10 Normas de etiqueta que a menudo descuidamos

Psicología
hace 3 años

Es de mala educación interesarse por el salario de otra persona. Todos hemos tratado, al menos en alguna ocasión, evitar contestar a esta pregunta en una conversación con un desconocido. Sin embargo, a veces, nosotros mismos no somos conscientes de que ponemos al otro en una posición incómoda por nuestra curiosidad o determinadas acciones. Pero esto puede evitarse si se conocen algunas reglas simples de etiqueta relacionadas con el mundo del dinero.

Compruébalo tú mismo: ¿sabes cómo hacer las cuentas con tus amigos en un restaurante, recaudar dinero para un regalo a un compañero de trabajo sin incomodar a los otros, o evitar dar una respuesta a preguntas inapropiadas?

Genial.guru ha seleccionado para ti 10 situaciones en las que el conocimiento de estas normas de etiqueta relativas al dinero son necesarias para cualquier persona.

1. No hagas comentarios sobre los gastos y gustos de otras personas

Hablar de cómo otras personas emplean su dinero no solo es descortés, sino también un sinsentido. Si propones a tu amigo acompañarte a un viaje y él se niega, tus comentarios del tipo "Pero si tu sueldo es dos veces mayor que el mío, ¡vamos!", no van a cambiar su decisión, pero la relación puede deteriorarse. Es posible que no sepas en qué situación económica se encuentra realmente (ya sean deudas, créditos, ahorros para una intervención y similares), incluso si ustedes son buenos amigos.

Además, evita juzgar los gastos de los demás, y aún más, a espaldas de estas personas. Sí, te puede parecer ilógico el hecho de que tu compañero visite a un peluquero muy caro, dado que, por los mismos servicios, se puede pagar dos veces menos. Sí, tu gastarías ese dinero de manera diferente. Pero esa es su elección y es su efectivo, no el tuyo.

2. Considera la situación económica de tus amigos al planear actividades de entretenimiento conjuntas

Si sabes que tu amiga paga un préstamo o está ahorrando para unas vacaciones, no insistas en ir a un restaurante caro. Mejor pregúntale a qué lugar le gustaría ir: así no tendrá que negarse y tú no te sentirás incómodo.

3. Ten en cuenta el presupuesto de cada persona a la hora de hacer un regalo en grupo

Si organizas una colecta para un regalo conjunto de parte de amigos o compañeros, no pienses que la misma cantidad será óptima para todos. Imagínate: alguien podría presupuestar 10 USD para el regalo y se le piden 20. Y para alguien, esta recaudación, incluso podría ser un hecho del todo inesperado. Por lo tanto, es mejor preguntarle a cada uno de antemano cuánto está dispuestos a gastar y luego proceder a elaborar esa colecta atendiendo a esta información.

4. Asegúrate de que la cuenta en el restaurante realmente se divida de una forma honesta

Cuando dividas una cuenta en un restaurante o bar, asegúrate de que no haya personas entre ustedes que apenas hayan comido o bebido nada. Puede que a alguien no le guste el plato ordenado, pero alguien podría rechazar el vino. Nadie quiere pagar de más por los aperitivos o bebidas de otra persona, por lo que en este caso es más fácil para todos pagar cada uno lo suyo.

5. Si pides ayuda a un amigo por un servicio, págale como si fuera cualquier otro profesional

Sí, esta excelente fotógrafa o costurera es tu amiga, pero tu relación con ella no significa que te haga un descuento automático. Una persona, al hacer algo por ti, emplea su tiempo y sus recursos, así que paga por su trabajo como se debe y lo que vale.

6. No te quejes de tus problemas económicos con amigos que ganan menos que tú

Querías comprar un televisor nuevo desde hace mucho tiempo, pero los precios han subido de forma imprevista. Sí, es desagradable, pero aún más espantoso resulta escuchar esas quejas cuando uno lleva ya dos meses sin poder comprarse un simple horno microondas. Así que evita estas conversaciones si no quieres que tu amigo se sienta aún peor.

En general, vale la pena recordar una regla universal: no importa cuánto sepas sobre los ingresos, las deudas, los gastos o los préstamos de los otros, siempre discute los temas económicos con precaución y comprensión.

7. No preguntes a otras personas cuánto les costaron sus cosas

Las personas, tarde o temprano, recuerdan que es de mala educación interesarse por el sueldo de los demás, pero no se cortan a la hora de hacer otras preguntas como: "¿Cuánto te cuesta el alquiler del apartamento?", "¿Estos zapatos son caros?", "¿Cuánto te gastaste en el viaje?". Solo recuerda que al hacer este tipo de preguntas, puedes poner a tu interlocutor en una posición incómoda. Olvídate de ellas, y si tu curiosidad no te permite dormir tranquilamente, simplemente busca en Internet los precios si tanto te interesan.

Cuando te hacen este tipo de preguntas, recuerda que no estás obligado a contestarlas. Basta con decir de forma educada: "No me gustaría discutir esto". O puedes hacer la pregunta contraria: "¿Por qué te interesa?".

8. Siempre devuelve tus deudas en el plazo acordado

En un mundo idílico, nadie tiene que pedir dinero prestado ni lo presta, pero si tuvieras que solicitarlo, asegúrate de decir cuándo estás listo para devolverlo y cumple con la palabra dada. Si no sabes cuándo podrás devolver el dinero, debes decirlo. No te ofendas si te lo deniegan: la amistad es amistad, pero nadie está obligado a patrocinarte.

9. No prestes dinero solo por un sentido del deber

Algunas personas siguen a rajatabla la norma de no prestar dinero a los amigos, ni a familiares, y en parte, esto guarda su lado racional. Si no tienes nada en contra de esta práctica, asegúrate de que la situación no dañe a tu presupuesto ni a tus relaciones. Es mejor negar a un amigo algo que perderlo después debido a problemas relativos a la devolución de dinero.

Por supuesto, no tienes que justificarte a ti mismo, pero si te da cosa negar algo así a un ser querido, dile que estás pagando un préstamo o lo estás ahorrando para una gran compra.

10. No enseñes a nadie cómo debe gestionar su dinero

Tal vez solo quieras ayudar a una persona, pero no enseñes a los demás a gestionar sus recursos económicos. Tal vez realmente sepas cómo es mejor ahorrar o evitar préstamos, pero tu asesoramiento financiero solo será bienvenido cuando alguien te lo pida expresamente. En los demás casos, este tipo de consejos no solicitados solo causarán irritación.

Como regla general, en los asuntos económicos, es suficiente con actuar educadamente. Trata de cumplir con esta simple regla, y si alguien la viola, no tengas miedo de defender tus fronteras personales.

¿Tal vez tengas algo que añadir a esta lista? Compártelo con nosotros en los comentarios.

Ilustradora Yekaterina Ragozina para Genial.guru

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