7 Cosas que todo padre debe enseñarle a su hijo

Psicología
hace 3 años

"En la escuela, se burlan de mi hijo y lo llaman de mil maneras. Pero, me temo que si intervengo directamente, solo puedo perjudicarle y estropearlo todo...". Por mucho que queramos proteger a nuestros pequeños de los problemas, existen situaciones que tu hijo debe aprender a resolver por sí mismo. La mejor ayuda de un padre será enseñarle a afrontar las dificultades adecuadamente para protegerlo de cuestiones más serias en el futuro.

En Genial.guru creemos que estas 8 reglas de vida y crianza ayudarán a tu hijo a crecer feliz y seguro.

1. Aprende a decir "no"

Problema: el compañero de clase le pide a tu hijo que le deje copiar en el examen. Tu hijo lo acepta y, como resultado, el maestro tiene sobre la mesa dos trabajos idénticos y, por supuesto, la nota más baja va a parar a quien no tiene la culpa.

Solución: Explícale a tu hijo que, de esta manera, se deprecia a sí mismo y minusvalora su esfuerzo porque estudió y se preparó para el examen, mientras que alguien simplemente se aprovechó de sus conocimientos. Para enseñarle a tu hijo a negarse a estas cuestiones, aconséjale que primero conteste: "Todavía no lo he hecho. Cuando termine, te ayudaré, pero ahora no me distraigas". La fórmula argumentada aportará al niño autoconfianza en sus decisiones y le enseñará en el futuro a hacer solo aquello que realmente quiere.

2. Aprende a defenderte sin llegar a los golpes

Problema: los compañeros de clase se burlan de tu hijo, lo insultan y molestan. El niño no quiere ir a la escuela porque, estar allí, para él es un verdadero tormento mental.

Solución: En este tipo de situaciones, los padres no deberían interferir en el conflicto directamente, ya que esto solo puede empeorar la situación del niño con sus iguales en clase. Explica a tu hijo que el que tiene el problema no es él, sino el instigador, porque insultando a los demás trata de mostrarse más fuerte de lo que en realidad es. La forma más efectiva de resolver el problema es mostrarle al ofensor que sus palabras no te hacen daño alguno. Si el niño se ríe en respuesta a los insultos y se muestra como si no le importase, que todo es una tontería, entonces, los demás, al no ver la reacción esperada, dejarán de hacerlo. Este método te enseña a salir de la situación como vencedor, sin necesidad de recurrir a la fuerza.

3. Las calificaciones no son lo más importante

Problema: cada vez que un niño recibe una calificación baja, aparece una situación de estrés. Él llora por no haberlo hecho mejor. Teme mostrar sus notas a sus padres porque lo van a regañar.

Solución: Muchos padres, en sus esfuerzos por brindarle al niño el máximo de conocimientos y una buena educación, inculcan a sus hijos el miedo de no obtener buenas notas. Naturalmente, el rendimiento académico es importante, pero el niño no debe tener miedo de regresar a casa con una calificación inferior a la esperada. No se debe gritar ni regañar por eso. Simplemente, muéstrale a tu hijo que tu amor por él no depende de su rendimiento académico. ¿Hizo un mal examen? ¡No pasa nada, a la próxima estudiarás mejor y será tal y como esperabas! Esta actitud hacia el fracaso ayudará al niño a no tener miedo a enfrentarse a las dificultades en el futuro.

4. Aprende a ayudar y proteger a los más débiles

Problema: el niño cuenta que en la escuela se mofan de un compañero de clase y que esta situación le resulta desagradable, pero teme defender al débil.

Solución: la mayoría de los niños tienen miedo de ayudar a los débiles porque temen convertirse en víctimas. El mismo miedo nos atormenta alcanzada la edad adulta: vemos cómo la gente insulta, por ejemplo, a los que están por debajo de ellos en su escala social, pero por lo general simplemente hacemos la vista gorda en silencio. Por lo tanto, es muy importante transmitir al niño la idea de que la fuerza radica en la compasión y la capacidad de acudir al rescate de quien lo necesita. Pídele ayuda al niño en casa y confía en él para que sea responsable de su hermano menor, prima o incluso de un pequeño gatito, para que este aprenda empatía y sienta la fuerza que otorga el hacer frente a un problema.

5. Disfruta de aquello que haces

Problema: primero, la escuela, luego las actividades extraescolares, el deporte, tutorías y deberes. El niño acaba agotado y cansado, por lo que prefiere tumbarse en el sofá en vez de estar jugando con sus iguales al aire libre.

Solución: deseándole a su hijo lo mejor, los padres tratan, literalmente, de ocupar cada minuto de la vida cotidiana de su hijo para que alcance lo máximo posible en la vida, así como también "para que los malos pensamientos no entren en su cabeza". Sin embargo, haciendo esto, se olvidan de enseñar lo principal: solo aquello que haces con gusto aporta alegría y verdadero éxito. Permite que tu hijo tenga, al menos, una hora al día para hacer lo que más le gusta: jugar a videojuegos, ver la televisión, el fútbol o dibujar.

6. El deporte forma parte de tu vida

Problema: el niño está encerrado en sí mismo y es tímido. Prefiere quedarse en casa en su habitación y no socializar con nadie.

Solución: Apunta a tu hijo a una actividad deportiva. Una nota importante: vale la pena elegir deportes en equipo. Un grupo de compañeros en un equipo, con quienes hay que comunicarse en el contexto de intereses comunes y objetivos, liberará a tu pequeño de su burbuja. Él obtendrá nuevos amigos y pasatiempos, además de que el deporte desarrolla la confianza en uno mismo y en su cuerpo. A todo esto, los padres deben renunciar a sus propios prejuicios y apuntar al niño en clases solo de aquello que a él le guste. Por ejemplo, a tu hijo le gusta bailar. Por lo tanto, apúntalo en clases de baile y no al fútbol, ​​de lo contrario, el deporte solo lo irritará y provocará el efecto contrario.

7. Ámate tal y como eres

Problema: "Ana tiene un cabello muy bonito y Elena tiene los ojos de la protagonista de mis dibujos animados favoritos. Y yo... yo soy fea". Tarde o temprano los niños comienzan a compararse con sus iguales, lo que puede convertirse después en el desarrollo y aparición de enormes complejos derivados de la infancia.

Solución: no importa si tienes un hijo o una hija, cualquier niño quiere sentirse bello y con talento. Así que alaba a tu hijo y su apariencia. Si el niño tiene un ídolo, entonces muéstrale las fotos de este en su niñez / antes de alcanzar la fama / sin Photoshop. Este tipo de ejemplos demuestran perfectamente que no somos perfectos, pero que, sin embargo, todos somos únicos y especiales.

¿Qué verdades de la vida inculcas a tus hijos? Comparte tu respuesta y reflexiones sobre este artículo en los comentarios.

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