18 Trucos de padres ingeniosos para lograr que sus hijos se porten bien

Historias
hace 1 año

Cuando los niños deciden hacer algún berrinche y portarse mal, los padres pueden no tener otra alternativa que emplear algunos trucos que tienen bajo la manga para tomar las riendas y que todo vuelva a la normalidad. Algunas de esas maniobras verbales son tan simples y sencillas que podría ponerse en duda su efectividad, pero a ciertas personas les funcionaron de maravilla e hicieron que sus hijos se comportaran como angelitos.

  • Si no quería comer, me decían: “Vale, te quito el plato, pero no vas a comer nada más y te morirás de hambre”. Me lo comía a escondidas. © Francisca Royo Cortés / Facebook
  • Me hacían levantar antes de que sonara el despertador. Pero llegaba temprano, almorzada y arreglada. Después lo practiqué con mis hijas y funcionó. Se lo agradezco. © Nohemi Ramirez / Facebook
  • Me decían que si mentía, me saldrían pelos negros en la mitad de la palma de la mano, y en mi inocencia obviamente me miraba y así sabían si estaba mintiendo. Funciona genial con cualquier niño pequeño. © Sandra Milena / Facebook
  • El truco para comer todo lo que había en el plato era el siguiente. Mi mamá me decía: “Vale, ahora una cucharadita para tu papá, otra para tu mamá, otra para...” y así sucesivamente. Y ¡zas! Comía todo. © Veronica Ivonne Arrelucea Solano / Facebook
  • Jugar a la comida con los juegos de té chiquitos, así aprendimos a comer con cubiertos y varias reglas de urbanidad. © Beatriz Calderón / Facebook
  • Me decían que me ponían las inyecciones sin aguja y me quedaba tranquila. © Cristina Diaz / Facebook
  • Mis padres nunca usaron trucos para demostrar nada. Eran un ejemplo de conducta y de relación social con los otros. Nos hablaban y nos explicaban las situaciones, luego demostraban con su actitud y su conducta lo que se debía hacer. Los extraño mucho todos los días. © Angel Luis Maldonado / Facebook
  • A mí me decían “a comer, a hacer la tarea y luego a lavar los platos”. Si no, no salía a jugar con mis amigos a la calle, y los sábados se hacía el aseo. Los consejos eran que nunca debíamos faltarle el respeto a la gente mayor, no ser groseros ni burlarse de los demás y tampoco estar en conversaciones de mayores, más que nada respetar. Si no, nos regañaban. © Blanca Maldonado / Facebook
  • Mi mamá, cuando nos acostábamos a dormir por la noche, nos decía “escucha, escucha”. Yo trataba de escuchar, no sabía si debía escuchar a lo lejos o cerquita, pero prestaba mucha atención. Al rato me rendía en un plácido sueño. © Maria Eugenia Luna / Facebook
  • El viejo de la bolsa se llevaba a los chicos que se portaban mal, que no dormían temprano, que no comían. En fin, el viejo de la bolsa solucionaba muchas cosas. Con mi hija no funcionó, pero sí funcionó el basurero Ricardo, hacía lo mismo, pero con un nombre más realista. © Evelin Vicente/ Facebook
  • Me asustaban con el coco para poder irse al cine nocturno en la arenosa, y me decían que me durmiera rápido o si no me iban a robar. © Norma Salazar Villa / Facebook
  • El de ser aplicados con nuestras tareas y los quehaceres de la casa para así poder salir a jugar con nuestros amigos, y respetar los horarios. © Noemi Gch / Facebook
  • No me quería tomar el jugo con dos huevos y me llevaban con una tía que se dedicaba a dar inyecciones. Ella sacaba su jeringa enorme de vidrio y me decía: “¿Te lo tragas o te lo inyecto?”. Y yo, llorando, me lo tomaba. © Eva Ramírez Moreno / Facebook
  • Mi madre me convencía de que comiera espinacas porque me decía que sería fuerte como Popeye (uno de los tantos dibujitos animados que miraba). © César Bueno / Facebook

¿Te han dado algún consejo de crianza que funcione bien? ¿Qué enseñanza tuviste de tus papás que hoy agradeces?

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