15 Pruebas de que el amor puede flecharte en cualquier lugar

Pareja
hace 5 años

“El amor llega cuando menos te lo esperas”, es una frase que todos conocemos. Por supuesto, una gran cantidad de ejemplos reales lo confirman: el verdadero amor puede encontrarte en el momento y lugar menos pensado.

Genial.guru ha encontrado 15 pruebas de que Cupido es un pequeño travieso y sus flechas pueden atravesar tu corazón al momento de un accidente de tránsito o en una consulta médica.

1.

Trabajaba como chef de sushi en un club nocturno y al parecer preparé la orden para mi futura esposa. Cuando ella probó el sushi, dijo que quería agradecerle personalmente al chef. Salí a verla después de mezclar salsa picante wasabi y estaba lleno de lágrimas. Ella dijo: “No tienes que llorar, solamente quería agradecerte”. Le respondí: “Son lágrimas de felicidad”. De ahí comenzó todo y hasta el momento seguimos juntos... ahora llevamos seis años.

2.

Hace 17 años encontré a mi esposa en la fila de un tobogán acuático. Estas son fotografías del día en que nos conocimos y la actualidad.

3.

Estudiábamos en el mismo grupo en la preparatoria, sin embargo, cada uno pertenecía a un grupo de amigos distinto. Evan era una de las chicas más populares en la escuela, y yo era un noño larguirucho (como lo puedes ver en la fotografía superior). Bromeamos pero no llegábamos a nada más. Siete años después, encontré a Evan en las redes sociales, nuevamente comenzamos a hablar. Nos enamoramos casi al instante. ¡Finalmente encontré a la chica de mis sueños! ¡Ten cuidado con el sabelotodo en la preparatoria, siempre vuelve! Instagram

4.

Hace 3 años, por casualidad encontré en YouTube un video de una chica cantando y realmente me conquistó con sus canciones. Yo le dejé un comentario: “¿Eres real? ¡Siento que me he enamorado!”. Encontré su Instagram, comencé a seguirla pero ella no hizo lo mismo. Aun así, en ocasiones revisaba su perfil. Después de un tiempo, ella se mudó a mi ciudad, yo acudí a un evento donde ella se presentaría y por fin logré conocerla. Después de un año, recibí aquello que tanto quería para mi día de cumpleaños: ¡comprometerme con mi adorable Ellee! Instagram

5.

Justin y yo nos conocimos en una página web de citas románticas, teníamos 32 años cuando nos encontramos por “primera vez”. Justin dijo que le había gustado mi nombre porque su primer amor había sido una chica de nombre Amy en el jardín de niños. Como broma le dije que no me gustaría escuchar de otra Amy que no fuera yo. Después de un mes del comienzo de nuestra relación le pregunté a Justin cómo había obtenido la cicatriz bajo su ojo. Él me contó que se había caído “en el jardín de niños” y me quedé con la boca abierta: “¡Justin! ¡Tenemos la misma edad! ¡Fuimos al jardín de niños al mismo tiempo!”. Inmediatamente llamamos a nuestras mamás y las obligamos a conseguir fotografías viejas. ¡Por supuesto, mi mamá encontró una foto de nuestro grupo en el jardín de niños en donde Justin y yo estábamos sentados juntos! Esto confirmó que en realidad habíamos estado enamorados desde preescolar y nuestro destino había sido estar juntos desde el principio.

Aproximadamente después de dos años de salir, escribí una carta sobre nuestra historia a un programa de televisión. Pronto nos invitaron a participar en el programa y ahí me esperaba otra sorpresa. Durante la transmisión en vivo, en la guardería donde nos conocimos de niños, Justin les pidió a los niños que escribieran en unas tablitas: “Amy, ¿te casarías conmigo? ¡Dame una segunda oportunidad!”. Instagram

6.

Conocí a mi futuro esposo gracias a un accidente de tráfico. Yo entré a una carretera con el asfalto congelado y perdí el control, el automóvil giró y entró al carril contrario. El otro auto se acercaba de manera ineludible, yo creí que sería el fin pero el conductor consiguió reaccionar a tiempo. Él giró el volante y golpeó mi auto únicamente en la parte lateral. ¡Ambos automóviles quedaron en pésimas condiciones, pero lo más importante es que quedamos sanos y salvos! Después de tres semanas del accidente tuvimos nuestra primera cita. Instagram

7.

Nuestra historia fue la siguiente... Desde que estaba en la escuela salía con un chico del mismo complejo habitacional. Estábamos esperando que él regresara de su estancia en el servicio militar para casarnos. Sin embargo, un día todo se estropeó. Él había ido a otra ciudad a visitar a sus familiares y después de tres semanas de su regreso, llegó una chica de esa ciudad a buscarlo porque había quedado embarazada de él. Los padres de ambos insistieron en que se casaran. El día que eligieron para su boda fue el mismo día que el de la boda de mi mejor amiga. Yo no quería ir, ya que no me sentía de ánimos. Pero mi mamá me obligó a ir a la boda para no ver a mi ex novio interpretando el papel de un novio ajeno (recuerda que vivimos en el mismo complejo habitacional). En pocas palabras, fui a la boda de mi mejor amiga para que mi alma no me doliera en casa. Al estar cerca de la entrada del complejo esperando al novio de mi amiga y sus amigos, llegaron y mi mirada y la de uno de los padrinos se cruzaron: fue amor a primera vista. A partir de ese día, todo mi sufrimiento desapareció. Pronto cumpliremos 26 años de matrimonio. Por eso todas las cosas que suceden definitivamente son para bien.

8.

Iba paseando por el parque con mi perro Stanley. Inesperadamente, Stanley se soltó de su correa y salió corriendo. Cuando lo alcancé, tenía en sus dientes una pelota de tenis de otra persona. Pronto apareció la dueña de la pelota: una simpática perrita, y junto con ella un hombre igual de encantador. Él se presentó como Greg y su perrita se llamaba Sully. El resto del tiempo lo pasamos en el parque arrojando la pelota de tenis a nuestros perritos y conversando. Posteriormente, Greg me pidió mi número de teléfono y ese mismo día me llegó un mensaje invitándome a una cita. Después de un año, los cuatro comenzamos a vivir juntos: Greg, Stanley, Sully y yo. En nuestra casa hay mucho pelo de perro y amor. Greg, estoy increíblemente feliz de que mi perro haya robado tu pelota de tenis ese día. Instagram

9.

Esta historia me la contó el comandante de un batallón. En 1985, terminó la universidad militar en la capital. Dado que él se había graduado con honores, podía continuar su servicio militar en otro país. Sin embargo, él no estaba casado y, para ir a otro país, era necesario estarlo. Tenía 24 horas para conseguir un matrimonio. Si no llegaba a tiempo, perdería la oportunidad de hacer su servicio militar en el extranjero. Estos pensamientos se despertaron en la parada del transporte público. Cerca de Ollie había una chica guapa y, con timidez, sin esperar tal acción de su parte, dijo lo siguiente:

— ¡Chica! Por favor, te pido que me escuches hasta el final y no te vayas de inmediato. Me propusieron hacer el servicio militar en Alemania, pero para eso necesito estar casado. No tengo ninguna candidata para el papel de mi esposa y por eso propongo que te cases conmigo. Iremos juntos a Alemania, si todo sale bien continuamos y si no, nos divorciamos.

Al principio, la chica se sorprendió mucho, después dijo:

— Vamos a intentarlo. ¿Cómo te llamas?

— Ollie. ¿Tienes un documento de identificación contigo? El registro civil aún está abierto, a los militares los registran de inmediato, tengo todos los documentos conmigo.

Después del registro civil fueron a visitar a los padres de la novia.

— ¡Mamá, Papá! Les presento a mi esposo Ollie. Mañana nos vamos a Alemania.

El padre fue el primero que se acercó a abrazarlos. Mamá se sentó en una silla y comenzó a llorar.

Ollie nos contó esta historia en 2004. En ese entonces, llevaban 19 años de casados. Tienen dos hijos.

10.

Hace poco me casé. Mi esposa y yo creíamos que nos habíamos encontrado por primera vez siendo adultos, pero resultó que nuestras mamás alguna vez habían sido mejores amigas. Esta fotografía fue mostrada en nuestra boda bajo el título de “Primer Encuentro”.

11.

Hace un par de años ocurrió una interesante historia sobre un encuentro. En aquella época estudiaba en Vilna y decidí pasar el fin de semana en Berlín para conocer la ciudad. Había planeado quedarme en un hostal, pero cuando entré al vagón del metro, me robaron todo mi dinero y tarjetas. El policía que llegó para redactar un informe me aconsejó ir a la embajada, la cual no trabajaba el fin de semana. En pocas palabras, me había quedado sin dinero y comida por dos días, solo tenía el boleto de regreso. Entré a la página de Couchsurfing y vi que una persona que vivía en Berlín me había escrito recientemente, ya que días antes había publicado que estaría en la ciudad. Me comuniqué con un chico (también era extranjero pero lleva mucho tiempo viviendo en Alemania), pasó por mí a la estación de tren y al día siguiente no queríamos separarnos. Al paso de una semana, él llegó a Vilna y después a mi ciudad natal. Ayer fue nuestra boda.

12.

Kathleen fue mi primera amiga: yo tenía 2 años y ella era 8 meses menor que yo cuando nuestros padres nos “presentaron”. Cuando acaba de cumplir 5, mi familia se mudó de Suiza a Estados Unidos y perdió contacto con la familia de Kathleen por muchos años. Únicamente con la aparición de Facebook nuestras familias consiguieron encontrarse. Pronto, Kathleen, junto con sus padres, nos visitaron en EE.UU. Yo tenía 18 años y ella 17. Ella me gustó, pero pronto se fueron y nuevamente perdimos contacto. Al paso de los años, mi madre murió. Yo estaba en un estado horrible, cuando de pronto Kathleen me escribió por Facebook expresando sus condolencias. Empezamos a escribirnos nuevamente.

Una día le pregunté: “¿Qué hubiera pasado si yo nunca me hubiera ido de Suiza?”. Ella respondió: “Seguramente estaríamos juntos”. Esta frase cambió todo. Durante 7 años mantuvimos una relación completamente a distancia, pero al final, superamos todos los obstáculos y nos casamos. Instagram

13.

Nos conocimos en un juicio, ambos participábamos como representantes de partes contrarias. Él solo se burló de mi manera inequívoca de llevar el caso. ¡Además de discutir conmigo, también me molestaba! El proceso tomaba un magnífico curso, peleábamos de manera “inteligente” e incluso discutíamos detrás de las puertas de la sala del tribunal. Un día, después de otra reunión ordinaria, me invitó a desayunar. Ahí me dijo que si él ganaba el caso, me recibiría como la cereza en el pastel. ¡Qué patán! Al despedirse, dijo que de acuerdo con las leyes de protección del consumidor, él tenía derecho a probar un complejo y desconocido artículo y me besó. “¡Qué payaso!”, pensé. “¡No ganarás!”. Pronto, tuvimos nuestra primera cita romántica y, al tratar de elegir un lugar para pasar el tiempo juntos, llegamos a la conclusión de que él sabía cocinar y por eso fuimos a su casa. En broma me molestaba porque él estaba haciendo la cena. Después de un par de meses, rentamos un departamento, y al año nació nuestro hijo, después de otros 5 años tuvimos el segundo. Y así seguimos hasta el momento. Por cierto, aquella vez, yo gané el caso.

14.

Yo era una mujer de 30 años con 3 hijos y una carrera profesional exitosa, claramente nunca tenía tiempo para ocuparme de mi vida privada. Sí, y ¿qué tipo de hombre se fijaría en mí? En aquel tiempo, yo estaba eligiendo casa para comprarla mediante una hipoteca. El gerente hipotecario resultó ser un chico muy amigable, hablábamos y bromeábamos mucho por teléfono. Una vez, fui a su oficina para firmar papeles y él me dijo: “Tengo un buen amigo, ¿no te interesaría salir con él en una cita?”. Yo me reí: “¿A quién le interesaría una mujer con tres hijos?”. Pero al final, él de todos modos me convenció de ir a una cita a ciegas. Y ahí estaba yo, sentada en una cafetería, cuando de pronto entró él mismo... Fue como en las películas. Sin embargo, yo no haría ningún tipo de planes serios hasta que él conociera a mis hijos y viera todo ese caos. Irónicamente, mi vida loca no lo asustó. Ahora vivimos juntos en la casa que él me ayudó a comprar.

15.

Cuando era estudiante, vivía en una residencia estudiantil. En otra residencia exclusiva para mujeres vivía una chica rica de aquella época. ¡Sus padres le mandaban 500 USD al mes! Por consiguiente, ella no pasaba hambre. Yo me enteré de todo esto por mi amigo que había tratado de cortejarla por mucho tiempo. Pronto, la conocí, me gané su confianza y poco a poco comencé a pedirle comida. Por las noches, entraba a la residencia de mujeres a escondidas y ahí me alimentaba. También comencé a llevarles comida a mis compañeros de habitación. Comenzamos a vivir de lujo: manteca de cerdo salado, pan, aceite, dulces y pasta. Saboreaba el placer de la riqueza. Un día, mi amada le contó sobre mí a su mamá. ¿Qué piensas? ¡Su mamá también comenzó a mandarme comida! Precisamente desde ese momento me di cuenta de que estaba enamorado por completo.

Bono

  • Nos conocimos gracias a una escape room. Él era un actor en este juego. A pesar de que estaba oscuro y tenebroso, yo percibí el olor de su perfume y le dije que desprendía un olor celestial. Ese día, él me encontró en las redes sociales. Este verano nos casamos.
  • Me confundí con las fechas y compré un boleto de tren un día después de lo planeado. Y así iba viajando en el tren muy enojada, además ¡descubrí que en mí lugar había un hombre durmiendo! Lo quería despertar y reclamarle, pero después vi que tenía una pierna enyesada. Me arrepentí y tuve que acostarme en la cama superior. A la mañana siguiente, tomamos té juntos. Nuestro hijo mayor hace poco cumplió 17. Y tenemos otros dos pequeñitos de 10 y 9.
  • Mis padres se conocieron de una manera muy interesante. Mi padre trabajaba como teniente de la policía y llegó para registrar un almacén en donde guardaban algún tipo de productos de manera ilegal. Mi mamá, justo en ese momento, trabajaba como guardia de seguridad en el mismo almacén. Durante el interrogatorio, mi padre se dio cuenta de que se había enamorado.
  • Nos conocimos en... la morgue. Los estudiantes de medicina vienen a realizar autopsias a los muertos. Y bueno, aquí iba yo. Él era un patólogo en esa morgue. Discutimos debido a la causa del fallecimiento de un paciente, al final, yo tenía la razón. Él me invitó a cenar a modo de disculpas por su error. De ahí comenzó todo y hasta la fecha seguimos juntos.
  • Me cambié de departamento en el trabajo, en dónde él era Jefe Adjunto. Él se acercó y me preguntó qué tipo de tatuaje tan horrible tenía en la mano. Asumí que era un hombre feo y sus bromas eran algo tontas. Pero después comenzamos a hablar y hablar sin parar durante tres días. Después de estos tres días, decidimos hacer una broma y acudir al registro civil. Para ser más precisos, él me dijo: “¿Cuándo vamos al registro civil?”, yo le respondí: “¡Qué te parece si mañana!”. Y nos retamos el uno al otro. Después de un mes, tuvimos una maravillosa boda. En noviembre del año pasado cumplimos 3 años de casados. ¡Él es mío por completo! Las mismas bromas tontas, las perspectivas de la vida, los gustos alimenticios. ¡Lo amo!

Y tú, ¿conoces historias de amor inusuales? Compártelas en los comentarios.

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