12 Veces en que es mejor “hacer oídos sordos” a ciertas normas sociales para tener una vida saludable

Psicología
hace 1 año

Los amigos, la familia, los compañeros de trabajo e incluso los jefes son personas con las que convivimos todos los días y con las que deseamos mantener una relación saludable. Pero a veces, en el empeño por ser agradable a los demás, acabamos cediendo a sus puntos de vista e invalidando nuestras propias opiniones ya sea por miedo al rechazo, por sentir culpa o por comentarios negativos.

En Genial.guru buscamos esas acciones que nos suelen hacer sentir una punzada de culpabilidad, pero que en realidad, no deberían orillarnos a pedir perdón.

1. Negarse a trabajar fuera de horario

Lejos quedaron esos tiempos en que estar “sumamente ocupado” por las largas jornadas o por las horas extra era visto como una insignia de honor. Hoy en día, los empleados buscan tanto una carrera exitosa como un estilo de vida saludable. Trabajar de 9 a 17 horas no tiene nada de malo. Todos necesitamos tiempo fuera del trabajo para socializar, pasar momentos en familia, descansar y más.

2. Ser una persona callada

Así como no hay nada de malo en ser extrovertido, tampoco lo hay en ser introvertido. A veces, los maestros piden “contribuir más en clase”. O las ocasiones en que el gerente dice “tenemos que hablar más en la oficina”. Estos comentarios sutiles y aparentemente inofensivos sugieren que está mal permanecer en silencio.

De hecho, sentirse cómodo consigo mismo y disfrutar de estar solo puede considerarse una fortaleza. Así que la siguiente vez que alguien pregunte: “¿El gato te comió la lengua?”, tú sigue tu camino y haz oídos sordos a las críticas negativas de los demás.

3. Hablar libremente y sin eufemismos

Es cierto que para muchas mujeres no es tarea fácil alzar la voz. En el trabajo, suelen ser menos asertivas que los hombres y tienden a disculparse o minimizar la importancia de lo que dicen cuando hablan. Recuerda que hablar de forma clara y directa no significa que estés a la defensiva. Y si alguien te interrumpe, haz una afirmación declarativa como “No he terminado lo que estoy diciendo”.

4. Ir “demasiado” al baño en la escuela

Algunos maestros temen que sus alumnos abusen de los pases para ir al baño para portarse mal en los pasillos o perder tiempo de clase. Pero tratar el uso del baño como un problema de disciplina puede tener serias implicaciones para la salud, especialmente cuando un niño necesita hacer sus necesidades, pero no puede.

Aunque lo ideal es que los pequeños usen el tiempo de descanso para ir al baño, los profesores pueden optar por dejar el permiso como mera formalidad y dejar que sus estudiantes usen el baño cuando así lo deseen.

5. Interesarse por algo más que los hijos

Puedes tener un pasatiempo durante todas las fases de la maternidad. Muchos continúan con la idea de que una madre debe dedicarse al 100% a criar a sus hijos, pero qué ocurre con el “tiempo de ocio”. Definitivamente, algunas fases de ser mamá dejarán más tiempo libre que otras. ¿Acaso siempre tienen que dar, dar, dar de sí mismas y nunca pensar en ser felices?

Más allá de hacer la cena, lavar los platos o ayudar a los hijos con la tarea; los hobbies brindan una sensación de logro personal. Además, los niños aprenden la importancia del cuidado personal. Así, cuando ellos aprenden una nueva habilidad, crece su confianza a medida que perseveran a pesar de frustraciones y contratiempos.

6. Rechazar una oferta de empleo

Aún sin tener múltiples ofertas de empleo, no hay que dejarse presionar para aceptar un puesto que simplemente no es el adecuado. Hay muchas cosas que considerar como la cultura del lugar de trabajo, el salario, la lejanía, y más. A veces, resultará incómodo y difícil rechazar un contrato después de pasar por el proceso de entrevista. Pero ignorar la intuición puede tener un alto costo, incluso si a corto plazo se logra avanzar en la carrera profesional.

7. Decir “no sé”

En muchas situaciones, las personas creen que deben mantener algún tipo de imagen por lo que rara vez se les escuchará decir esta frase. Nos enseñan desde pequeños que no está bien no tener las respuestas correctas, por eso, no dejamos espacio para equivocarnos y cometer errores. Así, padres, maestros, jefes y demás líderes se esfuerzan por ser perfectos y no admiten que desconocen la respuesta.

Para abordar estas situaciones, debemos liberarnos de la idea de ser visto de manera negativa por los demás y, en su lugar, concentrarnos en el hecho de que las preguntas son oportunidades para aprender más.

8. Dejar comida en el plato

Volverse más consciente de la relación con la comida no implica hacer una dieta, ni intentar bajar de peso. Debemos de dejar de “juzgar” a otras personas por sus hábitos alimenticios, ya sea que dejen comida cuando están llenos, o bien, que elijan comer en porciones pequeñas. Así, prestar atención a las señales de hambre y saciedad hace más fácil la tomar decisiones saludables, nutritivas y satisfactorias para el cuerpo.

9. Quedarse en casa o trabajar

En la actualidad, casi todas las mujeres sienten la presión de cumplir con los ideales de la madre perfecta. Y uno de los principales desafíos que enfrentan es sentir que no están dando el 100% ni a su carrera profesional ni a sus hijos. Pero en lugar de polarizar estos dos bandos, sería preferible aplaudir el esfuerzo de cada mamá.

Por su parte, la ventaja de los hijos con padres trabajadores es que crecen siendo más independientes a medida que aprenden a hacer tareas sencillas por sí mismos. Mientras tanto, las madres que se quedan en casa tienen más tiempo para apoyar el desarrollo académico de sus hijos y mantener su vida familiar sin problemas.

10. Hacer preguntas para entender mejor la situación

En muchas conversaciones, las personas hablan entre sí sin darse a entender completamente. Al hacer preguntas, podemos descubrir la verdadera intención detrás de lo que se dice. Normalmente, las personas no hacen estas preguntas porque tienden a hacer suposiciones y completar los vacíos de información o sienten vergüenza de pasar por bobas. Entonces, conviene seguir la frase “Antes de suponer o asumir, prueba este loco método que es preguntar”.

11. Reconocer los errores del pasado

Más que dejar atrás el pasado y seguir adelante. En ocasiones, enfrentar y aceptar lo sucedido es el primer paso hacia el perdón a uno mismo. Muchas personas eligen poner excusas, racionalizar sus actos o incluso justificarse para que sus acciones parezcan aceptables. Sin embargo, hablar del pasado y asumir la responsabilidad de haber lastimado a otros, puede evitar las emociones negativas como el arrepentimiento y la culpa excesivos.

12. Estar agradecido y feliz por todo lo que se tiene

Aunque digan que hay que superarse constantemente, muchas veces encontrar alegría en lo que ya tenemos puede darnos una vida más placentera. Este enfoque reduce el estrés, mejora la perspectiva y relaja el cuerpo. Y nos permite dejar de compararnos con los demás, romper el ciclo que querer más y encontrar satisfacción en el aquí y en el ahora.

¿Qué cosas haces que son buenas para ti, pero que son mal vistas por los demás? ¿Qué actitudes consideras que deberían de dejar de criticarse?

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