5 Costumbres de padres que convierten a su hijo en un tacaño
"¿Por qué eres tan tacaño?", "¿acaso te duele compartirlo?", "¿para qué necesitas tanto?", son las preguntas que les hacemos a los niños tacaños infinitamente. Pero sólo encontrarás las respuestas en tu propia conducta.
En Genial.guru decidimos analizar cómo el comportamiento de los adultos influye en la generosidad infantil y si existen algunos hábitos que convierten al niño en un tacaño.
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Nos parece que inculcamos generosidad en nuestro hijo, obligándolo a compartir sus juguetes. Sin embargo, al contrario, esta presión obliga al niño a proteger sus cosas como si estuviera rodeado de enemigos que se las quieren quitar.
Para evitar las consecuencias tristes, intenta:
- No exigirle generosidad al niño menor de 4 años (es demasiado pequeño para entender el sentido de estos actos).
- No obligar al niño a compartir su juguete favorito que significa demasiado para el pequeño.
- No insistir en la generosidad hacia un niño que le cae mal a tu hijo.
¡Beberás de la taza que te dé yo!
A veces subestimamos el nivel de afecto que tiene el niño hacia ciertos objetos. Al sentar a tu hijo en una silla diferente, al servirle jugo en el vaso que no es suyo, al ponerle a su almohada "una funda equivocada", estimulamos en el niño la necesidad de defender la importancia de sus objetos favoritos.
- Que no te dé pereza buscar "la taza con puerquitos" que tanto adora tu hijo.
- Que los demás no usen esa "taza con puerquitos".
- Cada niño tiene su propia "taza con puerquitos" y no siempre se trata de una taza y no siempre de puerquitos.
Ve y juega solo
De una u otra manera, el niño necesita interactuar con otros niños. De lo contrario, simplemente no entenderá para qué necesita compartir sus cosas con alguien más.
- Si tu hijo va al kínder, no te preocupes por eso.
- Si tu hijo no va al kínder, vale la pena ir a jugar a los parques infantiles, visitar a tus amigos que tengan hijos, asistir a las fiestas infantiles.
De todas maneras no lo necesita
Los padres erróneamente suponen que saben mejor qué cosas necesita su hijo y cuáles no. Por eso a menudo donan los juguetes y la ropa de su hijo a otros niños sin pedirle permiso. Por eso el niño empieza a pensar que sus cosas no le pertenecen, y empieza a luchar por el derecho de poseerlas.
- No te deshagas de las cosas de tu hijo a escondidas. Siempre pide su permiso y mantente preparado a que te puede decir "no".
- Cuéntale a tu hijo que existen otras personas que necesitan estas cosas más que él y de lo importante que es ayudar.
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El niño necesita tener un lugar en la casa donde sus juguetes estarán completamente a salvo. Puede ser una habitación especial si es una casa grande, o un mueble si es una casa pequeña. De lo contrario, el niño tendrá que ocultar sus pertenencias y estar preocupado de que estén a salvo.
- Si le dedicaste a tu hijo un rincón para sus juguetes, no se lo quites hasta que tu hijo te lo pida.
- Si en su dormitorio algo está mal, no intentes imponer tu orden ahí. Ármate de paciencia y deja que tu hijo lo haga.