9 Mujeres que crearon marcas de fama mundial (conocíamos sus nombres, pero no sus caras)

Historias
hace 3 años

Hay distintos motivos por los cuales una persona puede volverse famosa. A veces, su profesión la expone porque es modelo, cantante, actor o actriz. Pero en otras situaciones, la fama se debe a lo que crean. Ese fue el caso de las protagonistas de nuestro artículo de hoy, quienes construyeron verdaderos imperios de moda. Y aunque es probable que todas nos resulten familiares, conozcamos sus diseños y hasta veamos las etiquetas con sus nombres en algunas tiendas que visitamos, quizás desconozcamos quiénes son verdaderamente las personas que están detrás de esos éxitos, qué las llevó hasta allí y cómo han sido sus vidas.

Genial.guru se dispuso a investigar las vidas de estas mujeres y encontró en sus historias mucho más que marcas exitosas. Al final del artículo encontrarás la historia de una mujer que no creó un imperio de moda, pero sí un producto que hasta el día de hoy sigue siendo un éxito.

1. Coco Chanel

Gabrielle Bonheur Chanel (su verdadero nombre) abrió su primera tienda de moda en 1910. En un principio, la marca solo vendía sombreros femeninos, pero once años después, en 1921, incluyó el perfume Chanel n.° 5. La fragancia, la cual ella bautizó así porque el 5 era su número favorito, pronto se convirtió en la preferida de las mujeres de la alta sociedad.

Chanel fue conocida por liberar a las damas del asfixiante corsé y proponer un estilo cómodo y elegante a la vez. Su éxito y fama internacional la llevaron a ser la única diseñadora de moda que figura en la lista de la revista Time de las 100 personas más influyentes del siglo XX.

Sabemos que el blanco y el negro fueron los colores elegidos por Coco. Y es que había aprendido a coser en la abadía de Aubazine, donde pasó su infancia. Allí, las únicas telas que había tenían los colores del hábito de las monjas: blanco y negro. Siguiendo a uno de estos tono como su norte, creó el famoso Little Black Dress, el clásico vestido negro que marcó un antes y un después en el diseño de moda femenino. Coco había elegido un color prohibido, hasta entonces asociado con el luto, para transformarlo en un ícono de la moda.

La marca Chanel tiene muchas tiendas alrededor del mundo, y su nombre es uno de los más reconocidos dentro de la alta costura. Hoy, la habitación del Hôtel Ritz de París donde ella vivió se llama “suite Coco Chanel”.

2. Estée Lauder

Estée, cuyo verdadero nombre era Josephine Esther Mentzer, nació en Nueva York, y trabajó durante gran parte de su infancia en la ferretería de su familia. Sin embargo, ese estaba lejos de ser su destino. Cuando creció, comenzó a ayudar a su tío, un químico que preparaba y vendía cremas, fragancias, lociones y coloretes. Allí aprendió los secretos de lo que sería su mundo: la industria de la belleza.

En 1946, Lauder fundó junto con su marido, Joseph Lauder, The Estée Lauder Companies. Desde entonces, la empresa de cosméticos no ha dejado de crecer. En un principio vendía solo productos básicos para el cuidado de la piel, como cremas, lociones y aceites limpiadores, pero apenas dos años después ya se había hecho un lugar en la famosa tienda Saks Fifth Avenue de Nueva York.

Con el tiempo, la gama de productos que la compañía ofrecía se fue ampliando con nuevas marcas, como Aramis y Clinique. Aramis fue la primera fragancia prestigiosa dirigida al público masculino y que se encontraba disponible en grandes almacenes. Por su parte, Clinique también fue pionera en el mismo sentido: fue la primera compañía de cosméticos femeninos en introducir una segunda línea para hombres. Hoy, la empresa es un verdadero imperio conformado por muchas marcas, y su facturación anual supera los 10 billones de dólares.

3. Donna Karan

Karan nació en Nueva York, y posiblemente haya heredado de sus padres la vocación por el diseño y la moda. Su madre era modelo, y su padre, sastre. En 1984 dejó la compañía de la diseñadora Anne Klein, donde se había formado, para armar su propio negocio. Al año siguiente, mostró su primera colección de ropa de mujer, con su propio sello: Donna Karan New York.

El objetivo era preciso y estaba definido en una sola frase: “Diseñar ropa moderna para gente moderna”. La diseñadora se proponía diseñar y vender solo prendas que ella misma estuviera dispuesta a usar. Un tiempo después, cuando ya era apodada “la reina de la séptima avenida”, creó una marca menos costosa y destinada a mujeres más jóvenes: DKNY.

Karan se hizo famosa por su colección femenina Seven Easy Pieces (“siete prendas básicas”), la cual estaba compuesta por prendas sencillas que, según cómo se mezclaban y combinaban, generaban modelos diferentes para cada día de la semana. Entre los años 80 y 90, toda mujer que se concibiera moderna quería tener uno de sus diseños.

A mediados de 2015 dejó de ser la diseñadora del sello para dedicarse por completo a Urban Zen, una marca que ella misma creó en 2007, pero a la que hasta entonces no le había dedicado el tiempo que necesitaba. En sus tiendas pueden encontrarse prendas de vestir y muchos productos artesanales, desde joyas y piezas de cuero hasta jarrones haitianos y muebles de madera. Fiel a su estilo, la creadora siempre define a sus productos como básicos y atemporales.

4. Vivienne Westwood

Vivienne nació en Inglaterra, en 1941. Poco más de treinta años después abrió SEX, una tienda especializada en ropa que reflejaba el estilo del movimiento punk. Este fue el sello que distinguió la moda de la diseñadora. Quien la inspiró fue su socio y también pareja, Malcolm McLaren. El artista dirigiría e incluso le daría nombre a Sex Pistols, banda que dominó la escena punk británica en la década del 70.

Para fines de 1970, la “madre del punk” ya era todo un símbolo de vanguardia que en sus desfiles combinaba diseños con maquillajes y peinados extravagantes. En los años 80, la inclinación de la diseñadora por las transgresiones siguió siendo su sello de distinción. Fue así como creó una nueva colección denominada Pirate, dirigida a “héroes bravucones”: piratas, bucaneros y dandis. Tiempo después se inclinó hacia una vereda más tradicional, utilizando clásicas telas británicas, como los diseños escocés y tartán.

Hoy, Vivienne Westwood es una de las últimas compañías de moda independientes, y tiene tiendas en todo el mundo, desde Londres hasta Shanghái. En muchas ocasiones, esta singular y prolífica mujer ha utilizado sus colecciones para concientizar acerca del cambio climático y del cuidado del medioambiente. También es reconocida como una de las diseñadoras de moda más influyentes del mundo actual.

5. Diane von Fürstenberg

Diane von Fürstenberg, exprincesa Diane de Fürstenberg, pasó a la historia por ser la creadora del famoso wrap dress, o “vestido cruzado”, que se convirtió en un ícono de los años 70 y que aún hoy sigue vigente. Esta creación fue el trampolín que la llevó a construir un imperio que hoy puede alcanzar los 450 millones de dólares. Su firma está disponible alrededor de todo el mundo, y sus modelos han sido usados por famosas figuras, como la duquesa de Cambridge, Gwyneth Paltrow, Kate Beckinsale, Madonna, Susan Sarandon y Jennifer Lopez.

En 1969, Diane se casó con el príncipe Egon von Fürstenberg, pero se separó al poco tiempo de establecerse en Nueva York. Fue en 1974 cuando decidió lanzarse por su cuenta al mundo de la moda creando sus propios diseños, y el vestido cruzado fue el as que la exitosa diseñadora escondía bajo su manga.

Por aquellos días, se había dado cuenta de que muchas mujeres se vestían combinando blusas cruzadas y faldas del mismo color, por lo que pensó en transformar esas dos prendas en una. Ligero, cómodo, a prueba de arrugas y adaptable a la figura de cualquier mujer, el wrap dress es, definido por su propia creadora, un amigo esperando para ser usado dentro del clóset de cualquier mujer que se levanta por la mañana para ir a su trabajo y necesita algo cómodo y elegante a la vez.

Su éxito fue rotundo: pronto comenzaron a fabricarse cerca de 25 000 modelos por semana. Para 1976, ya se habían vendido alrededor de un millón de vestidos. A pesar del triunfo, Diane dejó la industria de la moda en 1985, y fundó una editorial en París. Poco más de 10 años después, regresó con un remake del inolvidable diseño. Una vez más, su éxito fue arrollador. Actualmente, el catálogo de DVF ofrece también una línea completa de bolsas, zapatos y joyas.

6. Mary Quant

La diseñadora británica se hizo mundialmente famosa por reinventar la moda de los años sesenta. Faldas y vestidos cortos, medias de colores, maquillaje, suéteres acanalados y cinturones a la cadera le daban forma al estilo de su marca, que se proponía representar la estética de los jóvenes y adolescentes nacidos después de la Segunda Guerra Mundial, a quienes les incomodaba la moda solemne, formal y demasiado cara de los años cincuenta.

Para 1955, junto a Alexander Plunket Greene, con quien se casaría dos años después, abrió su primera tienda, Bazaar, en el barrio de Chelsea, el cual, por aquel entonces, estaba en pleno auge. La boutique fue un éxito, un punto de reunión entre jóvenes artistas que asistían al lugar atraídos por el estilo que allí se promovía y que proponía un nuevo arquetipo de mujer-niña, muy delgada y de piernas largas, que contrastaba con la voluptuosidad de los cincuenta. A ese estilo querían acceder las figuras más famosas de la época, como Twiggy, Brigitte Bardot y Nancy Sinatra.

Durante la década de 1960, Mary Quant abrió más de cien tiendas por todo Londres. Sus diseños se producían a escala industrial y rompían los esquemas de la moda tradicional (y la provocaba). Los modelos, hechos con telas económicas, eran fervientemente demandados tanto por la realeza como por los sectores más populares.

Aunque se hizo famosa por la minifalda, muchísimas de las prendas y accesorios que hoy adoramos fueron diseñados por ella: botas altas por encima de la rodilla, mallas de colores, pantalones acampanados, tops calados, la maxifalda (sí, ella también pensó en eso), esmalte azul y delineador de ojos plateado.

Hoy, Mary tiene más de 80 años y aún conserva el mismo peinado y el estilo ingenuo de su época de oro.

7. Stella McCartney

La diseñadora de moda es hija del exmiembro de The Beatles Sir Paul McCartney y de la fotógrafa estadounidense Linda McCartney. De niña se crió junto a su familia en una granja orgánica en Sussex, donde aprendió que la vida de cualquier ser vivo es igual de preciada. De allí que se haya convertido en una firme defensora de los derechos de los animales, y esta postura se refleja en sus colecciones, donde está ausente el uso de pieles y cueros.

Aunque comenzó a diseñar cuando era muy joven, su debut oficial en el mundo de la moda tuvo lugar en 1995, cuando se graduó de la escuela Central Saint Martins y para modelar su colección de graduación invitó a participar a sus amigas supermodelos Naomi Campbell y Kate Moss. En el año 2001, ella se asoció con Gucci Group y mostró su primera colección en París. A lo largo de su carrera también se unió a otras famosas compañías, como H&M y Adidas.

Desde sus comienzos, su trabajo ha sido constante, variado y prolífico. Con el tiempo fue incursionando en otros ámbitos de la belleza como las fragancias y el cuidado de la piel, pero siempre teniendo como lema el respeto por el medioambiente: todos sus productos son 100 % orgánicos.

También lanzó una colección de ropa masculina y otra para niños, y fue la elegida para diseñar el vestido de recepción de boda de Meghan Markle, del cual después hizo 46 réplicas para una de sus colecciones. Hoy maneja tiendas independientes distribuidas por los lugares más famosos del mundo, como Manhattan, Londres, Los Ángeles, París, Barcelona, ​​Milán, Roma, Miami y Houston.

8. Miuccia Prada

Es la heredera de Prada, y logró convertir una empresa familiar en un imperio mundial. Según la revista Forbes, su fortuna asciende a 2.8 billones de dólares. La diseñadora italiana incursionó en áreas bastante alejadas del diseño: tiene un doctorado en Ciencias Políticas y estudió Artes Dramáticas en el Teatro Piccolo.

Sin embargo, luego de graduarse eligió dedicarse a algo diferente y tomó el mando de Prada, empresa fundada por su abuelo. Hoy, la compañía pisa muy fuerte en la industria de la moda. Sus prendas divertidas y poco convencionales la hicieron diferenciarse de su abuelo y darle un baño de juventud y extravagancia a la marca.

Miuccia comenzó a trabajar para la firma en 1978. El 1985, llega su primer éxito: diseña una línea de bolsos de nailon negros. El modelo era muy sobrio y estaba hecho de un tejido similar al que se utiliza en los paracaídas. Era una línea de bolsos negros de nailon. Utilizar este material marcó un antes y un después en Prada, que hasta entonces tenía el sello de lo señorial, lo tradicional y lo clásico. Y el resultado fue un éxito. Hoy en día, el nailon sigue siendo el distintivo de la casa.

El envión del triunfo la llevó a crear la línea de ropa femenina Miu Miu en 1993, apodo de la disruptiva diseñadora italiana. Juvenil, colorida, más comercial y menos costosa que Prada, la firma aparece vinculada a numerosas celebridades, como Uma Thurman, Gwendoline Christie, Chloë Sevigny y Alexa Chung. A lo largo de toda su carrera como diseñadora, Miuccia se ha hecho famosa por ir contra las ideas convencionales que el mundo tiene acerca de la belleza. Al parecer, cuestionar los arquetipos le ha dado muy buenos resultados.

9. Jenny Packham

La diseñadora británica es conocida principalmente por sus colecciones de ropa prêt-a-porter y vestidos de novia. Fue a fines de 1980 que creó la firma Jenny Packham, en principio dedicada a la ropa de noche y a los vestidos de bodas, que durante mucho tiempo se distinguieron por ser prendas cortas. De hecho, debutó con una colección de vestidos de seda cortos, de color blanco y negro, y decorados con instrumentos musicales. Diez años después, la mujer amplió su marca con una línea de accesorios, y más tarde se animó a la lencería.

Los diseños de Packham son elegidos por celebridades como Miley Cyrus, Angelina Jolie, Jennifer Lopez, Cameron Diaz, Beyoncé, la duquesa de Cambridge, Shakira y Jennifer Aniston. También diseñó para películas como Casino RoyaleHarry Potter.

Por su compleja construcción, sus modelos recuerdan a los que Christian Dior diseñaba en la década de 1950. Ella elige enfocarse en la comodidad, la calidad y la diversidad: sus modelos varían drásticamente temporada tras temporada, sobre todo en cuanto a combinación de telas, patrones y colores, los cuales selecciona inspirándose en indiscutibles artistas: van Gogh, Miró y Gaudí.

Hoy, los diseños con su etiqueta están disponibles en las tiendas de moda más reconocidas, desde Bergdorf Goodman hasta Harrods.

Bono: Ruth Handler

Ella no ideó ninguna marca de ropa ni diseñó un glamoroso vestido. Sin embargo, su creación revolucionó el mundo de las niñas (y de las no tan niñas también). Sí, hablamos de Barbie.

Al nacer en Denver, Colorado, en 1916, la llamaron Ruth Mosko. Veintidós años después se casó con Elliot Handler, un artesano que hacía artículos de regalo. Durante mucho tiempo, la situación económica de la pareja fue precaria. Pero día a día, el matrimonio fue superándose hasta formar junto a un socio, Harold “Matt” Matson, una compañía pequeña que en un comienzo se dedicaba a fabricar marcos. La llamaron, por una combinación de los nombres de ambos, Mattel.

Luego de un tiempo, los socios comenzaron a fabricar casas de muñecas con la madera sobrante del proceso. Fue entonces cuando vieron que los muebles eran más demandados que los marcos y decidieron concentrarse en la fabricación de juguetes.

Matson dejó la empresa al poco tiempo y la pareja quedó al mando. Sin embargo, solo Ruth asumió el manejo de la compañía, y sería ella la que, sin dudas, la llevaría sin escalas a la fama. Fue un viaje a Suiza el que cambió la vida del matrimonio. Allí, Ruth vio a una muñeca muy pequeña y de pelo sedoso. En realidad, esta miniatura no era un juguete, sino un artículo para adultos. Se llamaba Lilli, tenía el pelo sedoso, mirada provocativa y curvas voluptuosas.

Ruth compró la muñeca y de vuelta en su país se puso a trabajar sobre lo que sería el nuevo producto. En un principio, los diseñadores de Mattel lo rechazaron porque consideraron que su estética adulta no sería aceptada por las pequeñas que soñaban con ser madres, llevar cochecitos y cambiar pañales. Pero Ruth sabía que eso no sería así. La prueba estaba en su propia casa: su hija, Barbara, prefería menos pañales y más tacones, armaba muñecas de papel y con ellas imaginaba un mundo adulto donde podía dedicarse a muchas cosas más allá de la maternidad.

Después de varios obstáculos y modificaciones, los Handler presentaron a Barbie en la Feria de Juguetes de 1959, en Nueva York. Llevaba un traje de baño a rayas negras y blancas, un par de zapatos stiletto negros y el cabello sedoso y rubio. El resto de la historia todos lo conocemos. La novedad sería un éxito rotundo y marcaría para siempre las horas de juego de las niñas.

¿Conocías la historia de alguna de estas mujeres? ¿A quién más agregarías a la lista?

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