5 Consejos para aquellos que intentan agradarle a la gente

Psicología
hace 3 años

La gente te trata “raro”. Esto se aplica igualmente a tus colegas, un taxista ocasional o antiguos compañeros de clase a quienes no has visto hace diez años. "Solo di: '¿qué me importa?'", Es el consejo más obvio y estúpido que se puede dar en una situación así. Obviamente, comprendes lo absurdo que es preocuparse por la simpatía de cada persona, pero ¿qué cambia? En este artículo, hablaremos sobre trucos psicológicos que realmente ayudan a volver a la realidad.

Genial.guru espera que el cumplimiento de estos 5 enfoques te dé una sensación de equilibrio interno.

"Conviértete" en una mancha de tinta

El psicólogo clínico, Dr. Roger Covin, en su libro The Need to Be Liked (La necesidad de agradar a la gente), aconseja imaginarte en forma de manchas de tinta similares a las que utiliza el famoso test de Rorschach. "Lo que una persona ve en las manchas, la caracteriza a ella y no la tinta. Lo mismo ocurre con la forma en que nos percibimos el uno al otro. Las mismas cualidades atraerán a ciertas personas y al mismo tiempo irritarán a los demás".

Por ejemplo, lo que una persona percibe como confianza en sí mismo, la otra lo describirá como soberbia. La honestidad puede ser muy valorada por un lado y ser considerada imperdonablemente y grosera por el otro. Tendemos a ver en las personas lo que hay en nosotros: aspiraciones, preferencias, defectos y miedos.

La transparencia y la simplicidad pueden ser tu fuerte. Pero, si tu interlocutor está acostumbrado a tener mucho miedo a la sinceridad, hay una alta probabilidad de que vea en ti un mentiroso repugnante o simplemente una persona falsa. Y tendrás que aceptar esto.

"Sé que no sé nada"

Según Covin, además del individuo en sí, hay muchos otros factores de diversos grados de escala y duración, que afectan cómo te tratan otras personas.

Los problemas en el trabajo, la disputa familiar o el malestar elemental atraerán persistentemente la atención. Incluso si alguien te maltrata, a menudo sus emociones no están dirigidas hacia tu persona. Puede tener un millón de razones desconocidas e independientes de ti para estar enojado. No está mal a veces recordar tu propia insignificancia.

Frena tu imaginación

El Dr. Covin también es muy escéptico acerca de las manifestaciones de "telepatía" de sus clientes que afirman que saben exactamente cuándo se les piensa mal.

Hay dos efectos más frecuentes que suele experimentar la gente. El primero, es la personalización, cuando nos consideramos la causa de todo lo que está sucediendo. El segundo, es la "catastrofización", cuando interpretamos los hechos de la peor manera posible.

Por ejemplo, escuchamos la risa de los compañeros de trabajo y de inmediato pensamos que están hablando sobre nuestra apariencia o comportamiento (¡por supuesto, no tienen otro tema de conversación además de nuestra persona!). En la mayoría de los casos, ni siquiera tenemos tiempo para darnos cuenta cuando comenzamos a "imaginar", esto sucede automáticamente. Y la ansiedad, mientras tanto, crece en proporción de nuestra imaginación activa.

Puedes hacer frente a esto con la ayuda de una introspección sensible y reflexiva. "¿Qué percibo como una realidad? ¿Puedo verlo de otra manera? ¿Qué tan objetivo soy?". Sería útil analizar tus propios pensamientos antes, durante y después de esta misma conversación y notar qué cosas podrían distorsionar tu percepción.

Neutral ≠ negativo

En general, la gente no llega a afrontar la incertidumbre. Si alguien no se comporta amistoso o agresivo de una manera obvia, a la mayoría de nosotros nos resulta bastante difícil "computarlo".

Al final, a menudo confundimos una actitud neutral con la negativa. Esto se aplica especialmente a aquellos de nosotros que padecemos de una gran "sensibilidad al rechazo".

"Si no hay signos evidentes, entonces la persona comienza a depender completamente de su sensación del mundo", dice Ozlem Ayduk, el profesor de psicología de la Universidad de California en Berkeley. Si en tu versión del universo sientes que las personas están inclinadas a rechazarte, entonces percibirás a una persona comprometida en sus propios asuntos, como si te ignorara intencionalmente y evitara el contacto.

Como en el párrafo anterior, hay que esforzarse para volver a la realidad y no dejar que la imaginación te vuelva loco.

Recuerda que no tienes chance

Otro truco que a Covin le gusta practicar con sus clientes: les propone verlos a escala global. "Imagina que podrías comunicarte con todos los 7 mil millones de personas en el planeta durante una semana. ¿Cuántas de estas personas dirán que, en general, les caes bien?". Con aquellos que dicen un porcentaje increíblemente bajo o alto, Covin trabaja por separado. Para las personas más cercanas a la realidad, un ejercicio de este tipo sirve como un excelente recordatorio de que la posibilidad de encontrarse con gente que no nos quiere es una parte inevitable de la vida.

El mismo Covin estima su nivel de "atractivo" en 70%. "Esto significa que al 30% de las personas no voy a caerle bien, y el 30% de los 7 mil millones son 2.1 mil millones. Es mucha gente", dice el psicólogo. Están por todos lados. Ten en cuenta por un momento que todo está en tu contra: la gente no te amará. Mucha gente. Y esto es absolutamente normal.

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