6 Formas de recobrar el sentido cuando te ataca la ansiedad

hace 3 años

Cuando nos amenaza algo, sentimos miedo. En lo que se refiere a la ansiedad, no siempre está vinculada con un peligro real, pero sí nos puede arruinar la vida cotidiana. Cuando te tiemblan las manos o tu corazón late demasiado fuerte, te duele la cabeza o tienes problemas de concentración, estás sufriendo síntomas de ese trastorno. La psicoterapeuta Lexi Schmidt recomienda usar unas técnicas fáciles para "conectarse a la tierra", que nos permitirán dominar las emociones y regresar a la realidad.

El concepto más importante en la técnica de "la conexión a la tierra" es encontrar fuerzas para dominar las emociones fuertes y, por cualquier medio, concentrarse en alguna otra cosa. La ansiedad nos lleva al mundo de las fantasías tristes, que en realidad no son más que el producto de la imaginación, sin importar qué tan verdaderas nos puedan parecer. Y tenemos que quedarnos "aquí y ahora", por esta razón, todos los objetos que nos rodean pueden ayudar con "la conexión".

En Genial.guru consideramos que la salud psicológica es igual de importante que la física, así que vamos a compartirles las formas más fáciles y agradables de calmar los nervios. De seguro encontrarán una o varias que les gusten.

1. Solo tú te puedes calmar

  • Si estás en casa, toma un baño. Pero eso no es todo. Presta atención a cada objeto que veas en el camino y también a tus sentimientos, por ejemplo, cuando presionas el interruptor de la luz, o fíjate en el sonido mientras bajas la fría manija de la puerta. El agua debe tener una temperatura ideal para ti. Sigue concentrándote en lo que sientes.
  • Busca un objeto que te permita "conectarte a la tierra" y siempre llévalo contigo. Puede ser cualquier cosa que te recuerde tus mejores momentos, o un artículo que te guste tocar como, por ejemplo, una piedrita lisa, una figurita o un ovillo de lana. Cuando te sientas con ansiedad, podrás sacarlo para concentrarte en lo que experimentas al tocarlo y describir en tu mente cada detalle. Si te involucran una conversación complicada, puedes meter tu mano en el bolsillo y jugar con ese objeto.
  • Si te concentras en acciones simples, puedes regresar a la realidad. Hazte una taza de té notando todos los detalles del proceso: cómo es el piso en la cocina, si tiene mucha o poca luz, los sonidos de la tetera, el vapor de la infusión, etc.

2. Concéntrate en lo que sientes

  • Recuerda el olor que te gusta y respíralo durante el día. Puedes poner en tu bolso tu perfume favorito o una crema que te guste mucho.

3. Usa tu cuerpo

  • Siéntate bien y percibe cómo tus piernas se apoyan contra el piso (si te quitas los zapatos, será mucho mejor). Imagina que son un fuerte fundamento, y la tierra un confiable soporte.
  • Acuéstate en el piso, cierra tus ojos y concéntrate en tus sentimientos: qué partes de tu cuerpo tocan el piso, qué sienten diferentes zonas de tu ser, etc.
  • Toca una mesa u otro mueble con los dedos. Presta atención al sonido que produces al inicio y al final del movimiento.

4. Presta atención a los detalles y ocupa tus manos

  • Escoge cualquier objeto y nota la mayor cantidad de detalles posibles.
  • Busca cualquier cosa alrededor tuyo con un diseño repetitivo y trata de dibujar el patrón.
  • Relata detalladamente todo lo que te rodea.
  • En tu mente, describe a una persona que esté a tu lado, cómo es y qué ropa tiene puesta.

5. Ocupa tu cerebro con algo

  • En tu mente, trata de resolver problemas matemáticos simples.
  • Juega. Escoge una categoría, por ejemplo profesión o animales, y luego una letra. Nombra todas las palabras que comienzan con ella dentro del grupo.
  • Juega al detective. Observa a las personas y adivina sus profesiones, explicándote a ti mismo el porqué de tu decisión.

6. Respira correctamente

  • Pon tus manos en tu abdomen y pecho, e inhala bien con el vientre. Fíjate como se mueve la extremidad en tu estómago y cómo la del pecho se queda inmóvil.
  • Recuerda los números 4, 7, y 8. Inhala lentamente en 4 segundos. Aguanta la respiración por 7, y exhala lentamente por 8 segundos. Si estos tiempos no te hacen sentir cómodo, los puedes modificar. Lo más importante es respirar lento.

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