década concluyeron que fotografiar los alimentos ayuda a abandonar los hábitos nocivos y a perder peso.

Los resultados del experimento con 43 voluntarios confirmaron que la visualización ayuda a controlar una dieta. Los investigadores creen que con un teléfono con cámara y un diario de alimentos en el cual anotes tus sentimientos después de comer, de verdad puedes deshacerte de un par de kilos de más en tu cintura.

Por lo tanto, después de ver otra foto de comida en Instagram, no juzgues demasiado a la persona: quizás su autor lucha de esta manera con su mala nutrición.

Bono: entonces, ¿por qué nos gustan tanto los alimentos nocivos?

Steven Whitherly, en su informe "¿Por qué a la gente le gusta la comida poco saludable?", dice que hay dos factores por los cuales obtienes un placer especial de la comida chatarra.

  • Sensación de sabor, olor, y de que una comida se derrite en tu boca:

Las compañías de alimentos gastan millones de dólares para entender cuál debería ser la consistencia ideal de un determinado producto. En esto les ayuda un contraste dinámico (por ejemplo, una combinación de una cáscara crujiente con relleno suave), productos que se derriten rápidamente con calorías ocultas (el cerebro no se da cuenta de la cantidad que comes realmente) y alimentos que causan una salivación activa (mayonesa, diversas salsas, chocolate caliente).

  • Composición de los alimentos:

Los fabricantes de alimentos utilizan la combinación perfecta de sal, azúcar y grasas, las cuales excitan tu cerebro más que otras comidas, y lo provocan a consumir ese tipo de alimentos una y otra vez.

Pero hay buenas noticias: numerosos estudios demuestran que mientras menos comas alimentos dañinos, menos los desearás. Algunas personas llaman a este proceso "reprogramación de genes".

¿Crees que tu dieta es adecuada? ¿Qué te ayuda a resistir la tentación de comer algo prohibido? Cuéntanos en los comentarios.

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