10 Señales de que tu vida se desliza poco a poco cuesta abajo

Psicología
hace 3 años

¿Con qué frecuencia, antes de irte a la cama, te preguntas si estás satisfecho con el día que has vivido? Casa-trabajo-casa, escasos encuentros con los amigos, la limpieza de los sábados y dos temporadas de tu serie el domingo. ¿Te sientes cómodo siendo el protagonista de este rutinario guion? A veces sucede que a primera vista todo anda bien, pero si uno profundiza en ello, resulta que entre tus ideas sobre la vida y la realidad deambula todo un abismo. ¡Vamos a superarlo!

Genial.guru ha recopilado para ti 10 señales de que tu vida se está deslizando poco a poco cuesta abajo. En momentos de mal humor, todos podemos reconocernos en estas situaciones. Sin embargo, si se han convertido en algo habitual en tu vida, entonces la cuestión es más seria de lo que parece. No en vano reconocer el problema significa dar el primer paso para resolverlo.

1. Nada de este mundo te parece interesante

Piensas que en este mundo no hay nada que te pueda sorprender y levantas las cejas con escepticismo en respuesta a cualquier noticia ("¿Han enviado un cohete a Marte? Pfff, menudo logro. ¿Están probando una nueva vacuna? ¿Y qué?").

La edad de una persona está determinada, no solo por las cifras que aparecen en su carnet de identidad, también por la capacidad de encontrar algo nuevo para uno mismo, las ganas de aprender y de desarrollarse. ¿Cuántos acontecimientos en la vida durante los últimos años te han causado ese entusiasmo por el que has dicho "¡Wow!"? Si son pocos, debes hacer algo al respecto de manera urgente.

2. Te da igual tu apariencia y la de tu casa

Si ha dejado de importarte tu apariencia y la última vez que limpiaste la casa fue el mes pasado, esta es una señal clara de que sufres una crisis personal. La indiferencia hacia tu cuerpo y tu entorno solo viene a revelar que algo en la vida no va bien, y, además, que tú lo has aceptado y no haces nada por cambiarlo.

No es baladí el dicho arraigado de que, si quieres cambios en tu vida, vale la pena comenzar poniendo orden en tu casa. La limpieza es una cosa extremadamente beneficiosa: te distrae de los pensamientos tristes, y ayuda a poner en orden todo en tu mente. Y a las mujeres, como una terapia, se les recomienda acudir a la peluquería.

3. Odias tu trabajo

El día laboral acaba de comenzar y ya estás mirando con desdén el reloj esperando que llegue el final del día. Al ver en el calendario que tan solo es miércoles, te sientes desesperado y buscas a lo loco encontrar una razón, la que sea, para irte más temprano. Y te preguntas, ¿cuándo serán mis vacaciones? Y, exactamente, pasa que regresaste de ellas hace apenas dos semanas...

El odio al trabajo es una señal clara de que algo hay que cambiar. Tal vez no te guste tu puesto aburrido, los compañeros hostiles o la necesidad de ir al otro extremo de la ciudad todos los días en hora pico. Si comprendes la verdadera causa de tu descontento, te será más fácil encontrar una salida a esta situación.

4. No te apetece hablar con nadie

Todo el mundo requiere de su espacio personal, pero si no quieres ver ni oir a nadie, evitas a los amigos, no hablas con tus familiares, y en las redes sociales, cada vez con más frecuencia recurres al estado "no disponible" o entras de "incógnito", entonces la situación está escapándose de tu control.

¿Recuerdas a Holly, la protagonista de la película Postdata: Te amo? Sus familiares y amigos le ayudaron a salir del abismo de la desesperación y el anhelo. Lo más probable es que las personas que están cerca de ti te deseen lo mejor, tu situación no es tan única para que ninguna persona de tu entorno pueda imaginar cómo salir de ella. ¿Quién sabe? A lo mejor son ellos esta vez quienes te aporten los consejos más valiosos que te ayudarán a solucionarlo todo.

5. Todo te molesta y te enoja, absolutamente todo

Empiezas a sentirte enojado, literalmente, por todo: el cubo de basura que tu pareja olvidó sacar, las malas notas de tu hijo en la escuela, el tiempo que hace en la calle o el color de tu esmalte de uñas. Puedes perder los estribos fácilmente, luego, o lloras, o te enfadas.

La búsqueda constante de lo negativo en el mundo que te rodea revela problemas no resueltos que te corroen por dentro y se manifiestan por la vía de los enfados y la agresividad. Todo esto se detendrá solo si honestamente admites qué es lo que en realidad te preocupa y buscas soluciones.

6. Has adquirido demasiados malos hábitos

Otra forma de resolver los problemas es aferrarte a los malos hábitos: alcohol, cigarrillos, gula, navegando noches enteras por Internet y otros. Pero solo te crean una apariencia de control sobre tu vida. Realmente no es más que un intento de esconder la cabeza en la arena, pero a máxima profundidad.

Básicamente, los malos hábitos pueden contar mucho sobre ti. Por ejemplo, si te encanta romper algo en pedazos, entonces el estado actual de las cosas en tu vida no te gusta. Inconscientemente, quieres cambiar algo y es por eso que te resulta tan difícil relajarte.

7. ¿Vives en el pasado o sueñas en exceso con el futuro?

Piensas en "lo bueno que era antes", una y otra vez invaden tu mente los mismos recuerdos y sensaciones agradables. O, por el contrario, solo piensas en que "mañana será mejor" y solo tienes que aguantar un poco. Pero este "un poco" ya te dura semanas, meses e incluso años.

No existe nada de malo en rendir pleitesía a los dulces sueños. Pero cuando constantemente intentas centrarte en "los tiempos mejores", ya sea en el pasado o para el futuro, inconscientemente, solo huyes del presente.

8. No tienes dónde "recargarte"

Cada persona tiene sus propias maneras comprobadas de lidiar con su mal humor. Alguien se va a golpear un saco de boxeo, otros a una excursión a un parque cercano y algunos buscan restaurar su fuerza mental con un viaje a la ciudad donde pasaron su infancia.

Pero si todos esos espacios donde recargabas tu energía ya solo te causan decepción o una sensación de devastación moral, entonces debemos incidir en que la crisis está siendo más que evidente. Por lo tanto, necesitas de nuevos métodos más radicales para resolver el problema. Y, tal vez, la ayuda de un especialista.

9. Te has convertido en rehén de tu propio teléfono

Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh descubrieron que las personas que pasan más de una hora al día en las redes sociales tienen más riesgo de desarrollar depresión. Las percepciones de la vida de los demás que se forman cuando uno las ve en las redes sociales, provocan un sentimiento de envidia y una creencia distorsionada de que otras personas viven con más intensidad y éxito que uno mismo.

La fijación constante en el teléfono está relacionada con una caída de la autoestima, crisis nerviosa y sensación de total soledad. Intenta desconectarte más a menudo: esto realmente te hará más feliz.

10. Consideras tu vida un "borrador" y a menudo repites: "Y a partir del lunes..."

No, y no puede haber ninguna "nueva vida" a partir del lunes, el 1 de enero, o atendiendo al Año Nuevo chino. Recuerda la famosa frase de Alicia en el país de las maravillas: "¡Mañana nunca es hoy!" ¿Es posible despertarse por la mañana y decir: "Bueno, ¿ahora, finalmente, es mañana?" La procrastinación eterna seguramente no te hará feliz.

Si deseas cambiar algo, no busques una ocasión solemne o una fecha especial, comienza a hacerlo ahora mismo.

Tal vez, estés leyendo este artículo por pura curiosidad y puedas afirmar con confianza: "Nada de esto va conmigo". En este caso, nos alegramos sinceramente por ti. Pero, si en algunas de estas situaciones te has reconocido a ti mismo, no pospongas la solución para más adelante. Vida solo hay una y necesitas vivirla feliz, te la mereces.

Imagen de portada yaoyaomva / instagram

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