Una mujer abandonó a su bebé en casa de su novio y él decidió criarlo como si fuera suyo dándole todo el amor que merece

Crianza
hace 10 meses

Hay muchas maneras de ser padre. No es obligatorio tener una conexión biológica con un hijo para quererlo como propio. La vida puede sorprendernos a menudo, y la paternidad puede suceder de formas inesperadas, como en nuestro artículo. Esta historia se remonta a hace unos 25 años, cuando Costa abrió la puerta de su casa y encontró a su novia con un bebé en brazos.

Su madre se fue y nunca volvió

Moisés Costa no se enteró del embarazo de su novia hasta que ya estaba de 5 meses. Sin embargo, tenía la sensación de que él no era el padre de la criatura. “Estábamos juntos, pero ella vivía en una zona rural”, explicó.

Un día le llamó para decirle que estaba embarazada y desapareció. Cuando el niño tenía unos dos meses, volvió a llamarle a Moisés, dijo que tenía que hacer unas compras y necesitaba dejar al bebé un rato. Desde ese día, nunca volvió.

Costa decidió criar al niño como si fuera suyo

Tras la desaparición de la madre del bebé, Costa decidió hacerse una prueba de ADN, que confirmó sus sospechas de que no era el padre biológico del bebé, Davyd. Aunque Costa sabía que no era el padre biológico, decidió hacerse cargo del niño. La madre biológica de Davyd los visitó algunas veces cuando era más pequeño, pero era evidente para Costa que no tenía ningún interés en recuperar a su hijo ni en ayudarle.

Ahora Davyd tiene 25 años y siguen juntos. “Es mi hijo de corazón. Aunque estemos registrados como hermanos, es mi hijo y mi mejor amigo, y haré todo lo posible por cuidarlo”, dijo Costa.

Resultó que Davyd padecía una enfermedad crónica

Poco después de su llegada, Davyd cayó enfermo y tuvo que ser trasladado al hospital para recibir atención médica. En aquel momento, Costa y su familia desconocían el estado de salud de Davyd. Más tarde los médicos descubrieron que tenía una lesión cerebral.

De hecho, al niño le habían diagnosticado parálisis cerebral, epilepsia y atrofia permanente de las extremidades. Y además de tener estas discapacidades, es incapaz de hablar y requiere supervisión constante, ya que no se le puede dejar solo.

A pesar de todas las dificultades financieras, Davyd está en buenas manos

Cuidar de Davyd es todo un reto para Costa y su madre, de 72 años, debido a su discapacidad, ya que el tratamiento cuesta mucho dinero y tiene que haber alguien cerca de él en todo momento. A medida que Davyd crece, Costa se preocupa por quién cuidará de él en el futuro. Actualmente, busca a su padre biológico y a otros familiares de Davyd, pero sigue queriéndolo profundamente y no quiere dejárselo a otra persona.
“Davyd es el amor de mi vida. No se lo voy a entregar a nadie”, afirmó Costa.

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