Cómo Ethan Hawke murió y resucitó para Hollywood sin comerse sus principios

El mundo de la actuación es bastante versátil y cada actor puede tener dos caminos distintos: o llegar a ser reconocido por décadas o caer en el olvido. En el caso de Ethan Hawke, él no solo logró consolidarse como un referente de Hollywood, sino que, también, logró sobrevivir a la industria forjándose su propio estilo a la par que probó ser todo un multifacético.

En un principio, la carrera de Ethan Hawke parecía estar dirigiéndose al mismo destino que la de Leonardo DiCaprio y Matt Damon: hacer películas comercialmente exitosas. Pero el actor se mantuvo firme al optar por proyectos que reflejen una mayor credibilidad, siendo así que hasta su mejor trabajo fue toda una prueba de resistencia.

Entre sus primeros proyectos se encuentra su participación en la película La sociedad de los poetas muertos como uno de los alumnos del carismático profesor de inglés interpretado por Robin Williams. Pero debido a que desconfiaba de su capacidad para mantener su carrera de actor, quiso ir por más y usó sus ahorros para dirigir su primer corto en 1994 titulado Straight to One, luciendo sus habilidades como director.

Ethan Hawke es un actor que ya lleva varios años de trayectoria en el mundo del espectáculo. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, sentía que su carrera se había estancado, dado que debía hacer dos pruebas para obtener su rol en la película Día de entrenamiento. Fue así que temió que sus días en Hollywood estaban contados.

“Estaba en una posición única, solo tenía 30 años y ya estaba acabado”, recuerda Hawke. “Todos mis amigos iban a hacer pruebas para Rescatar al soldado Ryan y a mí ni siquiera querían verme, porque no me conocían”. Tiempo después, obtendría su rol en Día de entrenamiento, con el que recibió elogios de la crítica y un Óscar al mejor actor de reparto.

Hawke se siente afortunado al alinearse con buenos directores, los cuales lo ayudaron a ser uno de los actores más trabajadores en la actualidad. Además de experimentar la dirección, también comenzó a escribir novelas. Se volcó en el cine independiente a la par que participaba en películas de alto presupuesto, logrando así sobrevivir a Hollywood con éxito.

“Difiero con muchas personas cuando digo que me encanta todo tipo de películas”, dijo el actor. “Me gusta que cualquiera haga una película, siempre y cuando piense en ella”. Si bien Hawke manifestó que su gran amor es el cine independiente, también es de aquellos que le gusta ir un sábado de tarde a disfrutar de un buen espectáculo en familia.

Y así como no teme a comprometerse en proyectos que van más allá de la actuación, también discrepa por la forma en que Hollywood le da demasiada importancia a la apariencia. Por ejemplo, cuando un ex agente le pidió que se arreglara los dientes torcidos, él se molestó. Y cuando vio a Sean Penn subir al escenario, se mantuvo firme en su decisión de no arreglar su dentadura.

“Odio cómo el público espera que seamos todos”, dijo Hawke. “Nunca nadie habla de los dientes torcidos de Eleanor Roosevelt, porque era una mujer con sustancia”. Es por eso que, en comparación a los modelos y otras estrellas que desfilaban en Cannes, él lucía como una persona normal. Alguien que es actor, escritor, director, guionista y músico.