10 Mujeres brillantes que marcaron la historia de la ciencia

Mujer
hace 5 años

En la historia de la humanidad ha habido mujeres brillantes que desempeñaron un papel fundamental en la ciencia, pero que, a pesar de sus destacados aportes, nunca fueron reconocidas. Otras más fueron opacadas por sus compañeros hombres, unas cuantas debieron hacerse a un lado deliberadamente y las demás se encontraron con una muerte pronta y desafortunada. Muy pocas de ellas lograron asentarse en el mundo científico, obtener reconocimientos y desempeñarse satisfactoriamente.

Genial.guru ha recopilado una lista de 10 mujeres sorprendentes de la historia de la humanidad, cuyas investigaciones y aportes científicos han marcado la ciencia como la conocemos ahora.

1. Hipatia

Nacida a mediados del siglo IV, en la capital de Alejandría, se desempeñó como filósofa y matemática. Se dedicó a la enseñanza y a los estudios de las ciencias exactas. Entre muchos de sus aportes, mejoró el diseño de los astrolabios, unos instrumentos que determinaban las posiciones de las estrellas. Aunque a Hipatia se le ha reconocido como la primera mujer matemática, lo cierto es que, en su época, su actividad científica no era bien vista por algunos grupos que la juzgaron de “pagana”. Estos fundamentos ahora son inciertos, pues de lo único que se tiene testimonio es que las enseñanzas de Hipatia se centraban en las obras de Platón, Aristóteles y Plotino. Su muerte fue un hecho muy lamentable: Hipatia fue linchada alrededor de los 40 o 50 años de edad. Sin embargo, luego de esto, el prefecto imperial Orestes condenó su asesinato y entonces se acabaron los actos violentos contra los filósofos de Alejandría. La figura de Hipatia ha sido reconocida y admirada por las mujeres que se han dedicado a la ciencia, la astronomía, las matemáticas y también por activistas y feministas.

2. Lise Meitner

Nacida en Viena en 1878, fue una física que investigó la radiactividad. Fue profesora en el Instituto de Kaiser Wilhelm y la Universidad de Berlín desde 1926 hasta 1933. En 1938 tuvo que abandonar Alemania pues, al ser una mujer judía, las Leyes de Núremberg del gobierno nazi la obligaban a irse, y entonces se unió al personal de investigación atómica del Instituto de Manne Siegbahn en Estocolmo. Lise Meitner formó parte del equipo que descubrió la fisión nuclear, sin embargo, solo su amigo Otto Hahn recibió el reconocimiento y el Premio Nobel de Química. Pese a que el descubrimiento de Meitner fue muy importante, su crédito fue inadvertido por la ciencia hasta muchos años después. Luego de esto, su nombre fue reconocido y aclamado, incluso dos cráteres han sido nombrados en su memoria: uno lunar y otro en Venus; además del asteroide (6999) también llamado Meitner.

3. Ada Lovelace

Nacida en Londres en 1815, fue una matemática, informática y escritora británica, única hija de Anna Isabella y el poeta lord Byron. El matrimonio de sus padres fue todo menos exitoso, por lo que cuando Ada tenía tan solo un mes de nacida, su padre abandonó la casa para no regresar jamás. Esto marcaría para siempre la vida de Ada y de su madre, quien le prohibió categóricamente dedicarse a la literatura como su padre. Sin embargo, Ada tenía más aspiraciones científicas y siempre demostró estar más influenciada por su propia madre, quien era una estupenda matemática. A los 18 años, Ada conoció al matemático Charles Babbage quien la motivó a unirse a su equipo de trabajo con la famosa “máquina analítica”. Ada no solo destacó en eso, sino que también hizo lo que se reconoce hoy como el primer algoritmo destinado a una máquina. Eso la convierte oficialmente en la primera programadora de computadoras. De hecho, el actual lenguaje de programación Ada, creado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, fue nombrado así en homenaje a ella.

4. Jocelyn Bell

Nacida en Belfast en 1943, es una astrofísica que descubrió la primera radioseñal de un púlsar, que es una estrella que emite radiación muy intensa a intervalos cortos y regulares. La historia de Jocelyn también está marcada por un éxito sin reconocimiento, pues fue su tutor Antony Hewish quien recibió el Premio Nobel de Física en 1974, pese a que fue ella quien hizo el hallazgo. El hecho no pasó desapercibido para el mundo científico, pues muchos de sus colegas condenaron esta acción contra el galardón. Sin embargo, para ella esto no significó una mala noticia, por el contrario, en una entrevista ha dicho que fue lo mejor que le pudo haber sucedido, pues ha tenido otros reconocimientos mucho más significativos que el Nobel. Jocelyn es una de las científicas más influyentes del Reino Unido y, por supuesto, de la astrofísica.

5. Marie Curie

Nacida en Varsovia en 1867, fue una reconocida científica que recibió dos premio Nobel, el de Física y el de Química. Madame Curie fue la pionera de la radiactividad, al descubrir las técnicas para el aislamiento de isotopos radiactivos y dos elementos químicos: el polonio y el radio. A partir de estos hallazgos, la vida de Madame Curie se vio rodeada de radiactividad, literalmente. Llevaba el elemento químico con ella a todas partes, desconociendo el grado de daño que provocaba la exposición a este. Su trabajo científico lo compartió estrechamente con su esposo, Pierre Curie (de quien tomó el apellido), y más tarde con una de sus dos hijas: Irene-Joliot Curie.

Aunque la figura de Marie Curie fue respetada y aclamada, aparentemente desde siempre, lo cierto es que en algún momento atravesó una época oscura. Muchos años después de la muerte de su esposo Pierre, Marie comenzó un romance con el también científico Paul Langevin, lo cual le trajo muchos más problemas de los que se imaginó. Paul estaba casado, aunque ya no convivía con su esposa, lo cual desencadenó un verdadero escándalo. La prensa llamó a Marie Curie “la rompehogares judía extranjera”. A pesar de que su relación no era ya extramarital, la reconocida científica tuvo que limpiar su nombre en un momento en el que parecía más importante su vida amorosa que su sorprendente segunda premiación al Nobel. Muchos de sus amigos científicos estuvieron de su lado, entre ellos Albert Einstein, quien la animó a recibir el premio sin remordimientos.

6. Valentina Tereshkova

Nacida en Rusia en 1937, es cosmonauta y política. De hecho, es la primera mujer cosmonauta que voló al espacio en el Volstok en 1963. Pese a que el nombre de Valentina es mundialmente conocido, casi estuvo a punto de no serlo. Aunque su vuelo lo comenzó de manera ejemplar, durante la trayectoria en órbita no pudo orientar la nave hacia el objetivo, pues hubo un fallo en el sistema. Sin embargo, el director del programa espacial soviético, Serguéi Koroliov, desacreditó el trabajo de la cosmonauta y no le permitió tomar el control manual de la nave.

En control, el equipo modificó el sistema, el cual sí estaba erróneamente programado: la nave estaba alejándose de la Tierra en lugar de acercarse. Entonces, así Valentina pudo regresar y terminar el vuelo con éxito. Durante todo este lapso sufrió terribles mareos y otras incomodidades, pero logró dar 48 vueltas alrededor de la Tierra y registrarlo todo en su bitácora y en fotografías. Aun con esta proeza, pasaron 19 años para que otra mujer, Svetlana Savítskaya, viajara al espacio.

7. Rita Levi-Montalcini

Nacida en Turín en 1909, fue una científica especializada en neurología. Recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina. Pese a esto, la vida de Rita no fue fácil. Cursó sus estudios en la universidad mientras sucedía una guerra mundial, enfrentando las dificultades de ser mujer y judía. En Italia, había leyes contra los judíos impuestas por Benito Mussolini, así que Rita tuvo que dejar su trabajo en la universidad, y trasladar sus experimentos a su propio dormitorio. Allí hizo un laboratorio con un microscopio y algunos utensilios caseros adaptados.

Pero esos años de terror tuvieron sus consecuencias; la ciudad de Turín fue bombardeada en 1941, así que Rita tuvo que mudarse a una casa de campo en las montañas donde se llevó todos sus instrumentos. Una vez en el pueblo, tuvo que ser muy creativa para seguir con sus investigaciones; sin embargo, su estadía allí duró poco, y luego del avance de las tropas nazis, tuvo que huir aún más hacia el sur. Ya una vez terminada la guerra, en colaboración del bioquímico Stanley Cohen, los años de investigación de Rita dieron resultados: logró aislar el llamado Factor de Crecimiento Nervioso, una proteína esencial para la supervivencia de las neuronas. Este fue el primer hallazgo de la comunicación entre células.

8. Margarita Salas

Nacida en España en 1938, es licenciada en ciencias químicas por la Universidad Complutense de Madrid. Se ha encargado de impulsar la investigación española en el campo de la bioquímica y de la biología molecular. El trabajo de Margarita se ha destacado por contribuir a la investigación de la lectura de la información genética. Su estudio se centra sobre el virus bacteriano Phi29; ha permitido conocer cómo se comporta el ADN, cómo el virus bacteriano transforma a las proteínas y cómo estas se relacionan entre ellas para formar un virus funcional.

Ha obtenido diferentes reconocimientos, uno de ellos fue el nombramiento como investigadora europea en 1999 por la UNESCO. También fue nombrada directora del Instituto de España (1995-2003), organismo que agrupa a la totalidad de las Reales Academias Españolas. En diciembre de 2018, el colegio Eliseo Godoy de Zaragoza fue cambiado por el nombre de Margarita Salas.

9. Irene-Joliot Curie

Nacida en París, era hija de Marie y Pierre Curie. Estudió Física y Química en la Universidad de París durante la Primera Guerra Mundial. Cuando esta acabó, fue nombrada ayudante de su madre en el Instituto del Radio de París, el que luego fue conocido como el Instituto Curie. Sus investigaciones en el campo de la física nuclear abarcaron la estructura del átomo, la proyección del núcleo (lo cual fue fundamental para el descubrimiento del neutrón) y la producción artificial de elementos radiactivos.

De alguna manera, para Irene, ser hija de dos científicos famosos ganadores de premios fue un aliciente a su carrera. De hecho, ella también ganó el Premio Nobel de Química en 1935 junto a su marido. Sin embargo, y al igual que su madre, su muerte por leucemia sucedió debido a la sobreexposición a la radiación.

10. Hedy Lamarr

Nacida en Viena en 1914, fue una actriz de cine e inventora austriaca naturalizada estadounidense. La historia de Hedy es particularmente interesante pues, pese a que la mayor parte de su vida la dedicó a la actuación en el cine, fue coinventora de la primera versión de espectro ensanchado que permitía las comunicaciones inalámbricas de larga distancia, es decir: el wifi. Al lado del músico George Antheil desarrolló la técnica de encriptación conocida como “salto de frecuencia”. Pero antes de que sucediera este hallazgo, Hedy vivió una situación de pesadilla. Su marido Friedrich Alexander Maria Fritz Mandl, la tuvo cautiva en su propia casa bajo un estricto control y la obligó a dejar la industria cinematográfica.

En 1937, logró escapar e irse a París para continuar con su carrera artística. Allí conoció a Louis B. Mayer, presidente de Metro Goldwyn-Mayer, con quien firmó un contrato para Hollywood. En 1942, Hedy inscribió la patente de su método de comunicación secreto que buscaba evitar la detección de torpedos por las tropas aliadas. Hedy planteó que si se lograba que tanto el transmisor como el receptor saltaran simultáneamente de frecuencia a frecuencia, entonces cualquiera que intentara interrumpir esa señal no sabría dónde estaba. Desafortunadamente, Hedy no llegó a recibir los créditos correspondientes a su invención.

La época moderna y el avance de la ciencia han sido pilares fundamentales para reconocer el trabajo de cada una de las mujeres de esta lista. Sus grandes hallazgos e investigaciones ya no pasan indiferentes y han sido reconocidas por su tremenda colaboración a la humanidad. ¿Conocías la historia de alguna de ellas?

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