18 Relatos de niños que hicieron que sus padres quisieran dormir con las luces encendidas

Historias
hace 1 año

A los niños les encanta contar historias de todo tipo y, en general, dejan volar su imaginación para que cada relato sea lo más fantástico posible. Sin embargo, en ciertas ocasiones, parecen estar tan convencidos de lo que están diciendo que podríamos creer que lo que cuentan es verdad. Y si esos comentarios son de los que dan miedo, pueden llegar a alterar a sus padres.

En Genial.guru recopilamos anécdotas que nos compartieron nuestros lectores de cuando las historias de sus niños les pusieron los pelos de punta.

  • Cuando mi hijo tenía 5 años me dijo: “¿Sabías que yo era tu esposo?”. Me dio risa y le dije que no, que él era mi hijo y mi marido su papi. Sin siquiera voltear a verme, me respondió: “No ahorita, mami, eso fue antes de que muriera, fuera al cielo y te escogiera como mi mamá”. Luego siguió jugando, pero a mí me dejó la sangre helada. © Andrea Abdelnour / Facebook
  • Cuando mi nieta tenía entre dos y tres años, visitamos un museo que tenía una estatua de piedra. Le agarró la mano a su mamá y la colocó en un costado de la estatua, a su papá por detrás y a mí del otro lado. Luego se puso al frente, como queriendo hacer un ritual. En ese momento me quité y le dije: “Eres un bebé y no voy a permitir que hagas cosas del más allá”. Aún después de varios años, a mi yerno se le eriza el cuerpo al recordar que su hija quiso despertar algo. © Alex Vreyes / Facebook
  • Mi papá falleció cuando mi hija tenía 3 años. Unos días después de su entierro, solamente se me acercó y me dijo: “Mami, mi abuelito ya no está triste, ya no está enfermo, ya no le duelen las piernas”. Mi papá había sufrido de una enfermedad en sus piernas, pero mi hija era muy pequeña para saberlo. © Antonella Salvattore / Facebook
  • Mi hijo, desde muy pequeño, decía que era una ballena. Me decía: “Estoy enojado contigo porque yo era feliz con mis papás ballenas y tú me trajiste aquí”. Yo no sabía qué responder. Cuando tenía 4 años, fuimos a un tour para ver ballenas. Mi hijo lloraba emocionado de alegría y quería quedarse ahí. Las lágrimas le recorrían toda la carita. Lo abracé y le dije que todo estaba bien, que él ahora estaba con nosotros. Me miró y me dijo: “Gracias, mami, visitar a las ballenas es lo mejor que me ha pasado”. © Gaby Morales / Facebook
  • Mi hijo de 6 años me decía que un hombre de sombrero y traje negro se sentaba en la esquina de su cuarto a verlo. Yo no le creía, pero le hacía bromas para que no tuviera miedo. Un día, una vecina me contó que su hijo le decía que veía al mismo sujeto. Investigué un poco y, al parecer, las casas fueron construidas sobre un antiguo cafetal donde habían matado a un hombre. © Ana Lucia Rojas / Facebook
  • Un día, mi hermano gritaba y lloraba en su cuarto, y mi mamá fue a consultarle qué le pasaba. “El abuelo está triste y me pregunta por qué ya no vas a visitarlo”. Mi madre solía llevarle flores a su papá al cementerio, pero lo había dejado de hacer. Regresó al día siguiente. © Sujeidy Rodriguez / Facebook
  • Cuando murió el papá de mi hija, mi nieta de tres años me dijo que abajo de su cama había un viejito. Fui y no vi nada. “¿No lo ves? Está ahí”. Me puso los pelos de punta al insistir en que ahí estaba. Le pedí que no lo mirara más. © Paty Lopez / Facebook
  • Mi hija tenía como 2 años cuando nos mudamos a la casa donde todavía vivimos. Siempre se sentaba en su recámara y platicaba por horas con nadie. Cada tanto se levantaba y me decía: “Dile que no me mire así, yo sí quiero jugar, pero que no me mire”. Lo describía como un hombre alto, vestido de vaquero, con un sombrero muy bonito. © Sandra Contreras / Facebook
  • Durante 5 años, mi hijo dijo que lo acompañaba otro niño. Cuando le daba de comer, primero tenía que acercar la cuchara al sitio donde él decía que estaba el otro pequeño. A veces me quería sentar a su lado y me decía que no, que su amigo estaba ahí. © Alexandra Patiño / Facebook
  • Fui a ver Luca al cine con mi hijo de 5 años. Cuando salimos, le dije que seguramente a su abuelo le hubiera gustado mucho la película. Mi padre murió 18 años antes de que mi hijo naciera. Él me contestó que su abuelo había estado en el cine con nosotros y que le había hablado en italiano. Mi padre había estado trabajando por un año en Italia, donde había aprendido el idioma. © Laura Pizcueta Sifre / Facebook
  • Mi hija nos decía que, cuando ella había sido grande, había vivido en una casa de gran tamaño con jardín y que tenía un carro. Nosotros nos reíamos de ella porque pensábamos que se equivocaba al hablar. Ahora, cuando se lo mencionamos, dice que no se acuerda de haberlo dicho. © Conny Ramos Gómez / Facebook
  • Mi nieto de 4 años le dijo a su mamá: “No entres a la habitación de la tía Stella porque no le gusta que le toquen sus cosas”. Mi hija le preguntó cuándo Stella le había dicho eso. Él respondió: “El otro día, cuando me cuidaba mientras jugaba”. Stella falleció cuando mi nieto tenía 1 año. © Patricia Bazan / Facebook
  • Yo perdí un bebé de 5 meses. Un día, mi hijo de 3 años y medio me dijo: “No llores, mami, mi hermanito está bien, lo vi jugando con un carrito y me invitó”. Luego fuimos a visitar a mis padres y me dijo: “Mami, mi hermanito está aquí”. © Carmen Mendoza / Facebook
  • Mi hijo mayor tenía como 3 años; veía un espectro que entraba por la ventana de su cuarto y lloraba de miedo. Ahora que ya es adulto se sigue acordando, dice que era una mujer de blanco con pelo largo que entraba flotando por la ventana. © Maricruz Aguilar / Facebook

¿Qué es lo más espeluznante que te ha dicho un niño? ¿Qué tipo de historias contabas cuando eras pequeño y creías que eran reales?

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