21 Personas que parecen no haber descubierto lo que significa ser un “buen amigo”

Historias
hace 1 año

A veces ni la persona más astuta se salva de encontrarse con un “amigo” que es más falso que un billete de siete USD. Estos individuos recién muestran sus verdaderos colores cuando los incorporamos a nuestra vida y se sienten con toda la confianza. Poco a poco sus actitudes nos quitan la venda de los ojos y dejan al descubierto sus intenciones. Es entonces cuando el instinto parece decir: “Es hora de ponerles un alto”.

En Genial.guru recopilamos las historias de quienes no tuvieron que ser Sherlock Holmes para notar esa amistad tóxica a la que era mejor renunciar.

  • Una colega del trabajo me pidió dos días la computadora para una terapia en la oficina y copió todo, incluso presentó una propuesta con lo que habíamos elaborado para otra. Afortunadamente, me lo contaron y me mostraron mis documentos, porque ya me conocían. Por lo tanto, no confíes ni en tu sombra. © Nidia Cristina Diaz Ramos / Facebook
  • Mi mejor amiga del colegio dejó de hablarme de un día para otro. Cuando le pedí una explicación, me dijo que ella quería divertirse y yo era demasiado aburrida, porque solo pensaba en la universidad. Me volvió a pasar 10 años después con unos amigos del trabajo. Ellos se volvieron pareja y yo dejé de existir. Hoy tengo muy pocos amigos, pero los que tengo son amigos de verdad, a prueba de todo, y son mi segunda familia. © Elizabeth Aranda Jofré / Facebook
  • Una “amiga” que hasta fue testigo para registrar a mis mellizos. Por diferentes razones ya no trabajaba y no la veía seguido (estábamos en el mismo trabajo), pero yo siempre le mandaba un mensaje para saber cómo estaba. Un día, hace algunos años, otra amiga del grupo me preguntó si iría al bautizo del hijo de ella; me quedé sorprendida, no sabía de qué me hablaba. Resulta que se casó, quedó embarazada, tuvo su baby shower, nació el niño y ya iban a celebrarle el bautismo y el primer año. Jamás me comentó nada en esos años en que yo me comunicaba con ella para saber cómo estaba. Algo tan importante como casarte, el embarazo y tener a tu bebé, cosas que yo compartí con ella, pues yo no fui requerida. Le deseo mucha felicidad, de verdad. Pero ya no he vuelto a hablar con ella. © Ely Vianney Briones Callejas / Facebook
  • En mi caso era mi prima, a la cual quería mucho. Mi hermana, ella y yo salíamos juntas, íbamos a su casa, nos la pasábamos hablando por teléfono. Ella era casada y con dos hijos, pero salía con otros hombres y pues un día, por estar con uno de ellos, nos dejó plantadas para salir. Mi hermana y yo decidimos dejar de hablarle. A las pocas semanas le dijo a la familia cosas de nosotras, en pocas palabras que éramos una mala influencia. Me dolió mucho haber perdido la relación que tuvimos, pero estoy mucho mejor sin ella. © Genoveva Ramirez / Facebook
  • Tuve una amiga casi por 20 años. Nos conocimos en el bachiller. Siempre la apoyé con sus problemas con su familia y de amores. Cuando me casé, ella fue mi dama de honor y cuando tuve a mi primera hija, ella fue su madrina. Pero cuando a ella le empezó a ir bien y a mí me surgieron ciertos problemas, fue desapareciendo poco a poco. Dejó de llamarme, no me hizo madrina de ninguno de sus hijos, llegaba tarde siempre que quedábamos o cancelaba en el último momento. Hasta que un día dijo que no quería saber más de mí. Me dolió en el alma. Y creo que no he vuelto a confiar en nadie así. Una pena que la gente sea tan aprovechada. © Carolina Cuartero Martinez / Facebook
  • Yo tuve una que en realidad era amiga de fiestas. Murió mi padre y ese año yo estaba mal. Intenté verla aunque fuera para tomar algo, pero me daba largas. Obviamente, ya no le interesaba. A esas personas se les ve el plumero, porque son excesivamente amables, simpáticas y eso tampoco es normal. Creen que los demás son tontos. Pero lo que más me fastidia es que sean tan cobardes. © Mary Perez / Facebook
  • Cuando vino Lady Gaga me invitó al concierto, claro, bajo la condición de que la fuera a dejar a su casa, que quedaba a 30 minutos más de camino. El tema es que yo no tenía auto, así que tendría que aventarme el viaje hasta su casa y regresar en ese mismo taxi. Le dije que se podía quedar en mi casa y así estábamos más seguras; me dijo que quería dormir en su cama y me “desinvitó”. Después la invité a un concierto al que moría por ir, en la mitad me dijo que ya tenía que irse, le dije que estaba bien, pero el problema era que quería que nos fuéramos juntas. Me fui algo incómoda, caminamos dos cuadras al metro y me dijo que había decidido tomar otra ruta; se fue por su lado y yo, por supuesto, no pude volver a ingresar al concierto. © Diana Juárez / Facebook
  • Íbamos tres personas a una obra de teatro. Yo ponía el auto. Llegué y estaban cenando, yo creía que era a las 8 y me dijeron que a las 10. Salimos y cuando llegamos, sí era a las 8. Me quise ir y dejarlas, pero se subieron al auto y me dieron la dirección a donde querían ir. Yo hervía de rabia y después una de ellas dijo que yo no había pagado la entrada, y sí lo había hecho, 2 meses antes. Hubo muchos olvidos de dinero prestado o adelantado, o “no traje la billetera” o “me olvidé la tarjeta”. Fueron tantas que se terminó de mala manera. Era un abuso tras otro. © Susana Edith Moietta / Facebook
  • Yo tenía una “amiga” que iba por mí a donde fuera necesario para que durmiera en su casa porque le gustaba mi compañía, hasta que me suplicó que viviera con ella. Una noche, llegando de la universidad, me di cuenta de que no me había dejado la llave para entrar a la casa. Sabiendo que yo no tenía a nadie cerca con quien pudiera dormir, ella decidió amanecer en lo de otra amiga en común. Le había salido su residencia en EE. UU. © Grissell Segura / Facebook
  • Me dejaron de hablar cuando les dije que ya no los iba a llevar a su casa en mi auto después de las salidas nocturnas. Yo pagaba los gastos de gasolina y de estacionamiento. © Yovany Calderon / Facebook
  • Me di cuenta de que no era mi amiga el día que mi novio (actualmente mi esposo) me mostró los mensajes que ella le escribía. Y para rematar, del grupo de amigos de la universidad, todos habían hecho un grupo para los fines de semana y ninguno me avisó. Pero para deberes, exámenes y estudiar, sí me llamaban. Al final me alejé de todos y cambié de compañeros de clase, nunca más volví a hacer amigos y me iba muchísimo mejor en la universidad que cuando estaba con ellos. © Mona Guerrero / Facebook
  • Mi mejor amiga me dejó de hablar porque me divorcié y “éramos amigas de familia” y yo me quedé “sin familia”. Creo que mis hijos se volvieron invisibles. © Liliana Rodriguez Lopez / Facebook
  • A mí me pasó con un amigo del alma y con familiares de mi esposo. Toda una vida juntos y cuando él murió, todos desaparecieron. El amigo del alma reapareció 6 años después de la muerte de mi esposo y los familiares se peleaban por no llevarme a mi casa al salir de un velorio. Siempre fui la tonta útil para todos, pero caí en desgracia y se olvidaron de mí. © Carmen Vargas / Facebook
  • Mi mejor amiga el día de mi graduación me dijo: “No tengo ropa para ir”. Les juro que lo que más tenía ella eran outfits© Celeste De la Cruz / Facebook
  • Durante años tuve una “amiga” con la que éramos uña y carne. Una vez me puse de novia y le presenté al chico. Salíamos por todos lados los tres, hasta que la señorita le echó el colmillo a mi novio. Se distanció de mí y se fue a otra ciudad con él. Poco le duró su logro. Cuando él le hizo lo mismo y la dejó por otra, vino llorando pidiendo perdón la muy caradura. Yo tuve amigas cuyos novios y hasta maridos me han tirado los “perros” y por una cuestión de códigos, nunca les di cabida. © Patricia Itati / Facebook
  • Hace dos años falleció mi hija de 14 años, y ahí me di cuenta de que no tenía amigas; de hecho, ni familia. A mis amigas siempre las apoyé con consejos, comida, dinero, y el día que yo necesité de ellas, no hubo ni una sola que mínimo me llamara para ofrecer un abrazo. No hubo nadie y pues no las necesito, me enteré de que entre ellas se seguían viendo y me da gusto por ellas, pero me da más gusto darme cuenta de lo que eran en realidad. En cuanto a la familia, qué bueno que se alejaron, así está mejor. © Deysi Salmeron Garcia / Facebook
  • Una amiga y yo ayudamos a otra persona en el trabajo en muchas situaciones, y cuando inauguró su departamento, no nos invitó. Después resintió que ya no había más favores de nuestra parte. © Maria Violeta Rivera / Facebook

¿Cuál fue el momento en el que descubriste que una de tus amistades era falsa?

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